Perú duda de justicia boliviana en juicio por el caso “octubre” y Evo reflota conflicto por río Mauri

García Belaúnde ratifica que se asiló a tres exministros de Goni por «humanidad». Bolivia reflota conflicto por río Mauri después de quince años.

LA CANCILLERÍA ANALIZA INTERPONER UNA DEMANDA INTERNACIONAL CONTRA PERÚ

image Respuesta: el canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, ayer. “Tenemos que ofrecerles a aquellas personas que se sienten amenazadas (…) las condiciones de protección”.



BBC y La Prensa.- El canciller de Perú, José Antonio García Belaúnde, descartó ayer, en una entrevista con BBC, que su país tenga intencionalidades políticas y expresó que el asilo y el refugio concedido a tres ex ministros del Gonzalo Sánchez de Lozada fue por “razones humanitarias” y porque en Bolivia “no están dadas las condiciones para un proceso debido”.

Las tensas relaciones diplomáticas entre Bolivia y Perú se vieron afectadas luego de que el vecino país concediera asilo a Jorge Torres Obleas y refugio político a Javier Torres Goitia y Mirtha Quevedo, imputados por la “masacre de octubre” de 2003, cuando murieron al menos 67 personas y fueron heridas más de 100.

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Por este acontecimiento también son procesados Sánchez de Lozada y 12 de sus ex ministros, de los que solamente tres se encuentran en el país. El 18 de marzo se inició el juicio oral en la Corte Suprema de Justicia en Sucre, Chuquisaca.

La Cancillería boliviana reclamó formalmente por este beneficio y envió dos tomos con los antecedentes del proceso contra las ex autoridades y la participación que tuvieron en los hechos luctuosos de 2003.

Perú confirmó que llegaron y está revisando los documentos.

García Belaúnde, consultado por la BBC sobre cuál es la posición de su país frente a las respuestas “duras” expresadas por el mandatario Evo Morales, como que los delincuentes ahora se refugian en ese país y el calificativo de “chabacano” (vulgar) a su homólogo Alan García, respondió que “el presidente Morales ha hecho unas declaraciones fuertes contra el Gobierno del Perú por el asilo en un caso y el refugio en dos (…) No voy a entrar en una polémica con el presidente Morales, pero para nosotros las condiciones humanitarias se aplicaban en este caso”.

Morales además advirtió de que la situación entre ambos países está grave y no descartó una ruptura de relaciones si es que el Gobierno peruano no revierte el asilo y refugio concedidos a tres ex ministros.

“Nosotros no juzgamos la conducta o la responsabilidad que pueden haber tenido estos señores en cuanto miembros del gabinete de Gonzalo Sánchez de Lozada, pero sí consideramos que no están las condiciones para un proceso debido y que en ese sentido la amenaza a la libertad puede ser algo que nos hace a nosotros conceder por razones también humanitarias. No estamos juzgando su responsabilidad en los hechos que se les imputan”.

Dudas acerca de la justicia

Cuando fue consultado acerca de si la Corte Suprema de Justicia boliviana no ofrece las garantías del debido proceso a los acusados, la autoridad peruana respondió: “Creo que esa instancia judicial, lamentablemente, ha sido intervenida en algunos casos por el Poder Ejecutivo y en otros, recientemente, por el Poder Legislativo que ha sancionado a su presidente (Eddy Fernández) por considerar que no ha actuado con la celeridad del caso, justamente en este tema”.

“Entonces, pues sí, yo creo que no hay condiciones objetivas, creo que hay una politización muy grande en torno a este tema y eso no hace bien a ningún juicio en cualquier caso”. El periodista Ricardo Benassi, de la BBC, preguntó: “¿Es decir que, según la apreciación que se hace en Perú, las garantías del debido proceso no están dadas en Bolivia?”.

“Bueno, nosotros consideramos que tenemos que ofrecerles a aquellas personas que se sienten amenazadas en su libertad y que no son casos flagrantes de delitos, las condiciones de protección mínimas que están en la tradición de América Latina y por cierto en la mejor tradición del Perú. Nosotros hemos trabajado con el Alto Comisionado de Naciones Unidas. Quiero advertir eso. En el caso de los refugios, nuestra comisión está integrada por un representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados con derecho a voz. La opinión unánime de esa comisión ha sido que deberíamos extender el refugio a esas personas”.

Cuando las relaciones bilaterales volvieron a complicarse, el canciller García Belaúnde dijo que este conflicto se debía a un “viejo rencor” del presidente Evo Morales. Ayer explicó: “He dicho que nosotros tenemos registros de que el presidente Morales, aún cuando era diputado, tenía posiciones muy virulentas contra el Perú, muy agresivas, muy ofensivas. Las mantuvo con el anterior Gobierno, siendo él ya presidente y siendo presidente (Alejandro) Toledo y posteriormente en este Gobierno”.

