Alejandro Brown I.*
Una más del dictatorial Estado Plurinacional del MAS: tocar lo más sagrado de un trabajador, su bolsillo.
La nueva estrategia del Movimiento al Socialismo para acallar las justas reivindicaciones de los sensibles sectores de la salud y educación es realizar descuentos descomunales e inhumanos a los trabajadores.
El Gobierno del régimen Evista procedió a los descuentos de los sectores que paralizaron actividades en los días huelga convocada por la COB, en exigencia a una renta de jubilación digna. Fueron cerca de dos semanas de conflicto, en las cuales los educadores y salubristas, para no afectar a la población, deciden suspender sus medidas pese a no conseguir que el Ejecutivo les devuelva sus aportes en su totalidad, es más, ni siquiera el 70% que era lo que se pretendía.
Grande fue la sorpresa de los trabajadores, que dicho sea de paso son los sueldos más bajos del aparato estatal manejado por el Movimiento al Socialismo, cuando recibieron su boleta mensual con hasta el 90% de descuento. Un maestro, que percibe un sueldo de Bs 1200, con lo que tiene que alimentar a su familia y trasladarse todos los días a su escuelita para educar a los niños, futuro de la Patria, ahora se las tendrá que batir en la vida con Bs 90. “No me alcanza ni para el pasaje. Así trata el gobierno a los sectores más vulnerables e importantes, como es la educación”, señaló una de las profesoras afectadas.
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Asimismo, entre los salubristas, que día a día luchan para mejorar la calidad de vida de los pacientes de escasos recursos que llegan a los hospitales públicos –carentes de todo-, la situación no es muy distinta.
Una profesional en enfermería percibe una remuneración mensual de Bs 1.700, de la que tiene que destinar el 13% a las AFP’s y que el gobierno de Evo Morales solo devuelve el 4%, después de 35 años. Esa trabajadora solo cobró Bs 100 este mes para mantenerse y alimentar a su familia, porque el MAS, arbitraria y abusivamente considera que protestar por algo digno, como una mejor jubilación, es pasible al peor castigo de todos: matar al pueblo de hambre.
A raíz de esta dictatorial decisión, los funcionarios de los hospitales cruceños, temerosos porque se les apliquen más descuentos, han comenzado una huelga con bloqueos esporádicos que no entorpecen sus labores cotidianas. Mientras que los maestros urbanos también descartaron nuevos paros, pero realizarán las protestas callejeras. Los rurales también amenazan con salir a las calles, pero todos temen que Evo Morales los vuelva a dejar sin sueldos.
Con boletas en mano, los trabajadores del San Juan de Dios protestaron porque los descuentos llegan hasta un 90% del salario. Incluso, hay funcionarios que aseguran que pese a no haber parado, se han quedado prácticamente sin sueldo.
La nueva estrategia del MAS de tocar el bolsillo del pueblo ha dado los frutos esperados por los maquiavélicos estrategas de esta determinación que solo agrava más el problema. Los sectores están temerosos pero dolidos, y no hay nada más grave cuando se toca lo más sagrado del trabajador, por ello la táctica del Gobierno para acallar los sectores fácilmente se puede volcar con la fuerza de un volcán en erupción.
Solo basta recordar cuando en el 2003, el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada decidió tocar el bolsillo del pueblo con el impuesto al sueldo, situación que derivó en su estrepitosa caída. Ahora, el descuentazo del MAS a la salud y educación en forma de represalia no se quedará en el olvido, por el contrario, estos sectores arman sus filas para hacer frente a las injusticias de este gobierno. Primero acudirán a la justicia boliviana (Tribunal Constitucional), pero como saben que ésta es manejada al antojo del régimen evista, harán una denuncia internacional ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en la que harán conocer que en el país se están violando los derechos a la huelga.
Pero además, las manifestaciones volverán y ¡cuidado!, que cuando el pueblo tiene hambre, no hay fusil que lo pare.
*Perseguido político