Fiscal Sosa asegura que nunca acusó a los líderes cruceños

Brutalidad. Maltrato policial deja secuelas en los cuerpos de Gueder y Mendoza. Necesitan tratamiento por dolencias en los riñones y ojos.

image

Dolorido. A Mendoza le dislocaron el hombro y tiene dificultades para ver, pero se queja más de la falta de ayuda (El Deber)



La Razón

Fiscal Sosa asegura que nunca acusó a los líderes cruceños

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

El investigador del caso de supuesto terrorismo dijo que los testigos fueron quienes ligaron a los cruceños con los hechos. El fiscal afirmó que se pretende esclarecer si esas declaraciones son ciertas o falsas.

El fiscal Marcelo Sosa, quien lleva adelante la pesquisa del caso de supuesto terrorismo, negó ayer haber acusado a cívicos, políticos y empresarios cruceños de participar en los supuestos planes terroristas que debían ser presuntamente ejecutados por el grupo irregular liderado por Eduardo Rózsa. Aseguró que los líderes del oriente fueron ligados por declaraciones testificales.

“En ningún momento yo vertí una acusación contra estas personas, solamente he dado a conocer lo que había manifestado uno de los testigos, y otro más, que si no me equivoco es el señor Alcides Mendoza (detenido). Sin embargo, estamos viendo la posibilidad de establecer si esa declaración vertida es cierta o no”, indicó ayer Sosa, en un contacto con la radio Erbol.

El lunes 4, tras recibir las declaraciones del “testigo clave”, Ignacio Villa Vargas, identificado como “El Viejo” y supuesto “soplón” del grupo de Rózsa y de dos supuestos proveedores de armas a la organización, Sosa informó en una conferencia de prensa que el ex dirigente cívico Branko Marinkovic, el presidente de los empresarios cruceños, Pedro Yovio; el cívico y dirigente ganadero Guido Nayar; el líder de los agropecuarios, Mauricio Roca, y otros, fueron citados por Villa durante su interpelación.

image

• EN CONFERENCIA • Marcelo Sosa explica ante los medios de un diagrama de nexos al grupo de Rózsa. Fue el 4 de mayo.

El fiscal explicó que las declaraciones de Juan Carlos Gueder y Alcides Mendoza, acusados de proveer armas al grupo de Rózsa, aportaron en la investigación. Según las revelaciones de Mendoza, Marinkovic “financió al grupo con 200 mil dólares para la compra de armas de fuego”.

No obstante, un día después, Sosa admitió que sólo existían “indicios” en contra de las personas citadas y luego pidió a la Unidad de Investigaciones Financieras que indague las cuentas de los dirigentes.

“Es evidente que se ha pedido al inicio alguna información para el movimiento de cuentas (…). Con eso no quiero decir que están involucrados, pero existe un indicio y en base a eso el Ministerio Público investigará”, añadió.

Mendoza y Gueder negaron haber vinculado a los cívicos, líderes y empresarios cruceños y denunciaron haber sido maltratados por los investigadores.

Al respecto, Sosa negó el maltrato y alegó que no fue él quien les tomó las declaraciones.

“Mi persona no ha tomado ninguna declaración a estos dos ciudadanos, yo estaba en Santa Cruz y quien recepcionó esta declaración fue la doctora Sandra Cunca, ella tendría que responder esta situación. Pero estando en presencia del abogado y defensor, mal podrían decir que se los ha torturado”, justificó.

La madrugada del 16 de abril, Rózsa, Arpak Magyarosi y Michael Dwyer murieron abatidos por la Policía en un hotel cruceño. Su presencia fue atribuida a supuestos planes terroristas.

“Pensaba que Rózsa era turista”

Alcides Mendoza, acusado de proveer armas al grupo de Eduardo Rózsa, quien fue muerto el 16 de abril en un operativo policial, asegura haber conocido al húngaro boliviano “por casualidad”, cuando “pensó que era un turista”.

“Lo conocí por casualidad porque pensábamos que eran turistas”, afirmó Mendoza, en una entrevista con La Razón.

Según el entrevistado, él y otro de los implicados en el caso, Juan Carlos Gueder, vieron a Rózsa en cuatro ocasiones.

“Lo vi unas cuatro veces y luego lo encontré otra vez en la plaza (14 de Septiembre, en la ciudad de Santa Cruz) con los demás ‘gringuitos’. Hablaba muy bien el castellano, nítido”, precisó.

Mendoza negó la provisión de armas a Rózsa. El acusado dijo haber sido involucrado en el caso a raíz de una denuncia de Ignacio Villa Vargas, supuesto miembro del grupo de Rózsa y considerado el “soplón”. “No sé con qué objetivo nos ha involucrado, yo nunca le hice daño a él ni a ningún miembro de su familia”, añadió.

