Presidente de Fexpocruz: “No hagan política con el censo; el censo es un clamor”


Discurso del presidente de la Fexpocruz, Óscar Mario Justiniano en la inauguración de la feria Expocruz 2022.

Fuente: https://asuntoscentrales.com

Quiero hacer un tributo a ese visionario que abrieron las primeras sendas hacia el desarrollo, el progreso, la modernidad hace solo 60 años… solo 60 años. A nuestros abuelos a todos los abuelos de esta noble tierra, los que lucharon por este sueño que hoy se llama EXPOCRUZ…



GRACIAS, GRACIAS, ¡MUCHAS GRACIAS! (Les pido un fuerte aplauso para todos ellos)

DAMOS LA BIENVENIDA AL PRESIDENTE DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA, AL VICEPRESIDENTE DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA,

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Al Sr. GOBERNADOR DE DEPARTAMENTO DE SC, AL SR ALCALDE DE SC DE LA SIERRA

A LAS AUTORIDADES NACIONALES, DEPARTAMENTALES, MUNICIPALES Y CÍVICAS

A LOS INVITADOS ESPECIALES. A TODO EL PÚBLICO PRESENTE

SEAN TODOS USTEDES BIENVENIDOS.

Hace más de medio siglo, exactamente 60 años, cuando muchos de los que estamos aquí aún no habíamos nacido, cuando estas calles eran arenales, un grupo de visionarios se puso de acuerdo para impulsar la realización de la primera Feria Exposición de Santa Cruz

Con escasos recursos, pero con esa ambición que es propia del cruceño, con esa manía de emprender y hacer palpables los sueños.

Y aquí estamos, con la misma convicción que animó a nuestros pioneros, con el paso de los años y las décadas

Debo reconocer el camino nunca fue fácil. Nuestra Feria demandó muchísima tenacidad y el esfuerzo de varias generaciones de mujeres y hombres, cruceños… bolivianos, que a lo largo de estas seis décadas aportaron con alma, vida y corazón para que -hoy- nos consolidemos como la feria multisectorial más grande de Sudamérica

Mientras pensaba estas palabras… no pude evitar analizar algunos datos, realmente ilustrativos, del proceso de transformación que vivimos como región, y como país.

Hace 60 años, la ciudad de Santa Cruz de la Sierra tenía poco menos de 96 mil habitantes, casi un barrio, o menos que un barrio.

Nuestro departamento rondaba los 300 mil habitantes.

Éramos realmente pocos.

Para 1976, se había duplicado la población departamental y triplicado el número de habitantes en nuestra ciudad.

Así fue acelerándose la historia

Al principio nos tomó desprevenidos, nos obligó a identificar pautas, definir y visualizar nuestras metas.

Santa Cruz dejó atrás rápidamente los sesenta y setentas, y se instaló en la dinámica de finales del siglo XX con una intensidad muy particular

Nos apropiamos rápidamente del futuro sobre la marcha y, más allá de las circunstancias por las que tuvimos que atravesar —una y otra vez— aquí estamos.

¡Aquí estamos!

La transformación fue tan rápida que en un parpadeo  ya nada es lo que era ayer.

Este crecimiento se nota al conversar con la Sra Julia Quisbert, madre de 4 hijos, abuela de varios nietos, sustento de su familia, en ella percibo una realidad que se repite en miles de ciudadanos. La Sra Julia, cuando tiene un problema de salud, debe recurrir a una posta o a un centro de salud, a la madrugada en busca de una ficha para ser atendida, ella o cualquiera de sus familiares.

Si tiene suerte, podrá ser atendida en la misma jornada, caso contrario volverá al mismo peregrinar el día siguiente. Mientras tanto, su fuente de ingreso está cerrada.

Esta historia es una realidad en todos los rincones de la ciudad, de las ciudades, de los departamentos…  y se hace aún peor en las zonas rurales

Hay gente que permanece en la sombra, porque se desconoce dónde vive, donde y en qué trabaja, que condiciones de vivienda tiene, cuáles son sus necesidades y eso es realmente injusto.

A los ciudadanos comunes nos interesa muy poco la política.

Lo que queremos, es ir a una posta sanitaria, donde la fila no sea eterna y la atención sea eficiente.

Lo que queremos, es que nuestros hijos puedan acudir a una escuela que reúna las condiciones para una buena formación educativa.

