Emilio Nosa, presidente de la Subcentral del Sécure del TIPNIS. Recuerda la llegada de la VIII marcha indígena a La Paz, la situación actual del TIPNIS, el quiebre en la relación entre ellos y el Ejecutivo, entre otros detalles.
“El Presidente hoy dice una cosa y mañana cambia a otra”
Página Siete / La Paz
Emilio Nosa, presidente de la Subcentral del Sécure del TIPNIS, expresa que el presidente Evo Morales "hoy dice una cosa y mañana cambia a otra cosa”, en referencia al conflicto sobre la construcción de una carretera por medio de ese parque natural.
Hoy se cumplen dos años de la llegada de la VIII marcha indígena, que fue bien recibida por la población paceña. En esta entrevista, Nosa rememora aquel día y habla de la situación del TIPNIS, entre otros detalles.
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¿Cómo recuerdan en el TIPNIS la acogida que se hizo en La Paz a la VIII marcha indígena?
Los hermanos están muy agradecidos por todo lo que vivieron, el cariño de la ciudadanía paceña, especialmente el día que llegó la marcha. Mucha gente nos recibió con lágrimas. Por eso no sabemos cómo agradecer a la población paceña, boliviana.
Cuando llegaron en la VIII marcha el presidente Evo se reunió con ustedes, pero para la IX marcha no ocurrió aquello. ¿Qué análisis hace al respecto?
Ya no es creíble lo que dice el propio Presidente. Hoy dice una cosa y mañana cambia a otra cosa. No hay seriedad. La llegada de la octava marcha logró una ley de protección al TIPNIS, la Ley 180, pero de la noche a la mañana nuevamente sale otra ley, la Ley 222, para hacer la consulta en el TIPNIS y la construcción de la carretera. Por eso digo no hay confianza.
Morales es el primer Presidente de origen indígena del país. ¿Por qué cree que hay esta tensión con algunos sectores que representan a indígenas?
No creo que él sea indígena, es un sindicalista, es campesino. Si fuera indígena nunca actuaría en contra de los pueblos indígenas.
¿Cómo quedó la construcción de la vía?
Por el momento se ha paralizado todo, desde la VIII marcha. No hay intento de trabajo, pero no descartamos la intención. El Presidente puso ya militares en el TIPNIS, y eso muestra que cualquier rato pueda haber el trabajo de construcción. Por eso digo, no hay nada confiable con el Gobierno porque el interés de que la construcción de la vía pase por el corazón del TIPNIS es fuerte.
¿Por qué da la impresión de que hay división entre las organizaciones del TIPNIS?
Hay comunidades que están con el Gobierno, pero la mayor parte de las comunidades está en defensa de su "casa grande”. El Gobierno no entra a estas comunidades, que hacen resistencia. Ahí no tiene pisada.
¿Qué pasará cuando se llegue a construir la carretera?
En el último encuentro de corregidores, en el centro de gestión en el TIPNIS, se resolvió el rechazo a la construcción de la carretera por el corazón del TIPNIS. Eso se mantiene, por eso hay una resistencia fuerte. En caso de la construcción de la vía, han dicho que no lo permitirán; y si el Gobierno insiste, ellos han dicho de que van a dar su vida para defender su "casa grande”.
Cuando llegó la VIII marcha, sus líderes adquirieron popularidad, pero al parecer aquello ya mermó. ¿A qué cree que se debe?
Lo que hizo elevar a los dirigentes fue la represión de Chaparina. Ahora, no es que hubieran bajado en su popularidad, porque hasta ahora mantienen su firmeza. Por eso, cuando ocurre "el caso de Gumercindo”, la acusación cae en los tres dirigentes, con el fin de eliminar su firmeza y su popularidad.
Ellos se atrincheraron 88 días en la Subcentral del TIPNIS. Y si no fueron a declarar a la justicia ordinaria fue por su valor de hacer prevalecer la justicia comunitaria, y no porque hubieran tenido cobardía.