ESPECIAL. Los numerosos movimientos que integran el chavismo pueden reconducirse a dos pilares fundamentales: civiles de ideología socialista y los militares que acompañaron a Hugo Chávez en la asonada de hace dos décadas
Por Alfredo Jiménez Pereyra – Los Tiempos
Miles de venezolanos oran por la salud del presidente Hugo Chávez, el martes pasado en Caracas. – Efe Agencia
Mientras el presidente de Venezuela Hugo Chávez permanece convaleciente después de habérsele realizado en La Habana una cuarta operación por el cáncer que padece, reina la incertidumbre sobre el rumbo político que vaya a tomar el país llanero u otros países aliados al régimen chavista.
El analista político Roberto Covarrubias Núñez indica que el chavismo es heterogéneo con demasiadas tensiones, con un liderazgo sumamente personalista y cuando eso sucede, pues es muy difícil unificar las bases si desaparece ese liderazgo.
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“Tanto en Venezuela como en algunos países que impulsaron los cambios políticos existe un porcentaje alto de oposición, será determinante el grado de conciencia e ideológica que hayan adquirido estas sociedades para proseguir el rumbo político trazado por Chávez”, sostiene.
Advierte que si Venezuela dejara de contar con su líder histórico, varios países aliados al régimen de Caracas experimentarían una desaceleración en las metas de sus programas sociales y políticos que se plantearon.
El miércoles pasado, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo que los “procesos revolucionarios” emprendidos en Venezuela, Ecuador, Argentina y Bolivia deben seguir, incluso, si Chávez abandona la jefatura de su país.
“Si por la gravedad de su dolencia no pudiera continuar al mando de Venezuela, tienen que seguir esos procesos revolucionarios, bolivariano en Venezuela, en Ecuador, en Argentina, en Bolivia, independientemente de las personas”, reseñó el diario El Comercio.
En el plano interno venezolano, la historiadora Margarita López Maya indica que las tensiones podrían venir del diferente perfil de los dos hombres fuertes en el chavismo: Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.
“Maduro es un hombre más de izquierda, que viene de la Liga Socialista, es civil, y tiene el favor de los cubanos, eso puede traerle ojeriza con el Ejército. En cambio, Cabello sí tiene poder, controla el partido y la Asamblea Nacional, viene de los militares, también tiene la confianza de Chávez. El vicepresidente (Maduro) tiene menos poder interno, pero tiene la imagen internacional, el favor de los cubanos y ahora el propio Chávez, aunque eso dura lo que dura Chávez”, indicó a BBC.
Ahora bien, ninguno de ellos tiene el liderazgo para controlar el partido y las bases como lo tuvo Chávez.
Los militares detentan puestos clave desde el punto de vista económico, como el órgano encargado de administrar el rígido control de cambios, Cadivi, la recaudación de impuestos (Seniat), puertos, aeropuertos y bancos.
Gracias a sus conexiones en el estamento militar, a que es presidente de la Asamblea Nacional y el número dos del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), no son pocos los que consideran a Cabello el más poderoso hombre del chavismo después del propio Chávez.
Sin embargo, también es visto con recelo por quienes no lo consideran un “socialista” y porque sus detractores lo acusan de haberse enriquecido con su trayectoria política.
Después de Cabello, hay numerosos militares retirados en altos cargos, tanto en el gabinete central como en las gobernaciones estatales. Pero también los hay en activo entre la cúpula castrense que no dudan en declarar su lealtad a Chávez con sus:
“Independencia y patria socialista”.
Sarcoma afecta a tejidos
Aunque el presidente Hugo Chávez ha tratado de mantener el hermetismo en torno al tipo de cáncer que lo afecta, en los círculos médicos especializados de la región se presume que estaría afectado por un sarcoma (tumor que se origina en tejidos conectivos, incluidos músculos) y que el órgano comprometido podría ser la vejiga.
Este tumor inicial fue extirpado en Cuba a mediados del 2011 durante una cirugía que se habría complicado por la perforación de la última parte del tubo digestivo; esto obligó al Presidente a permanecer varios días hospitalizado.
Carlos Francisco Fernández, asesor médico del diario bogotano El Tiempo indica que se presume que el tamaño de la masa haya sido relativamente grande, lo que explicaría la aplicación de quimioterapia después de la cirugía.
LA OPOSICIÓN NO TIENE NORTE
Para el analista Carlos Romero, profesor de la Universidad Central de Venezuela, “en este momento no se puede apostar por ningún candidato en la oposición porque ya se pasó el ciclo en el cual fue elegido por vía de las primarias el candidato Henrique Capriles”.
“No es que Capriles no tenga chance, pero no es una relación automática. Que se pueda dar un nuevo contexto en que haya elecciones, no es seguro que Capriles sea el candidato. Tengo entendido que ya hay movimientos en torno a algunos nombres”, dijo Romero a BBC Mundo.
Sectores afines a la oposición ya hablan de unas “primarias de facto”.
Hasta el momento, después de las presidenciales del pasado octubre, las regionales habían pasado bastante desapercibidas: casi por completo si se mira la prensa internacional.
Todo cambió con la recaída de Chávez. Sobre todo, las miradas se posaron en el estado Miranda, que abarca parte de la ciudad de Caracas, y en el que se enfrentó Capriles al exvicepresidente Elías Jaua, hasta hace poco considerado entre los aspirantes a convertirse en delfín de Chávez.
El opositor Capriles rechazó que el vicepresidente, Nicolás Maduro, sea considerado posible “sucesor del presidente Chávez.
El dirigente instó a mantener la constitucionalidad y el respeto a la voluntad popular en ese país.
La semana pasada, durante un acto proselitista efectuado en el estado de Miranda, Capriles exclamó: “Que quede bien claro: en Venezuela no hay sucesión. Esto no es Cuba, ni una monarquía donde hay un rey y entonces sube al trono el designado por el rey”.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo, reclamó que se cumpla con la Constitución ante cualquier escenario.
LA SUCESIÓN
El artículo 233 de la Carta Magna del país, que fue aprobada en 1999 y reformada por referendo popular en 2009, establece que, en caso de que fallezca el presidente de la República bolivariana “se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los 30 días consecutivos siguientes”.
Según el mismo artículo se consideran “faltas absolutas del presidente o presidenta de la República: su muerte, su renuncia, o su destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, su incapacidad física o mental permanente certificada por una junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación de la Asamblea Nacional, el abandono del cargo, declarado como tal por la Asamblea Nacional, así como la revocación popular de su mandato”.
El artículo prosigue afirmando que “cuando se produzca la falta absoluta del presidente electo o presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los 30 días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo presidente o la nueva presidenta, se encargará de la presidencia de la República el presidente o presidenta de la Asamblea Nacional”.
Según el Artículo 233, “si la falta absoluta del presidente o presidenta de la República se produce durante los primeros cuatro años del período constitucional, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los 30 días consecutivos siguientes.
Mientras se elige y toma posesión el nuevo presidente o la nueva presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el vicepresidente ejecutivo o la vicepresidenta ejecutiva». Así, Nicolás Maduro asumiría las competencias presidenciales temporalmente hasta las nuevas elecciones para elegir al nuevo Jefe de Estado. Pero si Chávez muriese en los dos últimos años del periodo constitucional “el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva asumirá la Presidencia de la República hasta completar el mismo”.
En relación con las elecciones presidenciales para elegir al sustituto de Chávez, el Artículo 229 de la Carta Magna establece que «no podrá ser elegido presidente o presidenta de la República quien esté de ejercicio del cargo de vicepresidente ejecutivo (…) en el día de su postulación o en cualquier momento entre esta fecha y la de la elección”.