La política está en segundo plano, al igual que las diferencias ideológicas. Lo que necesitamos es que el Estado, en sus diferentes niveles, pueda proveernos de insumos básicos para un desarrollo equitativo, sostenible y en igualdad de condiciones

Por eso, cuando pedimos que se realice el Censo Nacional de Población y Vivienda, lo hacemos, porque ese es el clamor de la gente más humilde.

Esa es la raíz de una demanda que compartimos los cruceños y los habitantes de otras regiones del país.

No hay política detrás de esta demanda, sino la necesidad impostergable de saber cuántos somos, cómo estamos distribuidos, qué necesitamos y hacia dónde deben dirigirse los recursos.

LA DEMANDA EN SALUD Y EDUCACIÓN ES MAS GRANDE QUE LA OFERTA

Es tan simple como eso, sin necesidad de confundir a la población lanzando acusaciones, creando tensiones o enfrentando peligrosamente a los bolivianos.

Extiendo el pedido a todos los gobernantes, dejen de hacer política con el Censo, aportemos con ideas progresistas, necesitamos Censo para darle condiciones básicas a todos los bolivianos

Hoy todos estos bolivianos están de alguna forma representados en esta Feria.

Trabajando juntos emprendedores, obreros, artesanos, arquitectos, ingenieros, albañiles, carpinteros, todos los que con sus manos crean este espacio, donde se luce la región y el país.

Nuestra feria, es un espacio de unidad, donde bolivianos de todos los rincones del país se encuentran con una causa común: la generación de oportunidades para todos.

Cuando hablamos de progreso para todos, hablamos de Expocruz

Y esto se ve reflejado en múltiples testimonios de ciudadanos que ven en esta feria el punto de partida para su emprendimiento, ya sea individual, familiar, pequeño o mediano, la posibilidad de un despegue para mejorar sus vidas.

Aquí, no hay emprendimiento chico, si nace.. de un sueño grande.

Recorriendo las calles de Expocruz conversé con Eduardo Taborga, quien alegre me decía lo importante que es para él poder desarrollar sus actividades como albañil, junto a tantos obreros, carpinteros, soldadores, electricistas, que —de sol a sol— levantan esta infraestructura con su esfuerzo.

Este fenómeno, se vive dentro de la Feria, pero también en numerosos lugares de la ciudad.

Estuve con la Sra Ingrid Rodríguez, que tiene su negocio cerca de la feria, quien aumenta sus ventas por la llegada de Expocruz. Lo vive también Nadia Rojas, cocinera, que recibe nuevos clientes, antes, durante y después de la Feria.

Lo viven los emprendedores, como Vanesa Vieyra, que llega hasta aquí para compartir sus proyectos, sus ideas, sus sueños con gente de otras regiones del país y del mundo.

Como Vanessa, Ingrid, Nadia, Eduardo, Julia…

Los jóvenes necesitan oportunidades, necesitan empleos.

La demanda de empleo es siempre mayor que la oferta. Ese es un asunto pendiente que debe motivar la preocupación de todos nosotros, públicos y privados.

El desarrollo económico de un país pasa, necesariamente, por la inclusión, aprovechando el talento de sus nuevas generaciones que aspiran trabajar y prosperar… ¡Que necesitan trabajo y progreso!

Cada año más de 100 mil jóvenes buscan incorporarse al mercado laboral, sin embargo, no alcanzan las oportunidades para todos.

La mayoría cae en la incertidumbre de la informalidad, o se ve en la necesidad de buscar opciones en otros países.

Desperdiciamos un gran potencial de talento y capacidad.

Sobre este tema no hay discrepancias. Tanto los diferentes niveles de gobierno, como los sectores privados, buscamos lo mismo, aunque los modelos sean aparentemente diferentes.

La mejor defensa de un trabajador es la generación de emprendimientos formales, en la búsqueda de generar estabilidad y sostenibilidad en las empresas.

La constitución política de nuestro Estado establece la coexistencia de cuatro modelos productivos, donde el rol del sector privado es parte fundamental para la construcción de una visión armónica y compartida, que verdaderamente oriente el desarrollo en la dirección que todos pretendemos, en beneficio de todos los habitantes del país.

Para ello, es necesario crear las condiciones que permitan potenciar al máximo la productividad del sector privado y de todos los sectores.

Es prioritario impulsar políticas de Estado, no solo de gobiernos de turno, que reflejen los lineamientos constitucionales en el diseño de una agenda que involucre a todos los actores, para que cada uno desde su ámbito aporte al crecimiento de la economía, la generación de más empleos y el bienestar en general.

