Peruana en acción. La actriz, de 36 años, llegará hoy a Santa Cruz para dar una charla mañana acerca de la prevención de la bulimia y de la anorexia como parte de la campaña de Cyzone. Dijo que formó parte de un grupo activista durante el Gobierno de Fujimori. No planea llegar a Hollywood.
Hizo una pausa en la sesión de fotos para hablar de su vida, de política, del desnudo femenino y de Bolivia. Ella sabe que en cuestión de horas estará acá por primera vez y le emociona descubrir este país, que geográficamente se une a Perú, su país natal, y a Argentina, donde radica actualmente.
La actriz de cine y TV Vanessa Robbiano es un ejemplo de lucha contra la bulimia. Y llegará hoy para dar mañana una charla gratuita acerca de su experiencia en Belcorp (cuarto anillo, entre Paraguá y Mutualista), a las 10:00.Esta actividad forma parte de Quiérete, lucha contra la anorexia y la bulimia, una campaña que lleva adelante Cyzone con gran éxito.
¿Qué escuchaste de Santa Cruz de la Sierra?Que es una ciudad preciosa, calentita, que la gente es muy cálida… escuché cosas lindas.
Venís a hablar sobre anorexia y bulimia…Sí. Cyzone me eligió como la voz de la campaña porque hace años yo padecí bulimia. Durante cinco años estuve en rehabilitación y lo que pasa es que si no te quieres a ti mismo, no te podrá ir bien en la vida. Como dice el dicho: “El remedio es peor que la enfermedad”.
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Leí que una vez no quisiste hacer un desnudo…He hecho varios desnudos, pero esa vez era para una producción argentina y no quise hacerlo porque no era mi momento.
¿Qué opinás del desnudo femenino?No me gusta la mujer-objeto, pero ella es libre para decidir si lo será, a veces utiliza eso para ganar fama. Al final, cada uno hace lo que quiere con su cuerpo. No soy alguien que vaya a pelear por eso. Una cosa es que secuestren a una mujer y la obliguen a hacerlo, y otra que una chica de 25 años, que le guste hacer plata, lo haga.
Los países de Latinoamérica, incluido Perú, han atravesado por varios cambios políticos y hay como una lucha entre la derecha y la izquierda…El tema político es delicado, no me gustaría pronunciarme sobre eso porque no va con el mensaje de la campaña… Siempre me interesó la realidad social, no fui ajena, tuve una participación política, no partidaria en mi país, pero en este momento ya no…
Pero la política podría ser una aliada para combatir la bulimia y la anorexia…Todavía estamos en países en vías de desarrollo y la salud mental está descuidada. Sería buenísimo que hayan propuestas concretas desde el Estado.
Dijiste que fuiste parte de un movimiento político, ¿a cuál te referís?En 2000, durante la supuesta tercera relección de Fujimori, que al final no se dio, yo era parte de un grupo de diferentes artistas, se llamaba Colectivo Sociedad Civil, pero se deshizo.
¿Cómo reaccionaron cuando llevaron a la cárcel a Fujimori? ¿Les afectó?Sí… era una época de emoción, éramos grandes amigos. Es un tema escabroso, estábamos muy contentos; sin embargo, las cosas son distintas y no creo que coincidamos en que Fujimori deba ser libre o no.
Ahora se habla mucho de la hermandad entre países, gracias a la línea política…Argentina es un país político y ahora el espectáculo también entró en escena, pero no quiero hablar de eso. Sé que Bolivia es un país politizado y te entiendo a qué querés llegar.
¿A qué te dedicás?Estudié cine en Argentina y ahora vivo en Buenos Aires, soy ama de casa felizmente casada, me dedico a mis hijos.
Buenos Aires (BA) es una ciudad grande, ¿te asusta?No me asusta Buenos Aires. Amo la gente, la naturaleza. Si veo a un perro con su amo, lloro por la persona, no por el animal. Saco pecho por mi raza. Me quedé a vivir acá (BA) después de mi rehabilitación, pero no me asusta, me encanta.Tampoco me asusta la competencia actoral. Si hay 50.000 actrices, yo tendré mi espacio.Tengo grandes defectos, que no te los voy a decir ahora, pero también poseo una virtud, que es la de viajar.
¿Te devorarías BA?¡No! (risas). Me daría indigestión. ¡Me muero! Quiero sentir que puedo construir, comunicar. Quiero encontrar mi lugar.
¿Y devorarte Bolivia?(Risas) Ya no quiero devorar, porque eso tiene que ver con la bulimia. No tengo ganas de devorar nada. Quiero degustar lo que haya (en tu país), pero no pensés mal, degustar el paisaje, la comida, la gente, el hotel…
¿Soñás con Hollywood?No está en mis planes por ahora. Pero quizás haga una película en Bolivia que termine compitiendo en los Oscar. Sería un regalito lindo, pero no tengo todos los huevos en la canasta. Mi objetivo cercano es que mis hijos entren al colegio el 25.
¿Argentina y Bolivia tienen lazos imaginarios gracias a Cristina Fernández de Kirchner y Evo Morales?Desconozco… las papas queman. ¿Por qué sos malito y me preguntás eso? A ‘Cristinita’ y a ‘Evito’ los vamos a dejar a un lado… No sé qué decirte, pero todas las alianzas son positivas. No deben ser imaginarios, sino reales, fuertes.
Acerca de ella
Vanessa Robbiano Montes nació el 13 de noviembre de 1976 en Piura, al norte de Perú.En 1991 participó en el reality show La paquita peruana y dos años después empezó a actuar en la serie El ángel vengador: Calígula junto a Julián Legaspi. En 1994 participó en las series Escuela de la calle y El negociador, de Panamericana TV. También fue parte de la telenovela Isabella junto a Christian Meier. Lleva ocho años casada con José María Pirán. Tiene dos hijos: Paulina (2) y Josecito (4).
Fuente: www.eldeber.com.bo