Tragedia en el departamento de La Paz que dejó al menos diez muertos en la vía a Desaguadero. Un herido relata que el conductor del cisterna podía frenar, pero impactó violentamente. Responsabilizan a los bailarines por el accidente.
Afectado. El chofer Juan Gabriel Martínez en la clínica Cruz Azul, ayer. Foto La Razón.
La Razón / La Paz
Alguien que participó en la fiesta en San Juan de Huancollo lanzó un petardo y eso provocó el incendio, relató ayer el conductor del cisterna cargado con alcohol que se quemó el viernes junto a otros 11 carros y dejó al menos diez muertos en la vía a Desaguadero.
Juan Gabriel Martínez (37 años), chofer del cisterna que resultó con quemaduras de segundo grado, recibió a La Razón en la clínica Cruz Azul de El Alto. Allí contó algunas causas de ese fatal accidente que además dejó heridas a 19 personas cerca de las 18.00.
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“Al pasar Guaqui, después del control de combustible en la tranca, paré a unos seis kilómetros más allá porque me había olvidado tapar el tanque de diésel. Después seguí y cuando llegué un poco más allá creo que hubo un accidente, me parece que fue de bailarines y de unos borrachos y (…) me sorprendió porque vino un vehículo de un ebrio que me atravesó, me descontrolé y perdí la razón por un momento”, narró el conductor, oriundo de Santa Cruz.
Luego, agregó, “vi derramado el alcohol por el impacto (del choque), pero no iba a pasar nada porque el alcohol explota cuando hay fuego o agua caliente, el camión estaba lejos, ni siquiera estaba volcado, y me bajé porque gritaba una señora, me puse a ayudarla, no había llamas todavía y unos borrachos decían ‘qué huevada se jodió la fiesta’”.
Ayuda. Acompañado de su esposa en la sala 1 de la clínica, Martínez, con 18 años de experiencia en este trabajo, describió que para ayudar a la mujer que pedía auxilio rompieron el parabrisas trasero del minibús junto con otro pasajero, quien fue el único que le ayudó y luego terminó más quemado que otras víctimas.
“Vino un señor, me ayudó a romper el espaldar trasero del minibús, la íbamos a sacar pero alguien de la fiesta botó un petardo y éste explotó y ya no supe más, perdimos la razón”, agregó. Consideró que si no hubiera sido ese petardo, no se habría iniciado el incendio de todos los motorizados del lugar, “porque el alcohol sólo se hubiera expandido como agua en el piso”.
No dudó en responsabilizar a los bailarines por el accidente. “No se pueden poner a bailar en plena vía internacional”, dijo. Descartó cualquier falla mecánica o rotura de frenos porque precisó que todos los camiones de larga distancia “pasan por estrictos controles”.
No obstante, uno de los heridos en la misma tragedia, Crescencio Mariaca (44), negó que haya habido petardos. Agregó que los bailarines se encontraban a un costado de la carretera.
“Retornaba de Desaguadero y a diez minutos de viaje sucedió esto. Estábamos en la trancadera de autos y el cisterna podía frenar o salirse a la derecha, pero nos invadió carril y nos limpió a todos. Yo creo que el culpable es el chofer del cisterna”. Fernando Chambi (30), también herido, señaló que “había una trancadera de autos de tres filas en el lugar”.