Nino Gandarilla Guardia
Durante la Colonia, la principal preocupación del Cabildo era que haya carne y que se organicen los juegos respectivos durante los días festivos, en nombre del rey. Aunque hay indicios de carnaval desde la fundación, el documento más antiguo que encontramos es de 1637 que dice: “…por acabarse el año en cuanto a la carneceria el dia de carnestolendas”. Hay otro de 1639 que dispone: “…que se ordenen y dispongan los siguientes quatro dias de toros y uno de carros y otras ynbensiones y mascaras…”.
En 1779 se incluye a los indígenas: “…en los nueve pueblos h…zo …ho Señor Fiestas carnabalinas en nombre Rei n…s señor (qe. Dios g. E) a fin de yntroducir en los neophitos su real nombre , y authoridad q. nes celebraron con repetidas alegrías, tirando flechas al blanco, bailando la Sarabaina, y haciendo otras demostraciones de Jubilo…”.
En la República, la elaboración de las ordenanzas del Carnaval consistía principalmente en reglamentar el uso de vestimentas y productos, así como el comportamiento de los carnavaleros y regular los precios. La ordenanza más antigua que encontramos es del 20 de febrero de 1879 y se llama “Ordenanza de Comparsas”, la misma que está firmada por el Dr. Manuel José Jiménez, presidente del H. Concejo Municipal.
Puntos centrales en el contenido de las disposiciones de esa época son: disfraz, comparsas, casas de recepción, patentes, prohibiciones, insumos para jugar, precios, bebidas, calendario carnavalero, sitios de esparcimiento, incentivos, concursos, publicaciones, instituciones ejecutoras.
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Estas ordenanzas, por un lado, tratan de controlar la fiesta y, por otro, orientarla por la cultura y buenas costumbres. Algo que se debe destacar es el hecho de que el legítimo derecho a divertirse se lo toma muy en serio.
En general, las ordenanzas del Carnaval eran firmadas por el Presidente del Concejo Municipal y el Secretario o por el Alcalde y el Oficial Mayor. Sin embargo, la de 1981 fue también firmada, por primera vez, por el Director General de Cultura y Turismo, y en 1983 firmó el Oficial Mayor de Cultura. En 1985, en la gestión edilicia del Dr. Romelio Antúnez, por primera vez una mujer suscribió la correspondiente ordenanza, la Lic. Cira Torrico Rocha, quien estaba a cargo entonces de la Oficialía Mayor de Cultura.
Destaca la disposición de 1966, por ser ordenada en capítulos y con subtítulos. De igual manera, la de 1972, por ser muy positiva en cuanto a su concepción. A partir de 1979 comienzan a aparecer resoluciones reglamentando el Corso y otros aspectos. La de 1982 es quizá una de las más reglamentadas; además, por primera vez se organiza el Carnaval desde diciembre, puesto que el 2 de enero se inicia el precarnaval y el Correo se efectúa el 14 de febrero.
El Estatuto de la ACCC aprobado el año 1993 establece lo siguiente: "La Ordenanza del Carnaval, emitida por el Gobierno Municipal, es la norma básica que todos los asociados deben tomar en cuenta para su participación en el carnaval cruceño. Para tal efecto el Directorio deberá coordinar su elaboración con las autoridades municipales".
1995, la Ordenanza es corta, pero amplio su reglamento. De ahí en adelante las disposiciones edilicias de Carnaval tienen esas características. 1996, aprueba el reglamento y se reduce al marco general. El mismo año el Gobierno Municipal reconoce los estatutos, resoluciones y disposiciones de la ACCC.
En 1998 se aprueba una Ordenanza con reglamentación bastante completa. En el nuevo milenio se nota la persistente participación de la Asociación de Comparsas en la elaboración de la Ordenanza y su Reglamento. La ordenanza del año 2011, si bien puede tomarse como una de las más completas, continúa con muchos problemas de estructura en su parte reglamentaria y sigue siendo excluyente. Los títulos no siempre corresponden con el fondo y contenido de los artículos. Igual la del 2012, es un dolor de cabeza para cualquiera; en realidad es un mamotreto tipo Frankenstein por tantos parches que se le han puesto.
La Ordenanza del Carnaval 2013 está siendo elaborada con un proceso lento pero seguro. La Comisión de Cultura del Concejo Municipal inicialmente convocó a varios asesores, entre los que se encuentran expresidentes de la ACCC, promotores culturales, escritores, abogados y técnicos. Luego se la revisó en la Comisión de Cultura, lo cual demandó unas 14 horas.
Se ha elaborado tal vez el mejor proyecto de ordenanza de Carnaval de todos los tiempos. No es perfecta, pero de lejos es lo mejor que se ha producido. Se sabe que en los próximos días pasará a una nueva fase de revisión en el Comité Impulsor del Carnaval para finalmente ser considerada por el Concejo Municipal en pleno.
Va mejorando la cosa.