Diputada “rebelde” apunta a García Linera y cúpula del MAS por intolerancia


La expresidenta de Diputados, Rebeca Delgado espera que Evo escuche a los “disidentes” y dice que el Vice García se “apoderó” del Gobierno por una “angurria de poder”.

Delgado apunta a cúpula del MAS por intolerancia

ESPERA QUE MORALES ESCUCHE A LOS “DISIDENTES”.

imageLos Tiempos, Cochabamba, Bolivia



La diputada Delgado, ayer. Los Tiempos

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La diputada del Movimiento Al Socialismo (MAS) Rebeca Delgado ratifica sus críticas y discrepancias con algunos miembros del Ejecutivo, particularmente con quienes dice son parte de una “cúpula” presidida por el vicepresidente Álvaro García Linera,  que se “apoderó” del Gobierno por una “angurria de poder” y que es la que marca las líneas y el accionar del partido gobernante.

La expresidenta de la Cámara de Diputados, en entrevista con Los Tiempos, aseguró ayer que no renunciará al MAS ni cederá a los amedrentamientos y espera que el presidente Evo Morales convoque a una reunión a los llamados “disidentes” o “librepensantes” para limar las diferencias y “reencauzar” el proceso de cambio.

Los Tiempos (LT).-  ¿Cuál es su situación dentro el MAS, después de las divergencias que se han suscitado. Han solicitado su renuncia?

Rebeca Delgado (RD).- Primero nos han denominado como librepensantes y disidentes, un denominativo que no lo aceptamos. Tampoco hemos dicho que somos librepensantes ni disidentes, porque se quiere ver, por un sector interesado , como que no respetamos la estructura orgánica del MAS y su disciplina. Eso es totalmente falso, no porque yo lo diga, sino que eso lo demostré con mi conducta y actos. Yo soy y he sido totalmente orgánica y disciplinada. Respeto la estructura orgánica del MAS y las organizaciones sociales, eso lo demostré desde los momentos más duros de la Asamblea Constituyente y cuando presidí la Cámara de Diputados.

Primero quiero desvirtuar ese denominativo injusto de disidentes, este término implica la separación y nosotros no estamos separados del proceso de cambio. Yo soy una persona crítica al proceso, pero no disidente o librepensante entendido en términos neoliberales. Ahí hay una mala intención. Segundo, creemos que la composición plural del MAS, al final son sectores campesinos, cocaleros, también clases medias que estamos dentro del proceso e incluso hubo gente que renunció o está fuera del Gobierno, pero eso no significa que esté fuera del proceso de cambio. El proceso de cambio no es propiedad de una persona o un grupo de personas, es producto del aporte de diferentes sectores sociales.

LT.- ¿Cuál el accionar de esta cúpula? ¿En qué casos operó?

RD.- Me ratifico en lo que dije antes, que hay una cúpula que es la intolerante, pero no son dueños del proceso de cambio. Podrán arrogarse la propiedad del proceso, centrando todo la posibilidad de debate y dar las líneas para que sigan todos. Ahí aparecen defendiendo posiciones que a veces son indefendibles y que nos parecen más bien errores, que los hemos criticado, como ejemplo está el gasolinazo ¿quién decidió, cómo se retrocedió? Fue esa cúpula la que decidió.

Otro ejemplo el tema del Tipnis. Ahí, así me digan traidora, la lealtad es decir la verdad, no callar, en el Tipnis lo que afectó el proceso es el operativo de Chaparina donde hubo una violación a los derechos humanos, así se les diga a los indígenas que son de derecha. Esa política de esa cúpula es la que nos está haciendo daño, esa política de amedrentamiento, de descalificación, del terror a la investigación.

No estás de acuerdo te investigan. Ahí habrá que reflexionar la función del Ministerio de Transparencia; al principio estaba de acuerdo para transparentar el manejo público, pero ahora más que darnos seguridad nos da inseguridad y no certeza.

LT.- ¿Se ha informado que su gestión como presidenta de Diputados va a ser auditada?

RD.- Sí tenía esa información, pero al parecer se desistió de eso. Me parece bien que no exista una política de amedrentamiento, sería un grave error, pero si se quiere hacer investigación ahí está la información,  quien está llamada a hacerlo es la Contraloría.

