SABSA: Rebaja de tarifas causó disminución de las inversiones

La empresa Servicios de Aeropuertos Bolivianos SA (SABSA), filial del grupo español Abertis-Airports propone invertir $us 36 millones en 9 años. La compañía plantea  una adenda al contrato.

image Terminal. Vista del interior del aeropuerto de El Alto, donde las aerolíneas tienen sus oficinas. La Razón-Archivo.

La Razón / La Paz



La empresa Servicios de Aeropuertos Bolivianos SA (SABSA), filial del grupo español Abertis-Airports, no ejecutó la totalidad de sus inversiones debido a que el Gobierno dispuso en 2005 la reducción de tarifas lo que provocó, a su vez, una disminución en sus ingresos.

Así declaró ayer a La Razón el gerente general de SABSA, Anthony Alicastro, quien explicó que a fines de 2005 había un plan de inversiones consensuado con el Ministerio de Obras Públicas, el cual fue aprobado por el Viceministerio de Transportes.

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Sin embargo, el ejecutivo indicó que de forma paralela la ex Superintendencia de Transportes y Telecomunicaciones disminuyó ese año “ilegalmente” las tarifas por los servicios que presta SABSA, “lo que hizo imposible ejecutar la totalidad del plan de inversiones consensuado”.

“Entonces, nos parece injusto que nos critiquen por no haber ejecutado la totalidad del plan de inversiones tomando en cuenta que cuando éste se aprobó la entidad reguladora ilegalmente nos bajó las tarifas (…). Por ello, no se ejecutaron todos los proyectos que estaban contemplados en el plan debido a que la entidad nos quitó la fuente de financiamiento de los proyectos al reducir las tarifas”. Alicastro precisó que algunos proyectos considerados en el plan que no se efectuaron estaban programados para la gestión 2006 en adelante.

El 15 de enero, el ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez, afirmó que SABSA no cumplió con su plan de inversiones pese a que tiene la capacidad de invertir más recursos. “Nosotros creemos y tenemos toda la justificación de que sí, SABSA ha incumplido en el proceso de inversión y que puede hacer más inversiones”.

El gerente reiteró que se realizó  una propuesta al Ejecutivo de invertir en los próximos nueve años $us 36,3 millones en la ampliación de los aeropuertos internacionales de El Alto, Jorge Wilstermann y Viru Viru. El 10 de diciembre de 2012, Sánchez rechazó la oferta de inversión realizada por SABSA para ampliar los aeródromos internacionales del país.

El gerente insistió en que el Gobierno no emitió una respuesta oficial sobre si la propuesta de inversión que hizo SABSA “fue aceptada o no”, aunque en reuniones anteriores se expresó que la cifra era “suficiente”. Dijo que hace dos semanas se pidió una cita al ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, para “analizar una posible adenda al contrato sobre las inversiones y las tarifas”, pero aún no recibieron una respuesta. Aseguró que Abertis-Airports tiene “toda la predisposición” para seguir negociando con el Ejecutivo sobre “la posibilidad de poner sobre la mesa una mayor inversión” en el país.

El martes, el viceministro de Transportes, Edwin Marañón, no descartó una posible estatización de SABSA por no cumplir sus inversiones. Un día después, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, expresó al Estado boliviano el malestar del Gobierno de España por la expropiación de las filiales de Red Eléctrica e Iberdrola y su preocupación ante futuras acciones contra firmas españolas.

“Pensamos que SABSA es la mejor opción para el desarrollo de los aeropuertos, pero en caso de que el Estado tome cualquier decisión nuestro pedido es que lo haga en forma consensuada para evitar conflictos con la empresa y se dañen las relaciones con España”, afirmó el gerente.

Inversión que hizo la española

Informe

SABSA invirtió, entre marzo de 2007 y diciembre de 2012, $us 33,6 millones. También pagó el capital e interés del crédito italiano que Bolivia contrajo para construir el aeródromo de Cochabamba. La cifra a enero llega a $us 15,65 millones.

Firma niega haber alterado datos de inversión

El gerente general de la empresa Servicios de Aeropuertos Bolivianos SA (SABSA), Anthony Alicastro, negó ayer que la compañía haya alterado o sacado información sobre las inversiones que habría efectuado en los últimos años en el país.

El jueves, el Ministerio Público allanó las oficinas de SABSA y secuestró información sobre las inversiones que habría realizado la empresa de capitales españoles en los aeropuertos internacionales de El Alto, Jorge Wilstermann y Viru Viru.

Entonces, el fiscal Aldo Ortiz indicó que la acción se realizó en el marco de la denuncia presentada formalmente por el Sindicato de Trabajadores de SABSA por los presuntos delitos de incumplimiento de contrato y daño económico al Estado. Dijo que pidió a los ejecutivos de SABSA documentación que respalde sus inversiones y al no obtenerla intervino sus oficinas.

Alicastro señaló que la Fiscalía no les solicitó información sobre sus inversiones y que la firma está dispuesta a colaborar en la investigación. Por ello, dijo que se entregó al fiscal el jueves la documentación sobre las inversiones hechas en 2011 y 2012.

