Bajo ese título, el influyente diario The Washington Post, en su editorial del domingo pasado, lanza una dura crítica a la administración del presidente Barak Obama por hacer oídos sordos a la campaña emprendida por Hugo Chávez para destruir lo poco que queda de la oposición a su régimen en Venezuela.
Por Redacción central | Subeditorial – Los Tiempos
Según el periódico, la política de “compromiso silencioso” adoptada por Washington en sus relaciones con América Latina da rienda suelta a Chávez para valerse de todo tipo de artimañas para deshacerse de sus oponentes. Así, menciona la campaña contra Globovisión, único canal independiente de televisión que queda en Venezuela, y otros hechos anteriores, como la detención o las investigaciones orquestadas contra la mayoría de los líderes opositores.
No es la primera vez, añade el diario, que un caudillo latinoamericano trata de eliminar a opositores pacíficos, “pero esta podría ser la primera vez en que los Estados Unidos observa en silencio la sistemática destrucción de una democracia latinoamericana”.
Citando a un alto funcionario del Departamento de Estado, quien dijo que “necesitamos encontrar un espacio en el que podamos conversar, y también necesitamos aumentar nuestros niveles de confianza”, el periódico señala que no se opone a un diálogo con Venezuela; pero, se pregunta a continuación: “¿no será tiempo de comenzar a hablar de preservar la televisión independiente, de líderes políticos opositores y de organizaciones sindicales y derechos humanos, antes de que sea muy tarde?”.
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Que la reflexión o advertencia venga de un periódico como el Washington Post tiene especial significación; considerado como uno de los medios más liberales, de izquierda en la terminología política norteamericana, apoyó abiertamente el proceso que llevó a la Presidencia a Barack Obama y su simpatía por movimientos supuestamente populares en el Hemisferio ha sido una constante en su línea editorial.