Maltrato policial deja secuelas en los cuerpos de Gueder y Mendoza

Brutalidad. Necesitan tratamiento por dolencias en los riñones y ojos

Pablo Ortiz | El Deber

La excesiva fuerza utilizada por la Policía para trasladar a La Paz a los presuntos implicados en el caso de terrorismo en Santa Cruz, Juan Carlos Gueder y Alcides Mendoza, les ha dejado secuelas físicas y necesitan de atención médica. “Llegué a La Paz con el brazo muerto, dislocado del hombro. Ahora no puedo ver bien y tengo que consultar a un oculista. No sé si fue por la bolsa que nos pusieron en la cara o porque nos colgaban del cuello en todo el camino hasta llegar a La Paz”, dijo Mendoza, que aún tiene heridas en las muñecas producto de las bandas de plástico con las que lo maniataron. Las secuelas son más profundas en Gueder. Según su esposa, Martha Landívar, aún le cuesta hablar de lo que sufrió en el viaje, tiene problemas psicológicos y dolor constante en la región de los riñones, por lo que debe consultar a un médico.

Ambas familias se quejan de que nadie se ha acercado a ayudarlos. “Si no fuera por mi familia, que correteó para conseguir plata para los pasajes, aún estaríamos en La Paz. Es bonito ser autonomista con aire acondicionado y una secretaria que te muestra las piernas, pero otra cosa es lo que sufrimos yo y mi amigo Juan Carlos”, dijo Mendoza.

La única ayuda legal que han conseguido fue la que les otorgaron Denver Pedraza y Carlos Corro, y no han entrado en contacto con la Comisión de Derechos Humanos del Comité pro Santa Cruz. Mendoza también está agradecido con las secretarias de la Fiscalía de La Paz. “Cuando llegamos se indignaron y se pusieron a llorar. No podían creer que estemos sangrando y con la cara hinchada. Pusieron cuota para comprarme ropa. Yo se los agradezco”, aseveró.

Una de las cosas que más le molesta es que se haya dicho que él fue un soplón. Asegura que los soplones del Gobierno fueron Ignacio Villa Vargas y Mario Tadic. Del primero dice que dio informes desde septiembre, cuando llegó Eduardo Rózsa al país. Ayer se comunicó con Corro, que están en La Paz, para pedirle que les envíe unos documentos y hoy hará público los nombres de otros dos informantes cruceños, ligados al movimiento autonomista, que supuestamente delataron al grupo de Rózsa a cambio de un jugoso pago del Gobierno.

“Nos hemos enterado de muchas cosas. Villa nos acusó a nosotros, pero el fiscal Marcelo Sosa no nos permitió tener un careo con él. A nosotros nos pusieron como los señores de la guerra, como grandes traficantes de armas y como soplones. Pero a nosotros nos han pegado harto, lo mismo que a Elöd Tóásó. A Tadic ni lo han tocado”, concluyó.

Madre de Gábor niega implicación

La madre Dudog Gábor, en declaraciones a la agencia estatal húngara de noticias, MTI, aseguró que su hijo nunca participó en ningún hecho terrorista. Dijo que su hijo había obtenido un puesto de trabajo en una empresa de seguridad de Irlanda, en enero pasado, y que había ido a Bolivia a obtener experiencia. Esta misma información, sobre un curso en Bolivia, dejó Michael Dwyer en su casa en Irlanda.

“Mi hijo tiene 25 años y habla varios idiomas, trabajó en empresas comerciales como representante regional. Desde enero ha estado trabajando para una empresa de seguridad de Irlanda”, dijo la madre de Gábor.

Acotó que volvió a Hungría el 26 de marzo, “pero no porque tenía miedo y quería escapar de Flores», ya que asegura que Gábor mantenía contacto continuo con Rózsa a través de la Internet.

Según ella, su hijo quería obtener experiencia internacional en el campo de la seguridad y que trabajaría en Bolivia en campos petroleros, cómo lo había hecho junto a Dwyer y Tibor Révész en Irlanda. “Las acusaciones en contra de mi hijo fueron una sorpresa y me impactaron. En un lejano país como Bolivia, es natural que algunos húngaros compartan y se tomen fotos, esto no quiere decir que querían para cometer actos terroristas «, dijo la madre, en una entrevista publicada por Hunagrian Ambience.

Gobierno acusa a medios de desviar la atención

El Gobierno no encontró una mejor forma de festejar el Día del Periodista que atacer a los medios. En una entrevista concedida a la radio Erbol, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, acusó a las redes de televisión PAT y UNO, a los diarios La Prensa y El Nuevo Día y al director de la radio Fides, Eduardo Pérez Iribarne, de desviar la atención del país en el caso de supuesto terrorismo en Santa Cruz.

En su opinión, el Gobierno ya ha probado que había un grupo terrorista liderado por Eduardo Rózsa, pero aún falta verificar quiénes los trajeron a Bolivia.

Como antiguo defensor de los derechos humanos, fue consultado sobre las violaciones a la integridad de los sospechosos que hubo en este caso. Admitió que hubo algunos casos en los que se han cometido exceso, pero que éstos no contaminan  las investigaciones sobre terrorismo.