Juntos, Estado y privados, demostremos que no trabajamos desde distintas orillas, sino que somos parte de una misma corriente dinámica de transformación.

Esto implica…

eliminar trabas,

despejar obstáculos,

revisar normativas laborales

y proyectos de ley que atentan contra la sostenibilidad del sistema productivo y las empresas formales.

Además, también implica, ser inflexible con las prácticas delictivas, como el contrabando y los avasallamientos de tierras.

Los delincuentes, son grupos armados que desatan el terror, cometen atropellos y quedan impunes, no son campesinos inocentes sin tierra.

Lo que ocurre en Santa Cruz, también sucede en Cochabamba, en La Paz y en otras regiones del país donde algunos buscan disfrazar el abuso como conquista social, donde se reinventa el lenguaje para que un vulgar delincuente trate de ser visto como líder, o al menos como caudillo.

No es mucho lo que se pide: se trata de hacer prevalecer el Estado de derecho por sobre cualquier capricho sectorial o ideológico de unos pocos.

Con marchas, bloqueos y presiones buscando que el gobierno ignore la ley, solo se destruye la institucionalidad, y se conduce el país al caos.

Necesitamos resolver los problemas pendientes.

Pedimos reuniones y agendas de trabajo… no “para la foto”, que solo nos traen críticas y más críticas, cuando lo único que perseguimos es progreso para nuestra región y el país

¡Queremos trabajar!

¡Queremos crecer!

¡Queremos progresar!

Lo que perseguimos es que se escuche y atienda nuestra propuesta para impulsar un modelo de desarrollo productivo nacional, que potencie los diferentes pisos agroecológicos de cada región, desarrolle industrias locales, proyecte exportaciones regionales y genere puestos de trabajo dignos para todos los bolivianos.

Nosotros sabemos lo que funciona y tenemos una rica historia detrás, que nos ha permitido aprender en el camino.

Los actores privados, y con ello me refiero a productores, comerciantes, emprendedores y empresarios de todos los tamaños, que se la juegan cotidianamente a lo largo y ancho del país, sabemos lo que es desarrollar un negocio, pero también lo que es perder oportunidades.

No somo adversarios políticos – Somos aliados imprescindibles para una economía más competitiva, para un incremento de las inversiones, para una industria más potente y con mayor proyección.

Es que los retos que tenemos por delante son de tal magnitud que no admiten más demoras para alcanzar acuerdos.

Los cambios en el mundo dejaron varias lecciones. Una de ellas es que los países, especialmente del mundo desarrollado, han comenzado a mirar la globalización desde una óptica muy diferente, relacionada con la priorización de sus intereses que con un genuino espíritu de integración global.

Eso nos obliga a ejecutar nuevas tareas, a fortalecernos, a buscar ser autosuficientes como país

Estos desafíos deben servirnos para promover políticas internas, desarrollar nuestras potencialidades y diferencias competitivas, y buscar una integración en lo posible más equilibrada.

En esta tarea no hay un minuto que perder.

Santa Cruz ha sido destino de inversionistas y trabajadores, de emprendedores de todas las regiones del país y el mundo.

Y EXPOCRUZ es eso, un punto de convergencia nacional, de ambiciones y sueños compartidos, de talentos que suman , sin importar de donde vengan.

Destaco, el extraordinario rol que tienen las mujeres, cruceñas y de otras regiones del país: empresarias, productoras, emprendedoras, mujeres del campo y de la industria que son las auténticas protagonistas del salto de esta feria hacia el futuro.

Y termino donde comencé.

Nuestra feria tiene 60 años. Ha pasado mucha historia, muchos cambios, decenas de gobiernos y no pocos presidentes. Se han izado y se han bajado muchas banderas en el camino. Han caído muros, asomado identidades agresivas y fanatismos antes adormecidos en el mundo.

Pero hay algo que no cambia, y es el espíritu de los pueblos, la fuerza de sus convicciones y el poder de sus valores.

Ahora podemos decir que se puede, que hemos alcanzado un lugar en el mundo; que nuestra pasión por hacer, emprender, producir, va a seguir siempre firme, porque es parte de nuestra identidad.

Es parte de nuestra cultura de libertad.

Gracias EXPOCRUZ

MUCHAS GRACIAS A TODOS