Ajustes de cuentas en Bolivia

El informe fue proporcionado por el director de la FELCC, coronel Miguel Gonzales. Explicó que se presume que el doble asesinato “sería (obra de) una banda de narcotraficantes colombianos y brasileños, que desde el 2008 viene ejecutando a sus víctimas por ajustes de cuentas”.

laRazon Editorial La Razón

Las ganancias fáciles siempre han tenido su origen en el delito, del que de manera invariable tuvieron y siguen teniendo como secuela los asesinatos. Esto ocurrió en muchos países donde principalmente las drogas, de distintas características, se producen de forma incontrolada.



El caso de la cocaína no es diferente, se caería en la ingenuidad y hasta en la permisividad, pensar que se hace bien en envenenar a los ricos del “imperio”; pero que, en cambio, no tiene efecto alguno dentro del país. Empero, esto no es así, el consumo interno de la droga está en pleno crecimiento, afectando más a jóvenes y niños, y generando violencia.

Al tener vía libre con la expulsión de la DEA (Droug Enforcement Agency), cuyo objetivo era dar lucha a los narcotraficantes, éstos se hallan actuando con más libertad, librando sus propias guerras internas y, como consecuencia, con “ajustes de cuentas” —asesinatos, por lo general. La Policía admite que pudieran estar actuando en Bolivia bandas de colombianos y brasileños. El sábado 6 se confirmó la versión, al menos de manera parcial.

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Las historias de estos delincuentes son harto conocidas: en Colombia, a plan de violencia, crearon su “santuario” en casi un tercio del territorio de ese país, donde actualmente se dedican a la producción de coca y cocaína, además de ser una cárcel para secuestrados; en Brasil, los narcotraficantes se han apoderado del control de algunas

“favelas” —barrios marginales principalmente en Río de Janeiro— donde resisten las incursiones policiales y militares con la misma y hasta mayor capacidad de fuego de los operativos de represión.

Por todo ello, tiene que alarmar al país que en sólo dos semanas recientes se hubieran producido en Santa Cruz presuntos “ajustes de cuentas” en unos seis casos, en uno de los cuales (01-06-09) asesinaron a Marcelo Suárez, quien estuvo detenido en el penal de Palmasola, por el delito de narcotráfico, y a su hijo Richard, de un año, al que tenía en brazos cuando bajaba de su vehículo y se disponía a ingresar a su casa. Su esposa se salvó providencialmente.

El informe fue proporcionado por el director de la FELCC (Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen), coronel Miguel Gonzales. Agregó que se presume que el doble asesinato “sería (obra de) una banda de narcotraficantes colombianos y brasileños, que desde el 2008 viene ejecutando a sus víctimas por ajustes de cuentas, como es el último caso… de un ciudadano colombiano que fue acribillado en su vehículo, después de una persecución”.

El auge de la cocaína en el país se debe al aumento de los cultivos de coca, materia prima de la droga. En 11 días, operativos antinarcóticos (54) efectuados por las policías de Bolivia y Brasil, en zonas fronterizas, decomisaron 1.337 kilogramos de cocaína, con valor en el mercado de $us 1,8 millones. Y la Fuerza Aérea Brasileña interceptó, en el municipio de Alta Floresta d´Oeste, Rondonia, un pequeño avión procedente de Bolivia que transportaba 176 kilos de droga.

El sábado, la FELCN —policía antidrogas— desmanteló dos laboratorios de cocaína y detuvo a al menos seis colombianos, en la población de Porongo, a 18 km de Santa Cruz. De enero a la tercera semana de mayo, fueron incautadas 12 toneladas de cocaína y más de 1.700 de marihuana, según los informes oficiales.