El testimonio del agente infiltrado señala que el exjefe antidrogas organizaba los vuelos para transportar la droga.
Fuente: Unitel
Unitel tuvo acceso de forma exclusiva a la declaración jurada del agente infiltrado de la DEA (agencia antidroga estadounidense) ante el tribunal de justicia donde se han presentado seis cargos relacionados al delito de narcotráfico en contra de Maximiliano Dávila, exjefe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) y otros bolivianos.
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Según el testimonio, Dávila fue parte de la red que se dedicó al envío de grandes cantidades de droga desde julio de 2019, cuando ya era jefe antidroga en la Policía de Bolivia.
El agente antidroga se hizo pasar por un intermediario de cocaína para una red radicada en la República Dominicana que quería enviar 1.200 kilogramos de cocaína de Bolivia a Nueva York. Él discutió por primera vez este posible acuerdo con Rojas Echeverría, con quien se reunió en julio de 2019. Poco después de este encuentro, la fuente confidencial se reunió con Maximiliano Dávila. Ambas reuniones fueron grabadas legalmente por las autoridades del orden público.
En la última reunión, Dávila le contó a la fuente confidencial sobre aeropuertos particulares en Bolivia en los que controlaba las operaciones de seguridad y en los que podía desviar la atención de las autoridades del orden público de los aviones cargados de cocaína. Dávila también se ofreció a proporcionar dos policías para proteger el avión cuando estuviese cargando con la cocaína. Dávila declaró que los policías utilizarían su armamento oficial, que incluye ametralladoras.
Después de la reunión con Dávila, Rojas Echeverría presentó a la fuente confidencial a Cahuana en una reunión a finales de julio de 2019. Durante esa reunión, la fuente confidencial, Rojas Echeverría y Cahuana discutieron el plan para enviar cocaína de Bolivia a Nueva York, el rol de Dávila en la operación para brindar seguridad armada y los precios basados en las rutas de transporte propuestas y el destino en los Estados Unidos.
En una reunión a finales de octubre de 2019, Montaño Fernández entregó el kilogramo de muestra solicitado a Rojas Echeverría, quien a su vez con el infiltrado de la DEA analizó la calidad de la muestra de cocaína en un apartamento.
A principios de noviembre de 2019, Rojas Echeverría y Montaño Fernández se reunieron nuevamente con el agente infiltrado y acordaron el precio por kilogramo de cocaína de 3.000 dólares. También acordaron la cantidad, 1.300 kilos.
Dávila aseguró a los participantes de la reunión que brindaría protección al cargamento de cocaína, mencionando a un agente del orden boliviano que estaría a cargo de proteger la cocaína y su carga en el avión en el aeropuerto.
Durante llamadas y reuniones grabadas legalmente en diciembre de 2019 Y febrero de 2020, Dávila reconoció su conocimiento de la entrega exitosa de los kilogramos de muestra de cocaína en Lima, Perú y, a pesar de los disturbios en Bolivia durante este período, explicó que estaba preparado para asegurar un cargamento mayor a 1.500 kilogramos cuando los agentes encubiertos que se hacían pasar por compradores estuvieran listos.