La puesta en escena


Juan Francisco Gonzales UrgelBUBYAún calientes los asientos que ocuparon los Ministros y los representantes de la COB para firmar un “cuarto intermedio” en torno a la Ley de Pensiones -cuyo tratamiento fuera premeditadamente retardado en función de distraer la atención pública sobre el “profundo análisis” que realizaba el TCP a la Ley Interpretativa de la CPE que permitiera a Evo Morales postular a una tercera candidatura presidencial- los sectores sociales afines al partido de gobierno se aprestaban a su proclamación anticipada, por encima de la Ley y reglamentos de campañas electorales en vigencia.Para no “contaminar” su imagen con las calles atestadas de manifestantes y las carreteras bloqueadas, ya el presidente Morales había efectuado su consabido viaje táctico fuera del país, esta vez en visita al “imperio” en busca de Jimmy Carter, pretextando apoyo para la causa marítima.El presidente viajó a Ecuador, donde Correa, otro de los miembros del ALBA tomaba posesión del tercer período presidencial en medio de una serie de acusaciones sobre los atentados gubernamentales contra la libertad de expresión. Retornó al lado de Maduro, tal vez inquieto porque Venezuela, con las cuentas públicas sobregiradas, no ve otra opción que pedir algo a cambio de la alfombra millonaria con la que su antecesor Hugo Chávez tapizara el camino de sus aliados del Socialismo del Siglo XXI.Sin embargo, el TCP dejó en suspenso la re elección de Gobernadores con la intención de obligar a Rubén Costas a no repetir y entrar a la lucha por la candidatura nacional. Allí lo esperan con los resultados del censo 2012 y la problemática en torno a recursos y curules, batalla en la que el gobierno no escatimará esfuerzos por echar leña con que malquistar al Oriente con el Occidente. Si Costas no participa, pierde apoyo en su región; si lo hace, se inviabiliza en Occidente. Juan del Granado y Samuel Doria Medina, al igual que Víctor H. Cárdenas o cualquier otro, tendrán que afrontar la campaña en el mismo escenario polarizado.A la vuelta de la esquina también aguardan más de 60 juicios inventados contra los opositores (Costas 22; J. del Granado 12; Cossío 10; Suarez Sattori 8; Doria Medina 12; etc.) para “distraerlos” de la campaña con innumerables audiencias, y una probable sentencia judicial a cada uno, pergeñada al filo del tiempo para dejar las candidaturas descabezadas y sin lugar a la escogencia de suplentes con peso político específico, y oportunidad de competir en igualdad de condiciones.El escenario se completa con las “maniobras envolventes” del Órgano Electoral Plurinacional y el SEGIP -en manos de reconocidos afines al MAS- es decir, padrón electoral, depuraciones y control de votaciones, y procesos de cedulación respectivamente. Es tal la seguridad del gobierno de haber logrado sus propósitos, que adelantarán la fecha de las elecciones, pues ello servirá posteriormente para alegar que no se cumplió con la totalidad del período presidencial y que don Evo Morales Ayma podrá optar a la presidencia por cuarta vez.Entretanto, los opositores compiten en su mutuo afán de descalificarse, y nadie parece recordar a los 230 parlamentarios latinoamericanos quienes en su momento -aunque tarde- se pronunciaron porque en Venezuela se realizaran elecciones transparentes. Buen punto de partida para que desde ahora se pueda conformar, a petición de las fuerzas democráticas del Continente, una comisión internacional de seguimiento y auditoría de los procesos electorales en todas sus instancias.El escenario está puesto. Los actores tienen la palabra.