El gobierno israelí refuerza las patrullas policiales y militares, tras el tercer atentado terrorista ejecutado en menos de cuatro días. 11 israelíes han muerto en estos tres ataques y el primer ministro afirmó que el país «se enfrenta a una ola de terrorismo árabe asesino».
Horas después de un tercer atentado terrorista que en cuatro días elevó a once el número de israelíes asesinados, el gobierno anuncia el refuerzo de la policía y las fuerzas militares de patrulla y eleva el estado de alerta a casi el máximo, mientras aumenta considerablemente el número de israelíes que solicitan permisos para portar armas.
Recibiendo en Jerusalén al ministro de Asuntos Exteriores de Austria, el titular de esa cartera en Israel, Yair Lapid, dice que Israel no se rendirá al objetivo del terror, que es sembrar el odio y la escisión.
“Nuestra mejor arma contra el terror es la capacidad de la sociedad israelí para hacerle frente. Nos enfrentaremos a una ola de terror como lo hicimos frente a las guerras y las intifadas. Frente a las duras imágenes debemos unirnos y mantener la calma”, expresó Lapid.
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Un palestino de la zona de Jenin, al norte de la Cisjordania abrió fuego automático contra los transeúntes en la ciudad de Bnei Brak, al este de Tel Aviv, matando a cinco personas, entre ellas a un agente de policía que logró eliminarlo, pero pereció poco tiempo después por las heridas de bala sufridas en el intercambio de fuego.
Fue el tercer ataque terrorista en cuatro días, luego de uno en Beer Sheva y otro en Hadera, y se produce dos días antes del comienzo del mes de Ramadán, sagrado para el islam.
La agrupación islamista Hamas tomó la responsabilidad por este ataque, mientras el presidente del Gobierno Autónomo Palestino Mahmud Abbas emitió una inusual condena de los ataques. «El asesinato de civiles palestinos e israelíes solo agrava más la situación, cuando nos estamos esforzando por alcanzar la estabilidad», declaró en un comunicado transmitido por la agencia oficial palestina Wafa.
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, quien encabeza una heterogénea coalición de gobierno que agrupa desde judíos nacionalistas hasta árabes y acaba de celebrar una reunión con países árabes, afirmó por su parte que Israel «se enfrenta a una ola de terrorismo árabe asesino». El jefe de gobierno también anunció una reunión el miércoles de los principales responsables de seguridad del país para revisar la situación.
Los ataques perpetrados el martes cerca de Tel Aviv se dieron en momentos en que el ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, realiza una visita a Jordania para asegurar la calma en los Territorios Palestinos durante el mes sagrado del Ramadán.
Las tensiones se dispararon el año pasado durante ese mes de ayuno que comienza en abril entre fuerzas israelíes y palestinos que visitaban la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén Este, lo que desató 11 días de conflicto armado entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
Con Daniel Blumethal, desde Tel Aviv, y la AFP.