En la región, sólo Bolivia y Venezuela culpan a Alan García

Los opositores temen por una ruptura de relaciones. Detienen a pobladores de Bagua que venían a Bolivia. En Perú temen por otros nuevos focos de violencia

imageMEDIDA EN BOGOTÁ • Una persona cuelga un letrero en la puerta de la Embajada del Perú. Los indígenas protestaron.

La Razón



REACCIÓN • Un grupo de indígenas colombianos protestó ayer en puertas de la Embajada del Perú en Bogotá. En Bolivia piden juicio.

Entre las diversas reacciones que provocó la muerte de indígenas y policías en la población de Bagua, en Perú, sólo los gobiernos de Bolivia y Venezuela culparon directamente por este hecho al presidente Alan García.

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En el caso de Bolivia, lo hizo el mismo sábado (un día después de los hechos) la ministra de Justicia, Celima Torrico, y en el caso venezolano lo realizó ayer la ministra para los Pueblos Indígenas, Nicia Maldonado.

Torrico, refiriéndose a las muertes, había señalado que ´el único responsable es el Gobierno actual del vecino país´.

Maldonado, según informó la agencia AFP desde Caracas, opinó que se trató de un genocidio que desenmascaró la “condición de fascista” del gobierno de García.

´Si a alguien todavía le quedaba la duda de cómo (actúa) el gobierno de los neoliberales, de los fascistas, ahí lo tenemos. Condenamos de manera categórica y absoluta este genocidio de nuestros hermanos de la selva amazónica peruana´, remarcó.

Los gobiernos de los otros países de la región no se pronunciaron sobre este tema, aunque sí hubo expresiones de repudio a la violencia que el viernes se desató en Bagua, a 1.000 kilómetros al norte de Lima, donde murieron 24 policías y 11 indígenas.

En Colombia, por ejemplo, la Organización Nacional Indígena de ese país declaró su solidaridad con la lucha de las comunidades nativas del Perú y realizó ayer una “minga” (jornada solidaria) de protesta en puertas de la Embajada del Perú en Bogotá, según informó EFE desde esa ciudad.

Desde Washington, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó ayer los hechos violentos en Bagua e instó al Estado peruano la necesidad de ´esclarecer judicialmente estos hechos de violencia y reparar sus consecuencias´, según indicó el organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), informó AFP.

En Bolivia, la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Originarios Quechuas de Potosí pidió, mediante su dirigente Juan Canaza, que se inicie en Perú un juicio de responsabilidades contra García.

REPERCUSIONES

Horror • “Horror por el baño de sangre (…) durante una operación de la Policía peruana contra manifestantes indígenas”, opinó el eurodiputado ecologista y representante ante la CAN, Alaín Lipietz.

Ecuador • “Hacemos un urgente llamado a todos los sectores dignos del continente y del mundo a unir voces para parar este genocidio”, señaló Humberto Cholango, líder de la Confederación Kichwa.

Los opositores temen por una ruptura de relaciones

PROPUESTA • Piden reencaminar la relación bilateral con Perú e iniciar un diálogo franco.

Ante los últimos hechos de violencia en Perú y las repercusiones que se produjeron, parlamentarios de la oposición expresaron su temor de que esto provoque una ruptura de las relaciones diplomáticas con el vecino país, por lo que pidieron reencaminar la política exterior.

“En este momento la relación entre Perú y Bolivia es la más tensa de los últimos 80 años, es muy importante que en este momento enfriemos la cabeza en ambos países…Estamos a un tris de retirar embajadores”, advirtió el senador y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado Tito Hoz de Vila (Podemos)

Su colega Carlos Böhrt (disidente de Podemos) afirmó que “las declaraciones de los ministros de Estado boliviano debieran ser más cautas. Las relaciones internacionales no pueden llevarse como si se estuviera hablando del sindicato agrario del Chapare… esas declaraciones generan siempre resistencias, irritaciones, en un momento en que las relaciones bilaterales con Perú no están atravesando su mejor momento”.

