La Paz. Una verificación de los datos del visitante, la presentación del carnet de identidad y una serie de preguntas son los requisitos que deben cumplir los familiares y amigos del exgobernador de Pando, Leopoldo Fernández, antes de visitarlo en el Centro Médico Especializado (Cemes), ubicado en la avenida 6 de Agosto, donde se encuentra internado.
El exgobernador de Pando, Leopoldo Fernández, opositor al régimen de Evo Morales, en una audiencia judicial. Foto internet.
Una vez que el funcionario de la clínica quedaba conforme con los documentos presentados les otorgaba el permiso correspondiente para ingresar a la habitación 209 del segundo piso.
“Me parece una exageración. No creo que sea rutinario en los centros médicos presentar de esta forma el carnet, sólo faltó que nos hagan jurar que éramos los verdaderos dueños de las cédulas”, comentó molesta en el ascensor una familiar que no quiso dar su nombre por obvias razones.
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Dos policías vestidos de civil resguardaban celosos la puerta de la habitación de Fernández, mientras personal de seguridad del hospital colaboraba con la tarea. En la puerta de la clínica, otros cuatro policías están de guardia.
Exprefecto recibió visita familiar con vigilancia policial
Amigos y familiares de Leopoldo Fernández se dieron cita ayer en el Centro Médico Especializado (Cemes), ubicado en la avenida 6 de Agosto, luego de una insistente verificación de sus datos personales y cédula de identidad por los administradores pudieron ingresar a visitar a la exautoridad.
La tarde de este domingo, los cercanos a Fernández concurrieron a Cemes con la intención de llevarle flores o algunos alimentos, para muchos fue en alegría volver a ver a su familiar, luego de que éste fuera encarcelado por algunos años; sin embargo, en la administración debieron demostrar con documentos personales que eran parientes de la exautoridad.
“Me parece una exageración. No creo que sea rutinario en los centros médicos presentar de esta forma el carnet, sólo faltó que nos hagan jurar que éramos los verdaderos dueños de las cédulas”, comentó molesta en el ascensor una familiar que no quiso dar su nombre por razones obvias.
Fuente: El Diario