Aunque el propio Bolívar tenía dudas sobre la idoneidad de fundar una República diferente a las Provincias Unidas y al Alto Perú, el fervor de la gente “lo convenció”. Desde el inicio la pertenencia de Tarija a este nuevo país fue cuestionado por los gobernantes de Salta, que finalmente tuvieron que
Fuente: El País
La guerra de la Independencia de Bolivia transcurrió en su territorio durante el periodo que abarcó desde el año 1809 hasta el año 1825. En este conflicto se enfrentaron los patriotas bolivianos contra los realistas españoles. Los patriotas resultaron vencedores, consiguiendo la Independencia de Bolivia. Este conflicto se prolongó en casi todo el proceso independentista.
El movimiento inició con el establecimiento de las Juntas de autogobierno en las ciudades de La Plata y La Paz. Las Juntas fueron disueltas poco después, y la Provincia de Charcas quedó bajo el dominio español nuevamente. La Revolución de Mayo de 1810 del Virreinato de Buenos Aires estableció su propia Junta. Buenos Aires mandó tres campañas militares al Alto Perú, al mando de Juan José Castelli, Manuel Belgrano y José Rondeau, pero los realistas lograron derrotarlos. Sin embargo, el conflicto se mantuvo hasta volverse una guerra irregular contra las Republiquetas, que sostenían Guerrillas dificultando la presencia de los realistas. Simón Bolívar y Antonio José de Sucre derrotaron al Ejército Real del Perú años después, lo que resultó seguidamente en la Independencia de Bolivia tras la Batalla de Tumus.
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De esta manera, las gestas emancipadoras en Latinoamérica tuvieron su epicentro en lo que hoy se constituye como Estado Plurinacional de Bolivia, fundado en primera instancia como República de Bolivia el 6 de Agosto de 1825. Hoy se recuerdan 197 años de este hecho.
En efecto, el 6 de agosto de 1825, la Asamblea Nacional, reunida en Chuquisaca, aprobó la proposición de conformar un país libre y soberano, suscribiendo el acta constitutiva de la independencia del Alto Perú. Los convencionales habían elegido la fecha del 6 de agosto por ser el aniversario de la batalla de Junín, acaecida un año antes. Lo hicieron con el convencimiento de que el nuevo Estado había nacido bajo la égida del Libertador Simón Bolívar y a la sombra de las glorias de Junín y Ayacucho, y además porque la incursión al Alto Perú efectuada por el ejército del Mariscal Sucre determinó la independencia definitiva de estas tierras altas. Por esta razón, pocos días después, la Asamblea resolvió adoptar la forma republicana y nominar a la nueva nación con el nombre de Bolívar y a su capital, con el de Sucre.
Cabe recordar que la Asamblea había comenzado sus sesiones un mes antes, el 10 de julio. Una vez iniciadas las sesiones, los congresistas se abocaron al asunto fundamental, el relativo a la organización del Alto Perú. Hubo tres propuestas al respecto, la de la independencia total, la de la anexión al Perú y la de la unión con la Argentina. Sólo dos diputados apoyaron la segunda fórmula. Y la tesis favorable a la independencia absoluta contó casi con la unanimidad de los votos. Esas memorables sesiones donde se creó el nuevo Estado boliviano se llevaron a cabo en la antigua capilla de la histórica Universidad de San Francisco Xavier. Actualmente, ese salón es conocido como la Casa de la Libertad, el cual además sirvió durante mucho tiempo como sede de los congresos nacionales.
Es menester destacar que una vez decidida la fundación de la República, la Asamblea designó a los doctores Olañeta y Mendizábal a fin de que se hicieran presentes en La Paz para saludar a Bolívar, quien recién llegaba a esa ciudad, y manifestarle que el Congreso había decidido que él ejerciera el Poder Ejecutivo mientras residiera en el nuevo Estado, el cual llevaría su nombre.