Siento que esta cúpula está fomentando un comportamiento de intolerancia dentro el MAS, y esto se traduce en que, quien no está de acuerdo con esa cúpula y quien la dirige es Álvaro García Linera, resulta que es de derecha. Eso es lo que pasó con la COB, decir que por sus movilizaciones son de derecha, uno se pone a pensar, entonces dónde está la izquierda. Es una conducta que nos está haciendo daño, que la llamaría traidora al proceso, porque se está elitizando la política que ha emergido del movimiento popular.

Por eso, cuando me referí en la sesión que se debatió sobre la reelección, mencioné que hay impostores, hay gente que jamás ha creído en los campesinos, en la participación de los campesinos en las políticas públicas, en la leyes. La presencia de estos sectores tiene una esencia, no sólo es discurso. Si revisamos si el MAS o los sectores están gobernando, no. Quien está gobernando es esa cúpula.

LT.- ¿Quiénes integran esta cúpula, tienen el aval del presidente Morales?

RD.- No si tendrán el aval o no del Presidente, tal vez por la dinámica de las tareas está la cabeza del Vicepresidente y son cuatro a seis personas más, que practican todo lo contrario de lo que se promulga. Hemos aprendido una democracia horizontal y asemejaba a una democracia de construcción colectiva de las cosas. No sentimos que se dé eso; por ejemplo, en el Legislativo varias leyes han entrado que no han sido consensuadas como el proyecto de ley de Extinción y por su oposición calificaron a los transportistas de narcotraficantes.

Eso no puede ser así, no se puede descalificar a la gente y, reconociendo el error, se esperaba que el propio proyectista (el ministro de Gobierno, Carlos Romero) diga ‘me equivoqué’ y retire su proyecto, pero insistió en un tema que al final de manera ambigua el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional.

LT.- ¿Esta cúpula se apoderó del Gobierno y es la que está gobernando?

RD.- Creo que el poder enajena y lo que ha pasado es que se ha concentrado el poder en esa cúpula y de repente, ahí están los ll’unkus, que no le están dando toda la información al Presidente y no están analizando con él las consecuencias negativas y positivas de las medidas que se van a tomar. Hay diferentes hechos que prueban eso, el gasolinazo, la Ley de Pensiones. Los más cercanos al Presidente tendrían que tener un rol de mayor análisis con él, pero esas puertas se han cerrado, es casi imposible hablar, acercarse al Presidente.

Ahora hay una especie de círculo  que no permite que los legisladores accedan a él. Los verdaderos masistas están relegados, no tienen posibilidades de hablar con Morales.

LT.- ¿Desde cuándo esta cúpula tiene el control del Gobierno?

RD.- Creo que empezaron en la Asamblea Constituyente. Lo orgánico todavía se veía ahí, había reuniones con los sectores sociales y se debatía sobre los temas y se sacaban decisiones. Pero venían contraórdenes de esa cúpula que nos complicaba la vida y el propio proceso, ahí están los dos tercios y terminar la sesión en la Glorieta, en un cuartel militar.

Creo que a partir de esas decisiones inorgánicas éstas se han ido solidificando y ahondando en la Asamblea Legislativa. A partir de eso, creo que esa cúpula aprovechó para apoderarse del MAS.

“En vez de mejorar, empeoró”

LT.- ¿Qué hizo que usted saque a luz pública sus críticas?

RD.- Siempre he sido critica, consta dentro el MAS desde la Asamblea Constituyente. En varias decisiones, cuando era viceministra, hacia conocer mi posición, siempre pensando en que esto podía mejorar. Pero lo que hemos hecho en esta última etapa desde la Cámara de Diputados muestra que en vez de haber mejorado, empeoró.

Uno de los hechos que me ha preocupado mucho ha sido la aprobación de ley de Régimen Disciplinario de la Policía; se tuvo un amotinamiento de los policías por una ley que no era de consenso y era inconstitucional y por esa ley se iba a provocar un enfrentamiento entre organizaciones sociales y policías. Eso me pareció que realmente ya estaba saliendo de control, desde ahí y en la última etapa de mi gestión en la Presidencia de Diputados, finales de octubre, se fue tensionando bastante y se vio que no había posibilidad de llegar con el Presidente, no sólo por mía sino de otros dirigentes.