Por su parte, el jefe de la bancada de Podemos en la Cámara de Diputados, Bernardo Montenegro, indicó que “de lo que deberíamos estar preocupados es de solidarizarnos con las familias de todos los indígenas que han fallecido, solidarizarnos con las familias de todos los policías que han muerto, creo que eso sería lo propio de un gobierno hermano, de un país hermano como es Perú, y no más bien haciendo declaraciones totalmente irresponsables, aumentando la tensión y la confrontación entre dos patrias que históricamente han tenido muy buenas relaciones”.

Hoz de Vila acotó que se debe buscar un diálogo franco con Perú para reencaminar las relaciones con ese país, deterioradas por una serie de declaraciones de las autoridades de Gobierno de ambos países.

“Tenemos que sacar el tema de la relación Perú-Bolivia de ese fuego cruzado (que se ha dado) a nivel presidencial… para dar paso a un diálogo entre los cancilleres”, recomendó Hoz de Vila.

Detienen a pobladores de Bagua que venían al país

SOSPECHOSOS • Portaban 9.500 dólares que serían recursos pertenecientes a una ONG.

Siete pobladores provenientes de Bagua, donde el viernes se produjeron enfrentamientos que cobraron la vida de al menos 35 personas, fueron detenidos el sábado por la Policía peruana en posesión de 9.500 dólares.

Según informó el diario Los Andes, la detención se produjo en la región fronteriza de Puno, cuando los policías peruanos realizaban labores de control en busca del líder indígena Alberto Pizango, acusado de ser el principal responsable de la movilización indígena que derivó en el enfrentamiento con muertes.

Ayer se conoció que este dirigente buscó refugio en la Embajada de Nicaragua en Lima.

De acuerdo con la publicación de Los Andes, las siete personas fueron consideradas sospechosas porque viajaban a Bolivia en posesión de una importante cantidad de dinero, por lo que fueron retenidas en las instalaciones de la Depandro Puno (Complejo PNP Santa Rosa) hasta el mediodía del domingo.

Antes de que el Ministerio Público ordenara la liberación de los siete ciudadanos, lo que ocurrió el mismo domingo, se conoció que llevaban el dinero porque trabajan con una organización no gubernamental (ONG) dedicada a temas de educación, la que tendría proyectos en Perú y Bolivia.

La publicación no menciona de qué ONG se trataría, aunque menciona los nombres de los siete detenidos que luego fueron liberados, todos peruanos.

En Perú temen por otros nuevos focos de violencia

Protesta • Indígenas tomaron un campo petrolero y una carretera continúa bloqueada.

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EN BAGUA • policías llevan el cadáver de su compañero.

La toma por parte de indígenas de una carretera y de campos petroleros en la Amazonia peruana generó temores de nuevos focos de violencia tras los choques del fin de semana entre indígenas y policías que dejaron 35 muertos, un hecho que comienza a pasarle factura al gobierno del presidente Alan García.

La carretera que une Yurimaguas y Tarapoto (900 km al norte de Lima) sigue tomada por unos 3.000 nativos desde hace 34 días y es el centro de atención por la posibilidad de que se repita la violencia que el viernes pasado se produjo en la selvática Bagua.

Ayer, la Policía y líderes de indígenas negociaban un desalojo pacífico de la ruta, estratégica porque por allí sale parte del crudo producido en la selva peruana. La recuperación a sangre y fuego por parte de la Policía el viernes de la carretera en Bagua —seguida por protestas y la retención como rehenes de 38 policías— dejó 24 uniformados muertos y 11 indígenas, cifra que podría incrementarse. El domingo, los nativos tomaron de manera pacífica dos instalaciones petroleras en la selva amazónica en el norte del Perú, de propiedad de Pluspetrol, de capitales argentinos. Tras la tragedia del fin de semana, tanto el Gobierno como los nativos radicalizaron posiciones.

Unas 65 etnias de la Amazonia protestan desde abril con bloqueos de rutas y ríos para que el Gobierno derogue decretos que consideran les quitaría sus tierras en beneficio de empresas petroleras, mineras o madereras.

Aunque hubo intentos de diálogo entre el primer ministro, Yehude Simon, y el líder de los indígenas Alberto Pizango (ahora en la clandestinidad), los dos bandos se acusan de intransigencia. Lima, AFP