La Constitución Política del Estado, en su Artículo 251, establece que: “La Policía Boliviana, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio boliviano. Ejercerá la función policial de manera integral, indivisible y bajo mando único”.
En este artículo de nuestra carta magna encontramos dos puntos de fondos contradictorios que son “defensa de la sociedad y bajo mando único”, contradictorios, porque si hay un mando único que viene desde el occidente con una política colonizadora en todos los aspectos donde la policía no es la excepción, la institución del verde olivo entra en una contradicción ¿Defiende a la sociedad?, u ¿Obedece el mando único que es ejercido con una mentalidad andina colonizadora totalmente diferente a la cultura del oriente?.
El peso político del mando único se impone sobre el rol principal de la policía, que es el de defender la sociedad, es por ello que el gobierno nacional traslada desde el interior a más de 500 delincuentes disfrazados del verde olivo a reprimir a la población cruceña que pide respeto a la democracia y libertad por el secuestro de la primera autoridad del departamento electa por el más del 55% de la población.
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Y el accionar de esta organización criminal vestida de verde olivo ha sido: reprimir a la población cruceña, gasificados a adultos mayores y niños que circulaban por la zona, disparando granadas de gas lacrimógeno dentro de las casas, disparando granada de gas lacrimógeno a quema ropa a la población que estaba indefensa y desarmada, torturando a los detenidos, robando bicicletas, incendiando motocicletas y movilidades, disparando gases lacrimógenos dentro de las movilidades que circulaban por los alrededores del 3er y 4to anillo de la Banzer, agrediendo a los periodistas para que cumplan con su trabajo y así no filmen los abusos cometidos por los policías, el subteniente A. Guamán dependiente de la UTOP de Cochabamba cobardemente golpeando a las mujeres transeúntes, saqueando tiendas de los alrededores, arrestando a los transeúntes con violencia que circulaban por la zona golpeando a patadas y a lacazos, destrozando los focos del alumbrado público, la policía a gritos manifestando odio y racismo contra los cruceños, con las frases “Vamos camaradas, vamos a sacarles la mierda a estos cambas hijos de puta”.
Toda esta ola de delincuencia y vandalismo por parte de lo que es la organización criminal llamada policía nacional, vestida de verde olivo, ha quedado registrada en videos que fueron difundidos en las redes sociales
Todo esto se da, bajo el mando único del gobierno nacional a través del Ministerio de Gobierno a cargo de Carlos Eduardo del Castillo Del Carpio, la Policía, en vez de defender a la sociedad, se ha convertido en el brazo opresor y grupo de choque del partido del MAS.
Los delitos cometidos por la Policía no tienen que quedar impune, nuestros parlamentarios nacionales en la ciudad de La Paz, deben hacer interpelaciones en la Asamblea Legislativa Plurinacional, e iniciar proceso penal contra el Ministro de Gobierno, Comandante Policía Nacional y Comandante de la Policía Departamental, Robo agravado, Asociación Delictuosa, Daño Calificado, Destrucción y Deterioro de Bienes del Estado, instigación pública a delinquir e incendio, impedir o estorbar el ejercicio de funciones, racismo y discriminación, entre otros.
El problema acá radica en el mando único que caracteriza al Estado Unitario ejercido por una cultura colonial andino quechua, no permite que cada departamento tenga su propia Policía que proteja a su sociedad y resguarde el orden público. ¿Cómo un policía trasladado desde el interior, eventualmente, va a proteger la sociedad cruceña?, ¿Cómo un policía que tiene un mando único que es el Ministerio de Gobierno, que odia la región cruceña, va a proteger a la población donde se encuentre si tiene orden de reprimir?, ese es el problema del Estado Unitario que establece un “Único” mando de la policía, ese mando no diferencia las diferentes realidades socioculturales que tiene cada región.
Hay que descolonizar a la policía boliviana que bajo el mando único en el Estado Unitario está actuando por órdenes únicas del Ministerio de Gobierno como una organización criminal para reprimir a los cruceños.
Para ello hay que establecer dentro del marco constitucional la descolonización de la policía nacional de la siguiente manera: Primero, que a la policía nacional se les limite competencia, que estas sean solamente de narcotráfico, contrabando y terrorismo; segundo, que se creen las policías departamentales donde estos no importa su procedencia y origen, pero que vivan en la ciudad donde van a ser policía, para que la sociedad conozca a su policía y se sienta segura, esta policía departamental tiene la función primordial de seguridad ciudadana, protegiendo a la sociedad y mantener el orden público; tercero se crea la policía municipal que se encargaría del tráfico y transporte.
Lo único que tenemos que hacer es constitucionalmente, de acuerdo al artículo 411 de la Constitución Política del Estado, en una Asamblea Constituyente, reformar la Constitución cambiando el modelo de estado “Unitario” que no puede solucionar los problemas del país, por el modelo de estado “Federal”, así mantener unida a Bolivia dentro de su diversidad sociocultural.
Atentamente,
M.Sc. Rafael López
Presidente del Colegio de Sociólogos de Santa Cruz