Entonces, como uno no encuentra un espacio, no quedaba otra que hacer pública esas críticas. Lo otro era callarse, dejar pasar y decir ni modo, así me mantengo en el cargo, no me hago problemas. Siempre he sido crítica, pero esto se ahondo por los temas que tensionaron al país.

¿Hay presiones para que renuncie, qué decisión tomó?

RD.- En la reunión que hemos tenido como bancada y que ha sido bastante tensa, he dicho todo lo que sentía y pensaba. En esa reunión agradecí al presidente Evo Morales por su invitación a ser parte del Gobierno, porque nunca pertenecí a ningún partido político. Creo en el liderazgo de Evo Morales, pero se puede deteriorar por esa cúpula. Leonilda Zurita me pidió mi renuncia y de otros cuatro o cinco legisladores que tienen similar posición.

El Vicepresidente lo que hizo, después de eso, fue plantear la posibilidad de abrir debates, que sean ideológicos. Esa reunión considero que fue positiva, pues son esas reuniones las que se deberían tener, eso es orgánico, se agotan los temas, se pelea. Pero en cuatro años en la Asamblea, creo que ha sido la primera reunión de debate.

Estuvo dirigida por el Vicepresidente quien también planteó que quienes no estaban de acuerdo renunciaran, pero se aclaró que lo que se necesitaba era fortalecer la democracia interna, entonces se determinó que iban a darse debates y nosotros, manifestamos que no íbamos a renunciar, pero si exigir ese debate.

RIESGO DE TOTALITARISMO Y AUTORITARISMO

LT.- ¿Qué significa o debe entenderse por ser orgánico?

RD.- Lo orgánico es responder a la estructura organizacional del MAS, pero también están las organizaciones sociales. Yo entiendo que es debatir los temas con las organizaciones sociales, tomar decisiones conjuntas, agotar el debate, llegar a consenso y mantener una posición firme hacia afuera. Está bien lo orgánico, pero no pueden haber temas que imponga la ‘organicidad’ si están contra la Constitución o los principios. Eso significa coartar el derecho, eso sería autoritarismo y totalitarismo, eso no puede suceder. Está bien ser orgánico y desafío al Vicepresidente a demostrar que no he sido orgánica. Cosas que van más allá de la Constitución no puede ser ‘organicidad’, eso es una interpretación forzada para someter.

Con esa usurpación del poder por las clases medias que se está dando en el MAS, que no entienden la lógica de los movimientos campesinos o sociales sobre la democracia interna, estamos elitizando la política del MAS.

LT.- ¿El MAS está incurriendo en los errores de los partidos tradicionales?

RD.- Se está en ese riesgo, se están replicando las mismas conductas.

NO HAY PROYECTO POLÍTICO ELECTORALISTA

LT.- ¿Su distanciamiento con el Gobierno se relaciona con un proyecto político para el 2014; tal vez su candidatura a partir de la reunión con otros disidentes?

RD.-  Son reuniones públicas, por tanto primero se desvirtúa todo intento de conspiración. Nos han dicho que estamos conspirando contra el Presidente. No veo qué conspiración se puede dar cuando se convoca públicamente a las reuniones. Por otra parte, si bien es gente que no está dentro de la estructura pública actualmente, lo cierto es que tampoco está fuera del proceso de cambio, porque nadie es dueño del proceso de cambio, entonces es gente critica, algunos se han declarado disidentes, que dentro de la propia ideología podría ayudar a fortalecer el proceso.

Se ha planteado en las conclusiones, porque se han tenido como dos reuniones, que reconocemos el liderazgo de Evo, primero, y segundo, que nuestro afán no es electoralista, crear un partido. No se habló del tema, sino que quienes estamos dentro y afuera de la estructura partidaria del MAS y del Gobierno, planteamos debatir sobre temas específicos de coyuntura y planteárselos al Presidente.

CONTRADICCIONES

Delgado dice que los dirigentes que “mandan” en el MAS, contrario a lo que aseguran, no actúan de forma orgánica.