La poca accesibilidad a dispositivos electrónicos fue una de las razones
BonNontawat
Debido a la emergencia sanitaria decretada en 2020 por el coronavirus, escuelas de todo el mundo frenaron actividades académicas para preservar la salud de su alumnado, personal docente y administrativo.
De acuerdo al informe “Cuando las escuelas cierran”, presentado en septiembre de este año por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el cierre de las unidades educativas afectó a casi 1.600 millones de estudiantes en más de 190 países.
“El impacto en la educación fue de carácter mundial, de una forma nunca vista en anteriores epidemias, emergencias o crisis”, cita el documento.
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Los gobiernos e instituciones educativas procuraron darle continuidad a la enseñanza por medio de plataformas virtuales. Aun así, el cierre de las escuelas por el covid-19 ha obstaculizado el derecho a una educación inclusiva y de calidad para niñas, niños y jóvenes de todo el mundo.
Además, se apreciaron importantes repercusiones en el ámbito de la salud y el bienestar de los estudiantes, así como la pérdida del aprendizaje y el estancamiento de trayectorias educativas.
DATOS Y ANÁLISIS
Con la finalidad de conocer y comprender la realidad de los estudiantes del mundo, la Unesco recabó información basada en género, ingresos, ubicación y otras variables para saber quiénes aprenden mientras las escuelas se mantienen cerradas, quiénes retornan a clase cuando las escuelas abren y quiénes no lo hacen. El estudio se propuso, principalmente, analizar las dimensiones de género con relación a la deserción escolar y el cierre de escuelas para después plantear recomendaciones que beneficien a los actores involucrados de la enseñanza y aprendizaje de niños, niñas y jóvenes.