“Lo único que he resaltado es que hay una constante de agresividad frente al Perú del presidente Morales. Usted sabe que, por las posiciones ideológicas de los respectivos gobiernos, la decisión de Perú de conceder los asilos es leída con suspicacia en Bolivia y en Venezuela”.

La Prensa buscó ayer la posición de la Cancillería boliviana acerca de este pronunciamiento, pero no fue posible comunicarse por celular con el canciller David Choquehuanca. El viceministro de Coordinación Gubernamental, Wilfredo Chávez, evitó expresar una opinión sin que antes hable el presidente Evo Morales o el canciller Choquehuanca.

En la entrevista con BBC, el Canciller peruano también dijo: “Perú actúa de acuerdo con lo que entiende que debe hacerse en estos casos. Es soberano, el derecho internacional, las convenciones sobre el asilo establecen que el país asilante es el que determina si reúnen las condiciones para otorgarse el asilo o no y no hay por qué dar explicaciones sobre el caso, es un juicio que hace el país y punto”.

“Así se ha manejado históricamente en América Latina y esperemos que se siga manejando así siempre”.

Cuando el Gobierno peruano confirmó el asilo a Torres Obleas y refugio a Quevedo y Torres Goitia, el presidente Morales comentó que la decisión peruana era política porque pretendía dañar su Gobierno. García Belaúnde aseguró ayer que “no hay ningún componente político. Lo último que deseamos nosotros es intervenir en la política interna de ningún otro país. Eso que quede claro”.

Dicen que militares actuaron por “orden expresa”

Las acciones que ejecutaron las Fuerzas Armadas en octubre de 2003 respondieron a una “orden expresa” del capitán general de la República, el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, según afirmó ayer el abogado de la defensa del ex mando militar, Erich Seifert.

El jurista dijo que una de las bases de la acusación presentada por la Fiscalía es el hecho de que el Gobierno de Sánchez de Lozada “no emitió un estado de sitio”, por lo que las acciones de las fuerzas militares no estarían amparadas en el marco legal.

Seifert respondió que, dentro de esa misma lógica, “las 58 muertes durante el Gobierno de Evo Morales son igualmente de responsabilidad del Alto Mando actual”, pues señaló que el actual Órgano Ejecutivo “nunca declaró estado de sitio para movilizar a las Fuerzas Armadas en diferentes ocasiones donde hubo fallecidos y trágicas consecuencias”.

“El año 2003, las Fuerzas Armadas cumplieron una orden que les dio el Capitán General de la República, a través de un decreto supremo que declaró estado de emergencia ante la situación de sedición que existía, actuaron bajo órdenes escritas como corresponde. Las Fuerzas Armadas no intervienen en el accionar o determinaciones políticas, sólo fueron un brazo operativo ante la situación de convulsión social”.

Ese decreto fue firmado por Sánchez de Lozada y su gabinete ministerial.

Apuntes

Las relaciones entre Perú y Bolivia atraviesan por un momento difícil.

La Cancillería boliviana demandó el cese del asilo y refugio concedido a ex tres ministros.

El Gobierno peruano dice que duda de la objetividad de la justicia boliviana.

Bolivia reflota conflicto por río Mauri después de quince años

LA CANCILLERÍA ANALIZA INTERPONER UNA DEMANDA INTERNACIONAL CONTRA PERÚ

imageMauri es un río internacional que nace en Perú e ingresa a Bolivia, llegando hasta el Desaguadero.

La Prensa

Bolivia, en un momento de tensa relación con el Perú, sacó a flote la disputa por las aguas del río Mauri, quince años después del inicio del conflicto. La Cancillería analiza, con su equipo jurídico, la posibilidad de interponer una demanda internacional contra el vecino país por el entuerto.

En 1994, el Gobierno de Carlos Alberto Fujimori concluyó la construcción del túnel Kovire para trasladar parte de la corriente del Mauri a la ciudad de Tacna. Desde ese momento, los canales del Kovire funcionaron de manera ininterrumpida.

Mauri es un río internacional de curso sucesivo, pues nace en territorio peruano en las estribaciones del cerro Llallagua (Perú) e ingresa a territorio boliviano por las proximidades de las ruinas de Tambo Mauri, en la provincia José Manuel Pando, del departamento de La Paz; se escurre a lo largo de 124 kilómetros en suelo boliviano hasta desembocar en el río Desaguadero, población de Calacoto y posteriormente también alimenta al Poopó. Es usado por los pobladores de la zona para sus actividades económicas y también para consumo personal.

El jueves, el ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, afirmó que Perú hace uso indebido de aguas internacionales, afectando a los departamentos de La Paz y Oruro, que aprovechan de este recurso. La autoridad gubernamental afirmó que ya envió una comunicación oficial a su par peruano sobre este tema.

