Ismael Schabib Montero*
John Locke es considerado el padre del liberalismo, que en síntesis, propone en lo político, la democracia representativa; en lo social, el respeto a las libertades y los derechos individuales; en lo económico, el comercio y la propiedad privada.
“Las doctrinas de las diversas corrientes comunistas coinciden en la necesidad de suprimir la propiedad privada, especialmente los medios de producción privada…”. Se reconoce que el socialismo es sólo una etapa para llegar al comunismo, etapa en la que viven algunos países como Cuba. Pareciera que la principal diferencia entre estas dos ideologías, el liberalismo y el comunismo, es que una auspicia la propiedad privada y la otra la niega; otra de las diferencias es que el liberalismo aboga por la mínima o ninguna intromisión del Estado en la vida individual de las personas que no sea la protección de ellas y en el socialismo está presente casi en todas sus actividades; el Estado decide la vida de las personas.
En 1985 el primer ministro de URSS, Mijail Gorvachov, dio a conocer al mundo lo que pasaba con su país, hizo conocer la “Glasnot” y la “Perestroika”, transparencia y reestructuración. Anunció la necesidad de hacer cambios profundos en su país, de lo contrario colapsaría; ya era tarde, porque sucedió en marzo de 1991 cuando se separaron Ucrania, Rusia y Bielorrusia dando fin a la URSS
Cuando este imperio existía había una bipolaridad con los EEUU, había una competencia entre imperios conocida como la Guerra Fría; competencia que fue ganada por el segundo. Para el autor de esta nota lo que hubo fue una competencia entre dos ideologías representadas por sus exponentes más exitosos, donde ganó el liberalismo; al extremo que lo que quedó de la ex URSS se convirtió en la Federación Rusa, es decir, en la negación total de la centralización que caracteriza al socialismo; dicho de otra manera, la victoria del liberalismo sobre el socialismo fue total. EEUU pareció ganar la Guerra Fría con sólo sobrevivir, porque la ex URSS implosionó, se cayó sola desde adentro; el Estado socialista no pudo generar la riqueza suficiente para sostener su FFAA que era su principal factor de poder de competencia, porque ni siquiera era autosuficiente en la producción de alimentos.
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Lo paradójico de esto es que parecería que el Comunismo podría ser el ideario de la Ética que pregonó Aristóteles en su obra “Etica Eudimia” (Eudimia = Buena vida) para que el ser humano sea feliz; el comunismo como el ideario de un mundo de igualdad absoluta y por lo tanto de felicidad; pero en el socialismo, primera etapa del comunismo, se suprimen algunos Derechos Humanos como la libertad. No se puede entender la igualdad sin libertad, porque la igualdad sin libertad no es el cielo, es el infierno; un mundo donde todos son infelices. Donde todos son igualados en la pobreza y mediocridad como el pueblo cubano; para qué hablar de ese sentimiento de pertenencia que abrigamos los seres humanos en nuestro corazón si todo le pertenece al Estado; es lo primero que se le mutila a la persona.
Estimado amigo: ¿Ha visto Ud. la Embajada de un país socialista donde la gente haga cola para sacar visa, o un país socialista que construya muros para que los extranjeros no ingresen ilegalmente?
*Vicealmirante de la República de Bolivia