La segunda comisión para esos diputados fue la de solicitar al Libertador que empleara “sus esfuerzos, valimiento y poderoso influjo con el Bajo Perú” para que Arica “venga a quedar en el territorio de la República, que hará las indemnizaciones necesarias por su parte”. Para los propios fundadores de la República, era evidente que la nación boliviana necesitaría del puerto de Arica para su progreso económico y la plena autonomía de su tráfico comercial. Pues, como observó el propio Mendizábal, el nuevo Estado nacía a la vida independiente con “absoluta carencia de puertos, porque los que poseía en su litoral no merecían el nombre de tales”. Y además, porque ese puerto fue la salida natural del Alto Perú durante todo el período colonial. Había sido creado por el virrey Toledo en el siglo XVI para encaminar la plata extraída de las minas altoperuanas, y por ello era conocido como Puerto Potosí.
Como muy bien decía el historiador y escritor, Enrique Finot, “era la primera voz de alarma sobre un problema capital, el de la clausura del territorio; problema que en lugar de resolverse, se ha agravado en el curso de la historia republicana”. Evidentemente, la nación nunca pudo desarrollarse plenamente por sus graves problemas portuarios; los cuales, mientras no se resuelvan satisfactoriamente, perjudicarán al país. (…) A partir de ese momento, se establecieron una serie de decretos y leyes que formaron a la nueva nación, cuyos habitantes también construyeron a lo largo de su historia un país de esperanzas, que muchas veces no fue comprendido por la pelea del Poder. (…)Empero, hoy como nunca los bolivianos nos sentimos orgullosos de haber nacido en esta tierra bendita que a lo largo de su historia tuvo muchos “tragos amargos”, pero, con la lucha de sus hijos y de quienes creyeron en ella, pudieron establecerse en una nación que movió su propio destino”.
Simón Bolívar y su “hija predilecta”
Mediante un decreto la Asamblea determinó que el nuevo estado llevaría el nombre de “República Bolívar”, en homenaje al Libertador, designado “Padre de la República”. Se le concede también el supremo poder ejecutivo en forma vitalicia, con los honores de Protector y Presidente. Bolívar agradeció estos honores, pero declinó la aceptación del cargo, designando al general Antonio José de Sucre.
Pasado un tiempo se volvió a debatir el nombre de la joven nación, y un diputado potosino llamado Manuel Martin Cruz, dijo que al igual que “de Rómulo viene Roma”, “de Bolívar vendrá Bolivia”.
Bolívar deseaba que Bolivia formara parte de otra nación, preferentemente Perú, pero la actitud de las masas populares le llevó a tolerar lo decidido. El 18 de agosto, a su llegada a La Paz hubo una manifestación de regocijo popular. La misma escena se repitió cuando el Libertador llegó a Oruro, después a Potosí y finalmente a Chuquisaca. Esta expresión tan ferviente de la población, conmovió a Bolívar, quien llamó su “hija predilecta” a la nueva Nación.
Bolivia nacía a la vida independiente con los territorios que correspondían a la Real Audiencia de Charcas de la época Colonial. Comprendía cuatro provincias convertidas en departamentos: La Paz; Chuquisaca con Capital Sucre; Santa Cruz con Capital Cochabamba y Potosí. Posteriormente, se creó el departamento de Oruro.
Para la administración del nuevo gobierno se adoptó el sistema francés: el territorio dividido en departamentos; el departamento dividido en provincias; la provincia dividida en cantones y el cantón dividido en vicecantones. La autoridad que administraba un departamento se llamaba Prefecto, de la provincia subprefecto y del cantón y vicecantón, corregidor.
