Christian A. Aramayo ArceImaginemos que cada uno tiene un bote individual, y conforme vamos navegando interactuamos con otras personas y creamos e intercambiamos mapitas sobre nuestro recorrido en el mar. En esos mapitas están impresas advertencias de piratas y tesoros escondidos: son señales que nos ayudan a navegar con mayor seguridad, nos previenen del canto seductor de las sirenas y seguirlos aumentan la probabilidad de alcanzar nuestros objetivos. Si algún mapita tuviera bastante información falsa, lo botamos y si no encontramos un mapa que nos satisfaga, nos haremos uno propio en base a nuestras experiencias. Esto significa que por la constante información falsa debido a la incapacidad, ignorancia o mala fe de quien nos pasó el mapa falso, incurriremos en altos costos y a la larga si cada uno hace sus mapitas de todo y crece la desconfianza entre los individuos, muy pocos llegarán a alcanzar los objetivos que querían. Incluso muchos habrán gastado todo su tiempo y esfuerzo armando su propio mapa. Una solución para que todos puedan llegar hasta sus objetivos sería grandes dosis de honestidad, cooperación y confianza.Del mismo modo ocurre en Bolivia, nosotros navegamos por la sociedad y las instituciones son nuestros mapitas. Cuando una institución emite información falsa por incapacidad, ignorancia o mala fe de quien emitió la información a nombre de esa institución, aumenta la incertidumbre y la desconfianza entre nosotros y también desde y hacia quienes quieran interactuar en Bolivia.Desde este punto de vista las instituciones son restricciones diseñadas por el hombre para reducir la incertidumbre que supone la interacción humana. Son límites imaginarios, como los mapas, creados específicamente para disminuir la incertidumbre durante nuestra travesía.El conflicto originado por el CENSO 2012 genera desconfianza hacia el Instituto Nacional de Estadística, esta institución gozaba de una fuerte credibilidad en cuanto a su capacidad técnica y hoy lamentablemente no es difícil encontrar a alguien que dude de sus resultados. Su particularidad radica en ser la institución encargada de emitir señales constantemente, la pérdida de credibilidad puede tener efectos multiplicadores nocivos para el desarrollo. En este sentido la importancia del conflicto generado va más allá de los recursos económicos y políticos para las regiones, la credibilidad expresada en los costos de transacción determinan el desarrollo de todo un país.Si hablamos de desarrollo de largo aliento, el problema no es tan económico ni político como lo es desde el punto ético: todo se trata como dije, de honestidad, cooperación y confianza. De otra manera las probabilidades de desarrollo de largo plazo jugarán en contra de nosotros.