Igual que Microsoft ha diseñado un tablet y ha dejado cabreada a media industria del PC, ¿por qué no lanzar un smartphone para plantar cara directamente a Apple, Samsung y Google (en software)? Según Terry Myerson, vicepresidente de Windows Phone, no lo necesitan. Para eso ya está Nokia, HTC y compañía ofreciendo smartphones que ellos consideran "competitivos". La cuestión es: ¿está avanzando lo suficiente Windows Phone como para cruzarse de brazos?
Según Myerson, "no vemos la necesidad [de que Microsoft construya su propio smartphone]". En otras palabras: no estaban contentos con Asus, Acer, HP, Dell y compañía en el PC/tablet, y por eso lanzaron el Surface, pero sí están conformes con la propuesta de Nokia o HTC en smartphones.
¿Es la decisión correcta? Difícil de decir, desde luego es una de las decisiones más complejas de hacer para Microsoft: lanzarse a la piscina por su cuenta y cortar las relaciones con socios clave como Nokia, o dejar en manos de estos fabricantes el ascenso de Windows Phone.
La diferencia respecto al PC es que, en móviles, Windows Phone parece estar avanzando. Seguro que menos de lo que le gustaría a Microsoft, pero lo hace.
Según los últimos datos de Kantar, por ejemplo, durante los tres últimos meses hasta finales de febrero Windows Phone ha avanzado en muchos países a costa principalmente de BlackBerry. En Reino Unido cuenta ya con casi un 7% de cuota (frente al 3% hace un año); en Italia ha subido al 13%; en Alemania cuenta con un 6,8%, un 4,1% en EE.UU. o un 5,9% en México. En todos estos países, a excepción de México, donde BlackBerry aún tiene un 22% de cuota, Microsoft es ya el tercer ecosistema.
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Con esos datos en la mano, normal que Microsoft no quiera arriesgar. Y si encima miramos al tímido despegue en ventas de Surface, quizás han tenido bastante de momento. Preguntado hace unos meses por este mismo tema, Stephen Elop, jefe de Nokia, tampoco parecía muy preocupado.
La industria del PC tiene ya muchos años, y todos los productos son muy similares. Nokia ha invertido miles de millones de euros en capacidades que no están disponibles para nadie más, incluido Microsoft. Da igual quién entre en el mercado, podemos diferenciarnos.
En definitiva, salvo que Mr. Ballmer cambie pronto de opinión, no veremos un móvil propio de Microsoft. ¿Una pena?
Fuente: http://es.gizmodo.com