Este viernes Añez fue condenada a 10 años de prisión acusada por resoluciones contra la Constitución e incumplimiento de deberes.
Fuente: Unitel
Jeanine Añez fue hallada culpable este viernes en el juicio por resoluciones contra la Constitución e incumplimiento de deberes en su condición de senadora, tras haber asumido la Presidencia en 2019 tras las renuncias del presidente Evo Morales, del vicepresidente Álvaro García Linera, de la presidenta y el vicepresidente del Senado, Adriana Salvatierra y Rubén Medinacelli, y del titular de la Cámara de Diputados, Víctor Borda y de la primera vicepresidenta Susana Rivero.
Añez en ese entonces era la segunda vicepresidenta del Senado y la parte acusatoria señaló que llegó de manera irregular al mando.
Antes de este momento, entre los años 2006 a 2008, Añez fue miembro de la Asamblea Constituyente y desde 2010 a 2019 fue senadora opositora.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El camino a las elecciones de 2019, estuvo marcado por el descontento de la población que cuestionaba la repostulación de Morales a la Presidencia, a pesar de que en el referendo del 21 de febrero del 2016 el 51.3% de los bolivianos lo rechazó.
Pese a ello, Morales recurrió al Tribunal Constitucional Plurinacional para argumentar que la reelección era un “derecho humano” y se presentó a la carrera electoral.
En este marco, sumado a las denuncias de presunto fraude electoral, estalló una gran convulsión social que duró tres semanas. Morales perdió el apoyo de las Fuerzas Armadas y el domingo 10 de noviembre renunció a su cargo, mediante un anuncio público, desde el trópico de Cochabamba, desde donde después huyó a México.
Horas antes, la Organización de los Estados Americanos (OEA) difundió un informe preliminar que señalaban “serias irregularidades” en los comicios.
En medio del caos, apareció el nombre de Jeanine Añez, quien señaló que se encontraba en Trinidad cuando se realizaron reuniones entre representantes del oficialismo y la oposición en la ciudad de La Paz para pacificar el país.
“Dicen que me vine y me hice del poder por encima de los líderes políticos, por encima de los que propiciaban el diálogo para la pacificación del país. Me llama poderosamente la atención que yo haya hecho semejante hazaña”, indicó este viernes en el proceso en que se declaró inocente.
Añez que en ese entonces ejercía como segunda vicepresidenta del Senado asumió como primera mandataria de Bolivia, pues quien entonces era presidenta de la Cámara de Diputados, Susana Rivero, y la presidenta de Senadores, Adriana Salvatierra, rechazaron, según un documento de la iglesia católica, tomar el mando del país.
En medio de un vacío de poder finalmente asumió Áñez, quien seguía en la línea de sucesión en el Senado, asumió la Presidencia y el TCP emitió un comunicado en que señalaba que se debía aplicar el artículo 169.I de la Constitución para aplicar la asunción “ipso facto” de la Presidencia.
Así fue como Añez tomó las riendas de Bolivia y este viernes fue hallada culpable porque según el Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción, lo hizo de manera ilegal.