Evo se reunirá con Fernando Lugo por la supuesta incursión

Visitará Asunción el próximo domingo. El Gobierno de Morales mantiene fricciones diplomáticas con tres países vecinos: Perú, Brasil y Paraguay.

image

Fernándo Lugo en su visita a Bolivia, en junio de 2008



BOLIVIA MANTIENE FRICCIONES DIPLOMÁTICAS CON TRES PAÍSES.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

García Linera dijo que espera que Brasil actúe de acuerdo a lo que dicen los convenios internacionales.

La Prensa y Agencias.- El presidente Evo Morales tratará con su homólogo Fernando Lugo el supuesto ingreso de un grupo de hombres armados de su país a territorio paraguayo, en una visita que realizará a Asunción el próximo domingo, según informó ayer una fuente oficial a la agencia Efe.

En esa visita, Morales informará a Lugo el resultado de las indagaciones realizadas por sus ministros de Defensa, Wálker San Miguel, y de Gobierno (Interior), Alfredo Rada, que se trasladaron ayer a la frontera con Paraguay para investigar personalmente la denuncia de Asunción.

En concreto, San Miguel y Rada viajaron a las localidades fronterizas de Villamontes y de Ibibobo, ambas bolivianas, para verificar si las denuncias de Paraguay son “ciertas o falsas”, indicó el Ministerio de Defensa en un comunicado.

El Gobierno de Asunción ha denunciado que el 17 de mayo, una veintena de bolivianos armados se adentró 30 kilómetros en Paraguay para perseguir a dos ciudadanos de ese país que supuestamente cometieron actos ilícitos en Bolivia.

El Gobierno del presidente Morales mantiene fricciones diplomáticas con tres países vecinos: Perú, Brasil y Paraguay.

Las relaciones diplomáticas entre Perú y Bolivia atraviesan por uno de sus momentos más críticos debido a una serie de declaraciones de los presidentes Morales y Alan García, del país vecino.

A esto se suman las denuncias mutuas de injerencia en asuntos internos en temas como la demanda limítrofe planteada por Perú contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, y ahora en el enfrentamiento entre policías e indígenas que derivó en la muerte de al menos 30 personas, además del asilo y refugio concedidos por Perú a tres ex ministros de Gonzalo Sánchez de Lozada.

La tensión entre ambas naciones llegó, en junio de 2008, hasta el llamado a consultas del embajador peruano en La Paz, Fernando Rojas. Aunque hubo intentos por mejorar las relaciones entre ambos países, como no ventilar las diferencias por los medios de comunicación, estas medidas no tuvieron éxito.

El fin de semana también se conoció que Brasil otorgó refugio político a 118 ciudadanos pandinos que pasaron la frontera después de ocurrida la “masacre de Porvenir”, entre ellos cívicos y activistas de la autonomía imputados por la muerte de al menos 13 personas, la mayoría campesinos.

El vicepresidente Álvaro García dijo ayer que espera que el gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva actúe “en correspondencia” con los convenios internacionales que indican que no se puede asilar a prófugos de la justicia.