La frase del título bien podría ser atribuida al actual presidente de Bolivia, Evo Morales, aunque en realidad pertenece a un mandatario muy anterior, el general Mariano Melgarejo, quien gobernó el país entre 1864 y 1871. Siete años, como los que lleva el “Jefazo” cocalero al frente del Ejecutivo.
Teniendo en cuenta las declaraciones de ayer de Morales, en las que anunció su intención de “quedarse de por vida en el Palacio Quemado”, se confirman las similitudes entre ambos personajes.
Sin duda, Melgarejo ha dejado en la historia de Bolivia un auténtico muestrario del disparate con sus dichos y hechos -tan bien recogidos en el libro de Tomás O´Connor Darlach-, al que sólo puede competirle el frondoso acervo surrealista del presidente “plurinacional”.
Otro paralelismo significativo es el radical desconocimiento geográfico: uno (Melgarejo) desplazó su caballería para luchar contra los prusianos, sin sospechar la existencia del Océano Atlántico, mientras que el otro (Morales) no duda en situar la ciudad suiza de Ginebra en España.
Recordemos también que el primero expulsó al embajador británico a lomo de burro, en tanto que el segundo dispuso la salida del representante norteamericano, como “chivo expiatorio” por las protestas regionales en el oriente y sur del país.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Si Plutarco escribió sus “Vidas paralelas”, la literatura boliviana espera a quien componga una biografía comparada de estos dos personajes, ambos signados por la ignorancia insolente y las pretensiones antidemocráticas de perpetuidad en el poder…