Mientras el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sugiere “despolitizar la banca estatal”, el gobierno de Evo Morales avanza en sentido contrario, buscando politizar la banca privada.
A eso apunta precisamente el proyecto de Ley de Servicios Financieros que se encuentra en tratamiento en la Cámara de Diputados, el mismo que, según el ex presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Juan Antonio Morales, entraña riesgos para la salud del sistema bancario del país.
Y es que la “orientación” del crédito desde el Estado puede llevar a poner el dinero de los ahorristas en préstamos que no resulten rentables, sobre todo a través de un crédito político dirigido hacia sectores que forman parte de la clientela electoral del partido de gobierno.
Al decir del ex presidente del BCB, “Las asignaciones sectoriales son peligrosas porque uno se puede equivocar al decidir cuáles son los sectores ganadores. Una vieja discusión en la teoría del desarrollo es si los gobiernos son más hábiles que el sector privado para identificar a los sectores rentables (….) Supóngase que se instruya a los bancos prestar a un determinado sector y a ese sector le va mal”.
La experiencia mundial es negativa en lo que respecta a tasas y preferencias sectoriales inducidas desde el Estado. Ejemplo de esto es lo sucedido con la burbuja del crédito hipotecario en los Estados Unidos por la actuación de entidades semipúblicas, raíz de la crisis financiera que afectó a ese país y de la que aún quedan importantes secuelas.
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