La pandemia y falta de políticas dejaron al turismo en Bolivia en «terapia intensiva», según expertos

Ya no hay vuelos directos desde La Paz hasta Uyuni, mientras que antes de la pandemia había más de dos frecuencias diarias, refieren los operadores de turismo.

La pandemia y falta de políticas dejaron al turismo en Bolivia en "terapia intensiva", según expertos

Fuente: Brújula Digital



La pandemia dio un golpe devastador al sector del turismo en Bolivia. Después de dos años de paralización, la reactivación de las actividades turísticas apenas comienza y afronta la falta de políticas del Estado.

El covid 19 provocó el cierre de al menos 30 empresas operadoras de turismo y los operadores privados que sobrevivieron afrontan problemas como el ocurrido hace pocos días: turistas bloqueados por un sindicato en Tiquina (La Paz).

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«El turismo en Bolivia está sufriendo de una falta de atención y sólo está visto como un tema de promoción de turismo interno y así es como quiere trabajar el gobierno porque revitalizar tiene que ver con temas de conectividad aérea y no hay políticas desde Bolivia para que eso suceda» lamentó el director de Red Travel y periodista especializado en el área, Ronald Tellería.

Antes de la pandemia había hasta cuatro vuelos semanales de Cuzco a La Paz y más de dos vuelos diarios desde La Paz a Uyuni, pero ahora no hay vuelos desde La Paz hasta Uyuni, refieren los operadores de turismo.

«Hay una reactivación leve, tampoco hay buenas conexiones porque no hay suficiente demanda» refuerza Agustín Echalar, operador de turismo y experto en el área.

«En términos de circuitos de turismo no hay el requerimiento para ir a Uyuni» complementa porque ahora sólo hay una ruta para llegar a Uyuni y es por Cochabamba.

Además, la pandemia golpeó más a las empresas grandes porque tenían planillas y por la paralización de las actividades no recibieron ingresos.

Muchos tuvieron que despedir a sus trabajadores.

«El problema es que no hay un turismo receptivo como tal porque no se puede levantar hasta ahora, muchas empresas han cerrado, muchos empleados fueron despedidos, muchas personas siguen trabajando desde sus casas de manera independiente, muchos han quedado como freelance que el algún momento venden pasajes o algún paquete que alguna empresa les da, son muy pocas empresas las que han vuelto a levantar la cabeza para hacer nuevamente la oferta de servicios» describe Tellería.

A eso se suman algunas determinaciones que asumieron las autoridades como el trámite de visas para el ingreso de turistas de Estados Unidos e Israel por razones «políticas» lo que sumó un desinterés por los destinos turísticos de Bolivia.

Los expertos consultados coinciden en que Bolivia recibe «el rebalse» de los turistas que llegan hasta Perú y que se aventuran por visitar Bolivia por lo que uno de los principales «puertos» de acceso al país es Copacabana.

«El lago Titicaca es una referencia occidental, el epicentro del turismo es Machu Pichu y Cuzco. Muchos pasan hasta el lago Titicaca y esos algunos pasan a Bolivia, otros ingresan hasta el salar de Uyuni» refiere Echalar pero lamenta que en Bolivia «no tenemos una vocación de turismo receptivo».

El gobierno, a través del viceministerio de Turismo, promueve como política el turismo interno con paquetes interesantes para funcionarios públicos, pero -observan los entrevistados- no ayuda mucho en la reactivación del turismo porque tiene un mercado limitado.

Las personas pueden viajar una vez o dos veces, pero no más.

A esto se suma la falta de conectividad aérea interna, de hecho, BoA es la única línea aérea que llega a más destinos seguido de Amaszonas que también pasó a otra empresa privada mientras Ecojet después de mucho tiempo llegó a Rurrenabaque, otro destino turístico importante.

Tellería afirma que el turismo emisivo también ha caído porque también afronta problemas de conexión al exterior y la más afectada esa La Paz.

«Tenemos sólo dos líneas aéreas que tocan el suelo paceño» lamenta el operador de turismo.

Otro problema que agobia al sector es la arremetida de organizaciones sociales y comunitarias como el ocurrido la pasada semana en Tiquina (La Paz) o la quema de domos en el salar de Uyuni ocurrida el año pasado.

En La Paz, el sindicato Manco Kapac y otras organizaciones están en conflicto con empresas de transporte privados de turismo. Los afiliados bloquearon a los buses y a los turistas que iban en los motorizados, y ejercieron violencia.

 

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