Mucho peor que los gastos reservados. De esta forma puede resumirse la situación del “Evo Cumple, Bolivia Cambia”, el fondo negro del presidente Morales cuyas finanzas son un misterio.
Una reciente investigación opositora ha puesto el tema en el tapete y es bueno que pase a ser objeto del debate nacional, por mucho que esto moleste en el oficialismo.
Prueba de esa profunda molestia fue la reacción destemplada del vicepresidente Álvaro García Linera, quien contrapunteó con insultos y descalificaciones que desnudaron su carencia argumental.
Ahora, el dirigente indígena Rafael Quispe salta al ruedo para señalar que el mencionado programa presidencial tiene la misión de “controlar y extorsionar a las organizaciones sociales para que se mantengan alineadas con el gobierno”.
Por su parte, Gamal Serhan Jaldín, del Partido Verde, advierte que “Si el programa se financia con dineros provenientes de la coca del Chapare, quiere decir que usa recursos de una actividad ilícita: la coca del Chapare es ilegal”.
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Súmese a esto el dato de que varios de los proyectos del “Evo Cumple” habrían sido financiados por el club de las dictaduras: Libia, Irán, Venezuela y China.
Es la cooperación internacional de los despotismos…