¿Alguien entiende por qué la mayoría de las mujeres posan en las fotos del face -celebrando el cumple de una amiga, por ejemplo-como si estuvieran en un catálogo de mises? Pienso, mientras reviso estos resabios de modelos obsoletos y arcaicos de tiempos donde éramos reinas de algo; o no salíamos en la foto.
De talento, ni hablar. La mujer no estaba pensada pa’ eso. Ese atributo invisible e invisibilizado, no valía para la foto; solo carita bonita y el cuerazo. En el siglo XX todavía predominó la Barbie/Penthouse, como imposición secular del estereotipo de mujer atractiva. Hoy, definitivamente, no. Estas poses forzadas se ven fuera de contexto; posturas arcaicas; obsoletas.
Hay que salir de los estereotipos. Menos pose y más “ser”. No cuesta nada, y empatiza más con las audiencias.
He visto posturas de fotos para “face”, en grupo, que da la sensación que si una se mueve, todas se caen -como dominó- porque sigue predominando el formato de belleza, impuesto por siglos de cultura machista; con manual y prototipo específico; pecho apuntando arriba, como cuernos, nalgas ceñidas y protuberantes -de preferencia de perfil- espigadas piernas, y pie de tacón filo en perfecta e insostenible postura; y una sonrisa congelada por el esfuerzo supremo para no caerse, tras intentar poses de catálogos imposibles.
No somos modelos. Somos mujeres. Las modelos hacen eso y más; y les sale bien, es una profesión. Exige práctica, conocimiento, training.
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No somos modelos, somos mujeres en una foto para el face. Y, ahora, mi opinión; no se ven mal, ¡se ven fatal! Lo siento, lo tenía que decir. Y, lo peor, obsoletas, fuera de tiempo, y contexto.
Esto es el face y una foto en el cumpleaños de una amiga; no un escenario nocturno donde -en otro contexto- nos convertimos en malabaristas ultra sexis -si nos da la gana-; porque -repito- el contexto es otro. No soy ninguna puritana, advierto.
El face, o las redes, siguen siendo tu ventana personal al mundo, y lo que subás posiciona tu imagen, construye tu perfil profesional, político o lo que fuere. Es una gran herramienta para exponer tu talento, tus logros, tus ideas, tu visión, tu opinión, tu trabajo, tu humor, tu inteligencia; y tu forma inconfundible y única de belleza. Esa belleza solo tuya, que no tiene que obedecer ningún patrón estético; “Las habrá más flacas y más gordas; más jóvenes y más viejas, pero como tú, ninguna”.
Somos únicas. Matemos de una vez viejos estereotipos, y seamos más. Mostremos irreverencia, talento, autenticidad.
Sos lo que subís. El puzzle de lo que exponés compone tu perfil profesional y personal. Ya no hay distancias entre tu vida privada y pública; en redes hay una sola foto -armada por la superposición de fotos y algoritmos- El todo conforma tu rostro. Entonces, pues, a mostrarle al mundo otros rostros -sin poses heredadas de un reinado que no dejó princesa bien parada ni príncipe azul que no destiña- Por eso, que se noten nuestras arrugas, nuestras expresiones; ya no rostros impávidos derrochando botox.
Sin poses ajenas mostremos -de una vez- actitud imparable, risa, franca, bella, y nuestra.
Siglo XXI; menos poses y más vitae. Gracias. Lo tenía que decir.
Patricia Gutiérrez Paz.