Una deuda económica por el repuesto de un vehículo (muñón) aparece como el principal motivo del crimen del taxista Carlos Alfredo Sinca Quispe (31), degollado y abandonado la madrugada del 30 de diciembre en la calle Maiser de la zona de Alto San Pedro.
El rastreo de llamadas del teléfono celular de la víctima condujo a los investigadores del Grupo Especial de la Felcc a la aprehensión de los hermanos Elías y Joel Serrano Brales, quienes después de interrogatorios admitieron ambos haber participado en la violenta muerte del taxista, ocurrida después de haber consumido ese día cervezas.
Chapero homicida. El jefe de Operaciones de la Felcc, teniente coronel Óscar Terceros, informó que uno de los supuestos asesinos fue el chapero de la víctima, mientras que el otro es hermano del sospechoso, un ayudante albañil. El día del crimen, después de discutir, pelear y degollar a Sinca Quispe abandonaron su cuerpo y en su afán de escapar del lugar chocaron con un objeto fijo que dañó la parte lateral de la vagoneta blanca Probox, que fue trasladada a unos terrenos boscosos, pasando Clara Cuta, donde le pidieron a un vecino que les guardara el vehículo.
Un joven que los vio llegar al lugar contó que entonces relataron que habían chocado el vehículo de sus padres y que no querían que se enteren, por lo que le pidieron su garaje y pagarle 10 bolivianos diarios por cuidarlo. Este no acepto y el vehículo fue abandonada en un lote baldío, donde se encontró el cuchillo y la billetera de la víctima.
Fuente: Red Uno, El Día
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