Luchar contra la violencia y la inseguridad ciudadana es la prioridad de Rhea Borda. Lo hace desde noviembre de 2003, cuando su hija Jessika fue asesinada por unos asaltantes y decidió crear la fundación que lleva su nombre.
Según los balances de la Fundación Jessika Borda (Fujebo), hasta la fecha el alcance de su trabajo ha permitido dar servicos de ayuda jurídica, información, asesoramiento, educación y otras acciones contra la inseguridad ciudadana, a más de un millón de personas en nuestro departamento y Rhea, que es la presidenta del Directorio de la
Fundación, asegura que para seguir apoyando a las víctimas de la violencia es necesario un aporte más comprometido de las instituciones y empresas locales y de personas particulares.
“Necesitamos más ingresos si queremos seguir con nuestro trabajo y requerimos que los recursos sean continuos”, explica Rhea preocupada por la situación futura de la Fundación.
Detalla que mucha gente que ha sido víctima de la violencia y requiere hacer trámites ante los tribunales de justicia, no tiene ni para movilizar en micro y la fundación cubre desde ese tipo de gastos.
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“En este momento, estamos con un gran déficit económico, si no encontramos la ayuda necesaria, nos veremos obligados a cerrar. Estamos en plena campaña de salvataje y espero que Santa Cruz responda como siempre lo ha hecho”, informó Borda.
Para ella, lo ideal es que la fundación se pueda autosustentar con aportes que permitan ingresos fijos mensuales, para pagar costos operativos y administrativos, y poder, asimismo, planificar la ejecución de sus actividades.
Hace 33 años, Rhea llegó de EEUU para hacer una investigación que le valdría un importante puntaje en sus estudios de Sociología, pero cuenta que se sintió tan bien en Santa Cruz que aquel fue el principio de su nueva vida. Formó su hogar con un cruceño y aunque vivieron en EEUU unos años, luego la familia decidió establecerse definitivamente en Santa Cruz.
En 2003, meses antes de la muerte de Jessika, Rhea se divorció y cuando aún no se recuperaba, ocurrió la tragedia. La fortaleza de Rhea para sobrellevar el desastre hizo que cree la Fundación.
Considera que lo que se ha hecho hasta ahora contra la inseguridad es muy poco y le preocupa el aumento de la violencia.“Cuando vemos a diario en los medios, el incremento de denuncias y las formas cada vez más violentas en que un ser humano lastima a otro, resulta fácil perder la fe en la humanidad. Pero no quiero llegar a ese extremo, aunque he pasado por la peor de las pesadillas”, manifiesta.
Considera que no se ha avanzado en la búsqueda de soluciones viables y que ha visto cómo las autoridades fallan en sus planes de controlar la inseguridad ciudadana.Desde que comenzó a trabajar contra la inseguridad Rhea aprendió a tener más paciencia, tolerancia y flexibilidad en todo lo que hace o trata de hacer.
Es más sensible y solidaria que antes, pues le ha tocado conocer experiencias de dolor muy cercanas.
Sostiene que construir una sociedad segura no solo tiene que ser tarea de las víctimas de la violencia, sino de todos, pues todos los ciudadanos estamos expuestos a ser afectados por la violencia.
Detalles
Llegó por primera vez a Bolivia cuando era estudiante de Sociología.
Trabajó en el área petrolera, fue Agente Consular de la Embajada de EEUU en Santa Cruz. Es asesora educativa del CBA y es presidenta del directorio de la Fujebo. En 2007 obtuvo la licenciatura en Relaciones Corporativas.