Llega a tres continentes. Consideran que Colombia, Perú y Bolivia serían los países de origen del estupefaciente, las que son transportadas como producto final o en alguna etapa de su elaboración o par ser procesada en otro lugar.
Esta información sobre la actividad del narcotráfico es corroborada también con informes de instituciones nacionales.
EL DIARIO, LA PAZ.- El informe sobre “El Problema de las Drogas en las Américas”, presentado el viernes por la Organización de los Estados Americanos (OEA), sostiene que la cocaína peruana y boliviana pasa por varios países de Sudamérica, queda una parte para el consumo interno, siendo transportada, a través del Caribe y el Oeste de África, hacia Europa, Asia y el Oriente Medio.
Otros informes sostienen que Colombia, Perú y Bolivia son los países de origen de toda la cocaína consumida en el mundo, ya sea como producto final o en alguna etapa de su elaboración para terminar de ser procesada en otro lugar.
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Colombia, el país que anteriormente producía la mayor cantidad de cocaína, disminuyó su producción durante la última década, al tiempo que Perú y Bolivia la aumentaban.
Por otro lado, EL DIARIO intentó comunicarse con las autoridades correspondientes con la finalidad de conocer su criterio sobre el mencionado informe de la Organización de Estados Americanos que involucra al país con el tráfico de cocaína, aunque recientemente el Gobierno de Bolivia rechazó ayer el Informe Estratégico de Lucha Contra las Drogas 2013, expedido por el Departamento de Estado de Estados Unidos y que critica el trabajo boliviano al no identificar progresos en esta materia.
La cocaína boliviana tiene cuatro rutas para llegar a tres continentes
En todas las rutas marítimas hacia todos los mercados, el principal medio de transporte son las lanchas rápidas, los yates de placer, las embarcaciones pesqueras, los buques de carga y los navíos porta contenedores.
“La cocaína peruana y boliviana pasa por varios países de Sudamérica en donde queda una parte para el consumo interno y luego es transportada, a través del Caribe y el Oeste de África, hacia Europa, Asia y el Oriente Medio”, señala el informe sobre “El Problema de las Drogas en las Américas” presentado el viernes por la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Este informe de 400 páginas fue entregado por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en un acto llevado adelante en la Casa de Nariño, sede del Gobierno colombiano.
Ese documento está compuesto por dos dimensiones: el Analítico y el de Escenarios, y hace una “cruda” revisión de la realidad que los países del continente enfrentan con relación con el fenómeno de las drogas. Está disponible en la página web de la OEA. Este medio intentó obtener una opinión sobre el tema del viceministro de Seguridad Social, Félipe Cáceres, pero ello no fue posible porque su celular se encontraba ocupado.
LAS RUTAS
Esa recopilación de informes de varias organizaciones regionales que trabajan en la lucha contra el narcotráfico o tienen que ver con ella señala que la cocaína peruana y boliviana fluye a Europa a lo largo de rutas múltiples.
Una vía es el océano Atlántico, atravesando el Caribe e ingresando a Europa, de preferencia a través de España y Portugal.
La segunda parte desde Sudamérica a Cabo Verde y las Islas Canarias y luego a Europa, principalmente a través de Portugal.
La tercera es conocida como la “ruta africana”, que va desde Venezuela y otros lugares de Sudamérica, a países del África Occidental y de allí a Portugal y España.
Finalmente, desde Brasil hacia Venezuela y Ecuador a los puertos de España, los Países Bajos y Portugal.
La Interpol señala que la ruta del África Occidental se ha vuelto más importante durante los últimos 10 años a través de países como Guinea-Bissau, Guinea, Senegal, Sierra Leone y Mali, y luego hacia Europa. Sin embargo, la Onudd indica que, según datos recientes sobre confiscaciones y arrestos, ha habido una probable disminución del uso de esta ruta.
En todas las rutas marítimas hacia todos los mercados, el principal medio de transporte son las lanchas rápidas, los yates de placer, las embarcaciones pesqueras, los buques de carga y los navíos porta contenedores. Estos últimos presentan un desafío particular para la detección del cargamento y además tienen un enorme potencial para cargar grandes volúmenes.
El tráfico por aire utiliza personas como transportadores (conocidos como “mulas”) cuando viajan por compañías de líneas aéreas. Los aviones controlados por los narcotraficantes usan una amplia variedad de métodos; por ejemplo lanzando la cocaína en aguas internacionales desde donde puede ser recogida por embarcaciones, aterrizando o lanzando la cocaína desde el aire en zonas remotas de Centroamérica o el Caribe y, cuando se trata de distancias más grandes y cuentan con aviones adecuados, transportando la cocaína hasta África.
El transporte terrestre, por su parte, tiene lugar en Centroamérica y México hacia los mercados de Estados Unidos y Canadá, así como por tierra desde la región andina para el consumo en América Latina y su envío a Europa y a otros lugares del mundo.
Las confiscaciones de cocaína en Europa han disminuido entre 2006 y 2009, de acuerdo al Centro Europeo de Monitoreo de Drogas y Adicción a Drogas (Emcdda) pero la prevalencia y el precio de mercado por gramo (de pureza desconocida) se mantienen estables, lo que sugiere que la reducción de las confiscaciones no indica una reducción del flujo. El Diario.