Según YPFB, el proyecto demandará 75.000 toneladas de soya y el biodiésel obtenido permitirá reducir la subvención e importación de diésel. Se usará aceite de soya.
Fuente: paginasiete.bo
Página Siete / La Paz
Ausencia de información sobre los estudios de prefactibilidad realizados, falta de transparencia, dudas acerca de la materia prima, cantidades a procesar, inexperiencia de YPFB Refinación, son las principales dudas y observaciones que tienen expertos sobre el proyecto de biodiésel que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) adjudicó a una de sus subsidirias.
La analista del sector Susana Anaya señaló que no existe información de los estudios de factibilidad económica, qué tipo de materia prima se va a emplear y YPFB Refinación no cuenta con experiencia en este tipo de proyectos. A esto se debe sumar que la figura empleada para llegar a la adjudicación directa a la empresa subsidiaria de YPFB para que encare el proyecto ha sido “bastante forzada”.
“Debía llevarse adelante una licitación para evaluar los términos económicos y técnicos y ver si la empresa que gana se encuentra capacitada para llevar la construcción de una planta de biodiésel o si tiene experiencia. YPFB Refinación no tiene experiencia, su personal está dedicado a la operación solo de las dos refinerías”, precisó.
El analista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo Raúl Velásquez opinó que el primer aspecto que llama la atención es por qué YPFB contrata a su propia empresa subsidiaria que entre sus funciones no tiene como finalidad la construcción de plantas, sino la refinación de combustibles y derivados.
Por otra parte se presentan las mismas dudas que ya se observaron con la ubicación de la Planta de Amoniaco y Úrea.
“El proyecto de una de las plantas de biodiésel se ejecutará en Santa Cruz, pero bajo que criterio se eligió esta ubicación, que estudio definió este lugar, esa es una de las dudas”, indicó.
La otra observación es que la adjudicación de este proyecto asciende a 387,5 millones de dólares, pero para definir este valor se desconoce y no se han transparentado los estudios técnicos, de prefactibilidad, económicos y financieros.
“Qué estudios se hicieron para implementar las plantas y cómo se llegó a este monto, esto no se ha transparentado. Al final los 387,5 millones de dólares que se dice costará el proyecto es inversión pública, porque YPFB pagará a su subsidiaria con dinero público y debería estar justificada esa inversión desde una perspectiva económica, financiera y técnica. También debería conocerse la capacidad, mercado y materia primas”, precisó.
El exsuperintendente de Hidrocarburos Hugo de la Fuente opinó que el principal problema es que se desconoce la capacidad de producción de la planta como para determinar si la inversión proyectada es adecuada o no. “El otro problema es de dónde se va a sacar la materia prima. La producción de soya es de tres millones de toneladas por año y es baja, se llegó a eso después de 15 años. Por ejemplo, Paraguay tiene 10 millones de toneladas por año y Bolivia se quedó rezagada pese a que la frontera agrícola es más grande”, puntualizó. El contrato entre YPFB e YPFB Refinación no menciona las características técnicas que tendrán las plantas.
De la Fuente explicó que además en el mundo hay otras alternativas a la soya, como la jatropa, un árbol que produce una nuez con un nivel de aceite importante y se siembra en tierras desérticas. En Bolivia se podría sembrar en la región del Chaco y de esa manera evitar afectaciones a la seguridad alimentaria.
Según el analista, la empresa YPFB Refinación puede manejar la planta de biodiésel, pero lo fundamental es conocer de dónde se obtendrá la materia prima. “Si se quiere avanzar con el proyecto, debe existir un acuerdo con los empresarios para que realicen las inversiones y tengan la seguridad de que van a recibir el dinero por la soya”, añadió. El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, informó anoche en Unitel que los estudios de prefactibilidad del proyecto se hicieron con aceite de soya y se busca ahorrar el 50% de la subvención con una de las plantas. “La planta va a requerir 75.000 toneladas de soya. Estamos hablando que más de 60.000 toneladas se convertirán en biodiésel y eso se mezcla en una proporción de 5% a 10% con el diésel convencional, esa sería la proporción que se ahorraría en importación de diésel”, resaltó el ejecutivo.
Fuente: paginasiete.bo