“Estamos haciendo un llamado porque ellos no pueden estar haciendo estos desvíos de este río internacional”. El Ejecutivo observó que el vecino país hace uso de un recurso natural compartido de manera arbitraria, incumpliendo los acuerdos internacionales suscritos por ambos estados sobre la administración y uso de agua.

La Cancillería informó que hasta ayer no se recibió ninguna respuesta oficial del Perú. Este matutino conversó con la Embajada del vecino país y se confirmó que no recibieron anuncio alguno sobre un eventual pronunciamiento del Gobierno de Alan García.

El reclamo fue planteado por el Comité de Usuarios de las Aguas de la Cuenca Mauri-Desaguadero. El dirigente de esta organización, Saúl Apaza, explicó que el desvío de agua que realizan los peruanos deja desprovistas de este recurso a las provincias José Manuel Pando, Pacajes, Aroma y Gualberto Villarroel, de La Paz, además de la población de los Urus, en Oruro. El Canciller afirmó que 340 litros por segundo del cauce que debería llegar a Bolivia se modificó artificialmente.

Las aguas de aquel río son aptas para el consumo humano, siempre y cuando se conserve bajo el régimen hídrico e hidráulico adecuado. Además se pueden utilizar, sin necesidad de tratamiento alguno, en el riego agropecuario y en la provisión para camélidos, bovinos y vacunos que son criados en la zona.

De hecho, Tacna aprovecha del Mauri desde 1921, cuando era aún una provincia cautiva de Chile. En ese entonces, el Gobierno de aquel país determinó crear canales para abastecer a la pequeña población de agua para el uso doméstico. Para tal fin se llegó a construir el denominado “canal azucarero”, que pasó a depender del Perú una vez que firmó el acuerdo bilateral de 1929 con Chile. Así, Tacna fue devuelta, mientras que Arica se quedó para Chile oficialmente.

El ministro de Medio Ambiente y Agua, René Orellana, en una entrevista con radio Erbol, afirmó ayer que el Ministerio del Exterior evalúa la posibilidad de llevar el caso Mauri a un tribunal internacional para resolver este conflicto.

“Nuestro canciller (David Choquehuanca) está tomando el liderazgo con su equipo jurídico, hay que ver todas las opciones, incluyendo la posibilidad de presentar un recurso ante órganos internacionales y cortes, argumentando la violación de convenios y tratados de aguas transfronterizas que atraviesan de un país a otro”.

Sin embargo, en la Cancillería informaron que todavía no se tomó ninguna decisión al respecto. Ésta sería la segunda demanda que Bolivia quiere interponer contra el Perú en menos de un mes. Hace dos semanas, el presidente Evo Morales afirmó que se elevaría un recurso ante el Tribunal Internacional de La Haya porque el vecino país otorgó asilo a tres ex ministros de Gonzalo Sánchez de Lozada que enfrentan un juicio por “octubre negro”; sin embargo, Bolivia no puede querellarse porque no se adhirió a esta instancia internacional.

El ex canciller Armando Loaiza afirmó que, en el caso Mauri, el derecho internacional obliga a los estados a buscar acuerdos entre ellos antes de recurrir a instancias internacionales. Dijo que así lo especifican la Convención de la ONU para el uso de aguas con fines distintos a la navegación y la Declaración de Montevideo, ambos documentos fueron suscritos por Bolivia y Perú.

Los efectos ambientales

La ONG Agua Sustentable y el Consejo Superior de Defensa Nacional (Cosdena-entidad militar) realizaron investigaciones para descubrir las consecuencias del desvío en Perú de las aguas internacionales del río Mauri.

El director de Agua Sustentable, Juan Carlos Alurralde, explicó que existen impactos ambientales, sociales y económicos, por lo que pidió que el Estado boliviano haga respetar los convenios internacionales sobre el uso de recursos hídricos.

“El desvío de las aguas del río Mauri dificulta el aprovechamiento económico de las poblaciones que habitan en sus márgenes, afectando al riego agropecuario, la población y animales de la zona. Perú utiliza como bien nacional de uso público las aguas de un río internacional de curso sucesivo sin informar al Estado del curso inferior (Bolivia)”.

El Cosdena concluyó, además, que la acción del Perú ocasiona “perjuicios para el tratamiento de potabilidad, que va en desmedro de toda la jurisdicción de la provincia José Manuel Pando, de La Paz”.

La historia del río Mauri

En 1867, el Gobierno peruano autorizó a un empresario inglés desviar las aguas por primera vez.

En 1876 se realizó el primer intento por trasladar el curso del Mauri a Tacna.

En 1912, el Gobierno chileno programó crear túneles buscando “chilenizar” a Tacna.

En 1921 se terminaron los primeros túneles. Luego los devolvieron al Perú con Tacna.

En 1921 y luego en 1962, el Estado boliviano expresó “sus reservas” por el desvío de aguas.

En 1994, el Perú instaló el túnel Kovire, que funciona ininterrumpidamente hasta hoy.