La empresa argentina Astra Evangelista S.A. (AESA) es responsable por los hechos de corrupción ocurridos en la Planta Separadora de Líquidos de Río Grande, que se construye en Santa Cruz, dijo ayer el presidente Evo Morales, y anunció que luego de terminar el proyecto AESA no recibirá la adjudicación de ninguna obra, según reportó el periódico digital Oxígeno.
Las declaraciones fueron hechas durante una inspección a la obra realizada ayer por Morales junto al presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas. “Nos damos cuenta compañeras y compañeros trabajadores, que en esta corrupción no viene tanto del Estado, sino del sector privado, de la empresa que adjudica la construcción e instalación de la planta separadora de líquidos”, dijo Morales, citado por Oxígeno. Y pese a que la entrega de este proyecto ya se acerca, Morales recalcó su indignación por los hechos de corrupción.
“Nuestro ministro (Juan José Sosa) sabe, hermano Carlos Villegas, la posición que tenía sobre la empresa (AESA) que ha corrompido acá. Quiero que sepa la empresa, una vez termine, no tendrá otro proyecto que adjudicarse”, enfatizó el Presidente. En 2012, un accidente de tránsito que involucraba a un vehículo oficial de YPFB destapó un escándalo de corrupción en torno a la construcción de las plantas separadoras de líquidos de Río Grande (Santa Cruz) y Gran Chaco (en Tarija). La investigación derivó en la detención del que fuera gerente de plantas separadoras, Gerson Rojas, y de los exfuncionarios Agustín Ugarte, Brenda Avilés y el abogado Marcelo Oña, pero las pesquisas continúan.
Datos oficiales difundidos ayer señalan que el complejo registra un avance físico del 91,2 por ciento y un avance financiero del 87,27 por ciento, según una certificación de AESA al 25 de enero, aprobada por YPFB. Los datos de YPFB apuntan que para abril se espera la interconexión de ductos en la planta, y confirman para mayo próximo el inicio de operaciones, añadiendo que el complejo tiene un costo de 159,4 millones de dólares establecidos en el contrato.
A la fecha, está instalada gran parte de los equipos que llegaron de Buenos Aires, EEUU, Alemania y los que fueron construidos en Bolivia por la empresa “Carlos Caballero”.
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Fuente: ATB, Los Tiempos
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