Sabsa propone invertir $us 36 millones en nueve años

LA CONDICIÓN ES UN INCREMENTO DE LAS TARIFAS AEROPORTUARIAS.

image Los Tiempos y Agencias

La terminal de El Alto, donde se hallan las oficinas de Sabsa, allanadas el jueves pasado. – La Prensa Agencia

Ante las acusaciones de baja inversión y tras el allanamiento de oficinas por parte de un fiscal, el gerente general de Servicios de Aeropuertos Bolivianos (Sabsa), Anthony Alicastro, dijo que la empresa está abierta a dar información y que presentó un plan para invertir 36 millones de dólares en los próximos nueve años. Sólo pide actualizar las tarifas, congeladas desde 2001.

Indicó que los pedidos de los trabajadores están “fuera de la ley” y sobre una nacionalización opinó que el Gobierno está en su derecho, pero sería un error.

Este jueves pasado, el fiscal Aldo Ortiz allanó las oficinas de Sabsa en El Alto y, según informó después, secuestró información que Sabsa le habría negado para investigar la denuncia de bajas inversiones. Ese mismo día, el presidente Evo Morales declaró a la cadena internacional CNN que nacionalizaría las empresas que no cumplan con las inversiones comprometidas, y un día antes (miércoles), el viceministro de Transportes, Edwin Marañón, dijo que se trabajaba junto con Sabsa una adenda para especificar los montos de inversiones.

Consultado sobre toda esta situación, Alicastro dijo que en primer lugar hay que desmentir que Sabsa hubiera negado información.

“Estamos dispuestos a proveer toda la información que se requiera, incluyendo nuestras declaraciones”, dijo, aunque aún no fue citado a declarar.

Sobre las versiones de nacionalización de Sabsa, Alicastro dijo que el Gobierno estaba en todo su derecho, aunque advirtió que sería una mala idea para los aeropuertos del país, además de que esos rumores crean un clima de incertidumbre negativa para entablar negociaciones.

Sobre las bajas inversiones, el Gerente dijo que se trata de una verdad a medias. Relató que en 1998 Sabsa presentó un plan maestro, que no fue ni aprobado ni rechazado por el Viceministerio de Transportes de esa época.

En 2005, se presentó un nuevo plan que sí fue aprobado, pero ese mismo año, la Superintendencia de Transportes rebajó las tarifas de uso de las terminales aéreas a montos que han permanecido vigentes hasta la fecha.

Por eso, en la adenda que se negocia con el actual Viceministerio de Transportes, Sabsa oferta una inversión de 36 millones de dólares en los próximos nueve años, en los tres aeropuertos principales de Bolivia (El Alto de La Paz, Jorge Wilstermann de Cochabamba y Viru Viru de Santa Cruz) aunque para eso deberá pensarse en elevar las tarifas, que están vigentes desde 2001.

El ministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez, según versiones de prensa ya habría respondido (aunque no a Sabsa), que la cifra comprometida era insuficiente.

Alicastro dijo que, a pesar de los atropellos, Sabsa invirtió más de 200 millones de bolivianos (33 millones de dólares, según información de su página digital) desde 1997 hasta 2012.

Trabajadores

En tanto, el sindicato de trabajadores de Sabsa se declaró ayer en emergencia, reclamó los 10 millones de dólares presuntamente adeudados por la empresa por beneficios sociales y convocó a un ampliado de emergencia para el 4 de febrero.

Ante el clima de bajas inversiones, “queremos que el Gobierno nacionalice Sabsa, pero sin poner en riesgo nuestras fuentes de trabajo”, dijo ayer el dirigente Alfredo Chávez.

Sobre el punto, Alicastro respondió que se trataban de demandas fuera de la Ley. “En realidad son dos demandas con las que llegan a sumar 10 millones de dólares. Sobre la primera demanda, ya el Ministerio de Trabajo nos dio la razón. La segunda demanda tiene que ver con pedidos fuera de ley. Por ejemplo, quieren que un trabajador nuevo gane lo mismo que un antiguo sólo porque ocupa el mismo cargo”, dijo el Gerente de Sabsa.

Montos

Entre marzo de 2007 y diciembre de 2012, Sabsa invirtió  33,6 millones de dólares en los tres aeropuertos principales del país.

También pagó capital e intereses (15 millones de dólares) del crédito italiano para la construcción del aeropuerto Jorge Wilstermann.

Sabsa también reclama por 73 millones de dólares entregados a Aasana.

“Evo Morales espanta las inversiones”

El Gobierno del presidente Evo Morales está transitando un camino errado, no tiene una política clara de inversión y está dando señales ambiguas sobre política económica, cuando por una parte dice estar abierto a las inversiones y, por otra, advierte que nacionalizará empresas extranjeras que incumplan inversiones, observaron ayer el analista económico Bernardo Prado y el vicepresidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, Ronald Nostas.

Morales aseguró en una entrevista con CNN en Español, que su Gobierno nacionalizará o expropiará las empresas extranjeras que no cumplan con sus inversiones en Bolivia. Los medios de comunicación han mencionado tres empresas de las que se habló de nacionalización: Sabsa, CREE y Pil Andina.

Las declaraciones del Presidente Morales “tendrán un efecto contraproducente, en el sentido de que las empresas  extranjeras tendrán que pensar dos veces antes de realizar algún tipo de inversión considerable en el país”, sostuvo Prado. Acotó que, en este momento, lo que el país requiere es atraer inversiones y no espantarlas.