Marco Mejía / La Paz
Al todo o nada, así será el partido que disputarán esta noche los equipos de Blooming y Real Potosí (19:00), en el estadio Ramón Aguilera Costas. El que pierda quedará condenado a jugar el descenso indirecto, con el riesgo de perder la categoría en la División Profesional.
Los blooministas tienen la ventaja de jugar en condición de locales, aunque durante la temporada no han hecho valer esa condición que los tiene en una incómoda posición.
Al elenco cruceño sólo le sirven los tres puntos para acumular 26 y librarse de la zona roja. En cambio, los potosinos llegan a la última jornada con 25 unidades acumuladas y les bastará un empate para respirar aliviados y pensar en la temporada 2022.
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Hace 26 años, Blooming estuvo en la misma situación que hoy. En aquella ocasión se salvó primero del descenso directo frente a Ciclón de Tarija, aunque cuando le tocó jugar el indirecto, Chaco Petrolero dio cuenta de la Academia cruceña en una de las jornadas más negras del elenco cruceño.
Los potosinos subieron en 1998 a la entonces Liga, hace poco cumplieron 1.000 partidos; pero este año es el de peor rendimiento .
La Comisión de Competiciones de la Federación Boliviana de Fútbol, a través de su director Klaus Von Landwust, oficializó que los partidos de ascenso-descenso indirecto se jugarán entre los días miércoles 15 y domingo 19 de diciembre a partir de las 15:00, con el horario también ratificado.
El que pierda esta tarde en la final de la Copa Simón Bolívar en Sucre será el rival de Blooming o Real Potosí.