OIEA examina el proyecto de liberación del agua contaminada de Fukushima


El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) comienza este 14 de febrero a supervisar un controvertido proyecto en Japón para verter al océano el agua tratada de la central nuclear de Fukushima Daiichi, devastada por un tsunami en 2011.

Con nuestro corresponsal Gonzalo Robledo y la AFP.




 

La visita de los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a Fukushima, que empieza este lunes, quiere lanzar el mensaje de que el agua contaminada que la accidentada planta nuclear arrojará al mar a partir de 2023 no es perjudicial para la pesca, ni afecta el medio ambiente.

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El agua se acumula a diario en la planta de Fukushima Daiichi después de enfriar el combustible nuclear derretido en los reactores accidentados, tras el terremoto y el tsunami de 11 de marzo de 2011.

Más de un millón de toneladas de agua procedente de la lluvia, las aguas subterráneas y las inyecciones para enfriar los núcleos de los reactores entonces fundidos se han acumulado en tanques alrededor de la central de Fukushima, pero el espacio de almacenamiento en el lugar está ya casi agotado.

Un millón de toneladas

En la década pasada se ha usado más de un millón de toneladas de agua que es guardada en tanques cuya capacidad llegará a su límite a finales de este año. Según Tepco Holdings, la empresa que opera la central, el agua ha sido tratada para remover casi todos sus elementos radiactivos.

Un amplio sistema de bombeo y filtración elimina la mayor parte de las sustancias radiactivas de esta agua, y Japón afirma que su plan para diluirla y liberarla en el mar durante varias décadas es seguro. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha aprobado la solución, que dice que es similar a la eliminación de las aguas residuales de las centrales nucleares en otros lugares del mundo.

El proceso de filtrado del agua de Fukushima elimina la mayor parte de los elementos radiactivos, pero algunos permanecen, especialmente el tritio. Según los expertos en radiación, el tritio sólo es peligroso para la salud humana en altas dosis concentradas, situación que a priori queda excluida en el caso de una liberación muy gradual y su dilución en el mar.

Desconfianza

Este mensaje genera desconfianza entre los pescadores de la zona cuyas capturas han sido estigmatizadas por consumidores que asocian el nombre de Fukushima con contaminación radiactiva.

El proyecto también ha suscitado fuertes críticas de los países vecinos, entre ellos China y Corea del Sur, preocupados por sus posibles consecuencias medioambientales y sanitarias.

Tepco y el gobierno japonés esperan que la supervisión del proceso por parte del OIEA aumente la confianza. El equipo del OIEA, que realiza una misión de cinco días, tiene previsto visitar el lugar del accidente y ofrecer una conferencia de prensa el viernes. Entre sus expertos se encuentran especialistas de Corea del Sur y China, países que protestan enérgicamente contra el polémico vertido en el Pacífico.

Fuente:Radio Francia Internacional