La salud de Cristina Fernández


Editorial

Más de 30 millones de argentinos están convocados a las urnas el 27 de octubre próximo para renovar el Parlamento, en comicios considerados decisivos para el futuro del kirchnerismo. El mapa electoral argentino ha sufrido un vuelco en los últimos años, a raíz de la inflación, la inseguridad, las denuncias de corrupción y la desaceleración del crecimiento, como ha quedado demostrado en las recientes Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Los resultados mostraron fisuras que afectan a la estructura y las bases electorales del peronismo en el poder y anticiparon algunas tendencias sobre el veredicto de las urnas en las legislativas.



Entendidas como una verdadera encuesta, los analistas destacaron, a manera de ejemplo, la victoria del intendente del Tigre y carta fuerte de la oposición al kirchnerismo, Sergio Massa, sobre el candidato de Cristina Fernández, Martín Insaurralde, en la provincia de Buenos Aires. Los candidatos del oficialismo también fueron derrotados en Córdoba, Santa Fe y Mendoza, entre otras plazas.

Sin embargo, un inesperado acontecimiento ha introducido un elemento de incertidumbre en el proceso electoral, al punto de que ningún observador se atreve a pronosticar el resultado de los próximos comicios: Fernández fue operada el 8 de octubre de un hematoma craneal. La noticia trascendió a cuenta gotas, en medio de un secretismo que hizo recordar al Gobierno venezolano en  la enfermedad del presidente Hugo Chávez.

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«Casi todo lo que se sabe sobre lo que sucedió estos últimos días en la cumbre del poder argentino son especulaciones: reconstrucciones a base de rumores, filtraciones, escribió el cronista Martín Caparrós. «Durante los dos días siguientes el país se preguntó qué tenía su jefa, cuál era su pronóstico y, sobre todo, quién lo gobernaba. La presidencia no informaba si era Cristina Fernández o su vice Amado Boudou, acusado en dos docenas  de causas por corruptelas varias, agregó.

Despejados los «secretos y susurros después de que el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, asegurara que quien ordena y manda sigue siendo Fernández, el hematoma de la mandataria se metió de lleno en la campaña, pero donde antes se hablaba de inflación e inseguridad, ahora sólo se habla de la salud de Fernández.

 Un columnista escribió que «no pocos argentinos se preguntan si la enfermedad presidencial no estaba siendo dramatizada con fines electorales, en tanto que Caparrós señaló que es probable que este hecho ayude a Cristina Fernández a «desmarcarse un poco de la derrota anunciada para el 27 de octubre de 2013…

Donde antes se hablaba de inflación e inseguridad, ahora sólo se habla de la salud de Fernández. Las elecciones serán el 27 de octubre venidero.

Fuente: paginasiete.bo