La cuestión de Tarija en la fundación de Bolivia
Bolivia nació a la vida independiente con cuatro territorios que correspondían a los contemplados en la Real audiencia de Charcas: Santa Cruz, La Paz, Chuquisaca y Potosí, después se creó el departamento de Oruro, pero sobre todo, tuvo inicio lo que después se ha conocido como “La Cuestión de Tarija”, un pulso estratégico, político y también militar que involucró a Bolivia y Argentina durante el resto del siglo XIX y no se cerró hasta el tratado Quirno Costa-Vaca Guzmán del 10 de mayo de 1889, ligeramente modificado en 1891 y puesto en vigencia el 10 de marzo de 1893, la línea limítrofe fue delineada de tal manera que la Argentina hacía una renuncia implícita a su reclamo sobre Tarija. Bolivia, en compensación, cedió un territorio que había perdido militarmente: la Puna de Atacama, territorio que se encontraba en poder de Argentina y Chile. Después aun hubo que modificar la línea de frontera para incluir a Yacuiba dentro de los límites nacionales.
La cuestión de la administración de Tarija siempre estuvo en discusión durante la Colonia. Desde 1776 el Corregimiento de Tarija formó parte del nuevo Virreinato del Río de la Plata. El 1 de diciembre de 1780 el virrey Juan José de Vértiz y Salcedo creó el gobierno político de Tarija. En noviembre de 1782 Tarija se integró a la Intendencia de Potosí como corregimiento integrado en el Partido de Chichas. El Partido de Tarija fue creado en 1785 separándolo del Partido de Chichas dentro de la intendencia de Potosí, con capital en la villa de San Bernardo de Tarija y en general, los historiadores coinciden en que “Desde un inicio de su fundación hasta después de ser un partido, Tarija fue únicamente dependiente de los gobiernos de la Audiencia de Charcas y del gobierno de Buenos Aires, pero también ocasiones se autogobernó, esto por estar mal gestionada por Potosí”.
Durante la guerra de la Independencia hubo hasta seis eventos fundamentales que rompieron las líneas españolas, entre ellos, el de La Tablada. El 9 de mayo, cuando el Congreso Constituyente de Buenos Aires abrió la puerta para la independencia de las provincias del Alto Perú, Sucre mandó a O´Connor a Tarija, desplazó al teniente de gobernador Felipe Echazú (nombrado por el gobernador de Salta, Juan Antonio Álvarez de Arenales) nombrando al coronel Bernardo Trigo Espejo como gobernador de la villa.
Tras un intercambio epistolar serio, Trigo no cambió de parecer y cursó las solicitudes para integrar el nuevo Estado pese a la furia de Álvarez de Arenales, que después apelaría al propio Simón Bolívar, quien ya de por sí no estaba muy ilusionado con la formación de Bolivia, ya que consideraba más necesario la conformación de naciones grandes. De esta manera, Bolívar instruyó restaurar Tarija al gobierno de Salta, lo que se materializó en febrero de 2026. Un golpe de Estado posterior auspiciado por Burdet O´Connor y los montoneros repuso a Bernardo Trigo en el gobierno de Tarija y con él, la integración en Bolivia.
Algunos detalles clave de la Independencia
Casa de la Libertad
Las memorables sesiones donde se creó el nuevo Estado boliviano se llevaron a cabo en la antigua capilla de la histórica Universidad de San Francisco Xavier. Actualmente, la Casa de la Libertad. Ésta custodia, conserva y exhibe, el Acta original de la Independencia del Alto Perú, retratos de época de Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y José Ballivián; además de los restos mortales de la Mcal. Juana Azurduy de Padilla.
Simón Bolívar
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, conocido como Simón Bolívar fue un militar y político venezolano, fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia. Fue una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente al Imperio español. De estirpe vasca, nació en una casa solariega ubicada en la Plaza San Jacinto de Caracas. Fue bautizado el 30 de julio de 1783, en la catedral de Caracas.
Antonio José de Sucre
Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, conocido como El Gran Mariscal de Ayacucho, fue un político, diplomático, estadista y militar venezolano, prócer de la independencia americana, así como presidente de Bolivia, Gobernador del Perú, General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia, Comandante del Ejército del Sur y Gran Mariscal de Ayacucho. Era hijo de una familia acomodada de tradición militar, siendo su padre coronel del Ejército Patriota