El Sr. Presidente Evo Morales Ayma


Ismael Schabib Montero*

SCHABIB No es propósito de esta nota poner en discusión el respeto que se debe tener por las autoridades nacionales, especialmente por el Sr. Presidente de Bolivia. Pero las personas (porque son personas y no deidades mitológicas) investidas en esos cargos, además, deberían hacerse merecedoras de ese respeto.

Referido al presidente de Bolivia, por el poder que ostenta, sus aciertos benefician a muchos y sus errores perjudican de igual manera. Por eso en el campo de la toma de decisiones, debería tener la capacidad cultural e intelectual para decidir con acierto entre varias opciones que se le presenten al elegir la solución de un problema; para ello necesita ser ilustrado; no saberlo todo, pero sí, contar con el suficiente conocimiento general para ubicarse. Tal vez más importante aún, es el campo de la justicia y la moral, porque a pesar de los adulones, el primer mandatario debería diferenciar nítidamente el bien del mal; por lo tanto debe tener buena formación.



Antes de que el Sr. Evo Morales Ayma sea presidente de Bolivia, ¿Cuál era el perfil que teníamos de él? El de un dirigente cocalero aguerrido, que defendía los sembradíos de coca ilegal, coca para elaborar cocaína, teniendo como argumento la extrema pobreza de sus adherentes y la falta de mercado para otro tipo de producción. Con todo lo que aquello implicó, bloqueos de camino, perjuicio para la inmensa mayoría no cocalera, enfrentamientos, muertos, desaparecidos, torturados, heridos, etc.

Cuando fue parlamentario, fruto de un contundente apoyo de sus adherentes en el Chapare, supimos de sus intervenciones, que casi nunca pusieron en evidencia a un erudito en nada. Sin embargo se tiene que reconocer que ha hecho historia en nuestro país, la votación que alcanzó en diciembre del 2005 obteniendo mayoría absoluta, con una confiable Corte Nacional Electoral; habla de una hazaña, de un fenómeno político.

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¿Pero acaso que una persona con el perfil del Sr. Morales no es extremadamente peligrosa como primer mandatario de un país, porque no mide consecuencias? Porque no es prudente.

A fines de junio del 2012, el Sr. Stephen Moore, ex agente del FBI, presentó un informe al sub Comité de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, sobre el caso Ostreicher que apunta directamente al Sr. Presidente.

Según una nota de Emilio Martínez (03/01/13) titulada “Moore, Ostreicher y el gulag de Evo”, el informe entre otras cosas dice: “La conducta del gobierno boliviano y el encarcelamiento continuado sin recursos legales son violaciones de la ley boliviana, el derecho internacional y las normas internacionales de Derechos Humanos”.

¿Acaso que lo anterior no es consecuencia de “le meto nomás y que arreglen los abogados…? ¿Acaso que no es legítimo tener la sospecha de que el presidente Morales es el propiciador de estos hechos censurables porque no tiene el menor respeto por la ley?

Algo muy grave; comete agresión el gobierno contra el Oriente boliviano, cuando se inventa motivos para encarcelar a la oposición ubicada en esta región, valiéndose de personas oriundas del Occidente, como el caso del fiscal Sosa; un hecho desgraciado del centralismo, como si en Bolivia estuviéramos haciendo “méritos” para dividir al país, para odiarnos entre bolivianos.

Por eso el Presidente Morales no debe ser reelegido en las elecciones del 2014. Él es una amenaza para la existencia de Bolivia. Digámoslo desde ahora ¡Cuidemos a nuestro país, hagamos que la gente elija bien! ¡Viva Bolivia unida!

*Vicealmirante de la República de Bolivia