En La Rinconada hay 4.500 jóvenes explotadas. Un informe de la Policía peruana revela que las chicas se prostituyen en unos 200 locales donde además se expende cerveza.
Página Siete / La Paz
La Rinconada, pueblo donde se denuncia trata de personas. Foto La República
Una investigación de la Policía peruana, realizada durante siete meses, confirmó que en el centro minero de La Rinconada (cercano a Bolivia), el 40% de las menores que son prostituidas en el lugar proviene de Bolivia. El resto es de localidades pobres de la sierra sur peruana, reportó ayer el diario peruano La República.
El lugar se caracteriza por la gran cantidad de locales donde se ejerce la prostitución, sobre todo de menores de edad.
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El informe “La Rinconada 2012” revela que en el centro existen más de 200 locales rústicos de expendio de cerveza donde explotan a más de 4.500 menores.
“La mayoría de víctimas son de localidades pobres de la sierra sur peruana. Sólo un 40% procede de Bolivia”, señala el documento citado por el periódico peruano.
El trabajo de las féminas consiste en “colocarse de manera provocadora en la puerta de los establecimientos para captar clientes”, a quienes les ofrecen su compañía a cambio del consumo de cerveza. Para que la menor acceda a tener relaciones sexuales, el cliente debe haber consumido mínimo una caja de cerveza.
El negocio es floreciente. Un par de cervezas llega a costar 16 soles (41 bolivianos), de los cuales tres le corresponden a la menor que logró seducir al cliente. La diferencia es ganancia de la tratante.
Para que el cliente pueda sacar del local a la menor debe pagar 300 soles (785 bolivianos) en la barra, pero sólo 100 le corresponden a la dama de compañía. Los otros 200 soles terminan en el bolsillo de la propietaria del establecimiento, supuestamente por el alimento y el techo que dan a las jóvenes.
El informe detalla que es difícil penetrar en la zona porque los mineros salen en defensa de los tratantes. Incluso se detectó que las menores están aleccionadas para ofrecer resistencia.
En años anteriores, comisiones intergubernamentales de Perú y Bolivia realizaron gestiones para socorrer a las muchachas.
El alcalde de La Rinconada, Yack Mamani Yucra, admitió el funcionamiento de locales de dudosa reputación, pero dijo que en su gestión se han reducido considerablemente. Argumentó que es imposible imponer orden porque es un lugar peligroso, donde impera la ley del más fuerte.
El cónsul de Bolivia en Puno, Eloy Poma, que integró operativos para recuperar a sus connacionales, sostuvo que el problema de La Rinconada debería ser abordado con mayor empeño.
En julio pasado, la responsable del área de Trata de Personas del Centro de Capacitación y Servicio para la Mujer, Yésica Velarde, y la coordinadora del Centro de Información y Desarrollo de la Mujer, Patricia Bráñez, denunciaron que las redes de trata y tráfico de personas llevan a bolivianas, de 14 a 25 años, a Perú y a Europa.
“Reclutan a las víctimas con anuncios en los que ofrecen trabajos como meseras o cocineras, prometen cubrir los gastos de viaje y alimentación”, dijo Velarde, quien apuntó a La Rinconada como uno de los destinos de las menores víctimas de trata.