La inseguridad ciudadana en Santa Cruz, Bolivia. Ocho personas indican las actitudes que de alguna manera coadyuvan con la comisión de hechos delictivos. Cuestionan la ostentación, la falta de valores y la indiferencia de la gente.
La gente pidió no burocratizar la justicia y exigió celeridad en la averiguación de sus casos. Foto: Jorge Gutiérrez
EL DEBER, Santa Cruz
Profesionales de diferentes áreas y trabajadores que ‘batallan’ en la ciudad de los anillos, donde los robos, los atracos violentos y los hechos de sangre han marcado las jornadas cruceñas durante las últimas semanas, han identificado una docena de actitudes de la población que terminan favoreciendo a la comisión de hechos delictivos.
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El defensor del pueblo Hernán Cabrera, el cívico Fernando Castedo, el abogado Luis Jaime Cruz, el sociólogo Guillermo Dávalos, el periodista Carlos Valverde, la sicóloga social Isabella Prado, el taxista Carlos Herrera y la comerciante Ayda Pinaya, plantearon, desde sus perspectivas y experiencias, las conductas que ven favorables a los delincuentes.
“Existe tolerancia a las infracciones de la convivencia ciudadana”, señaló Prado, que puso como ejemplo de esta actitud la falta de un cuestionamiento social permanente a los conductores ebrios y a los jóvenes que consumen bebidas alcohólicas, muchas veces en complicidad con los vecinos.
Para el jurista Cruz, el excesivo consumo de alcohol es una conducta que está pasando duras facturas a la sociedad, ya que muchos de los hechos delictivos son cometidos por gente ebria, que viola, mata y asalta en busca de recursos para su vicio.
Un criterio similar expuso Valverde, que señala a la drogodependencia como un factor que predispone a estas personas a hacer ‘lo que sea’ por conseguir la droga. “Te convierte en delincuente”, afirmó.
Falta de valores y familia
Otra de las situaciones en que la mayoría de los consultados coincidió, tiene que ver con la ausencia o inversión de valores en la familia, la falta de educación ética de los padres hacia los hijos y la valoración equivocada de las cosas.
Para Castedo, estos aspectos se ven reflejados en la formación de las pandillas, grupos de jóvenes y adolescentes que son el ‘terror’ de los vecinos de algunos barrios, puesto que además de agredir sin sentido a los que se cruzan en su camino, ahora cometen atracos y asesinatos.
De acuerdo con Cabrera, representante regional de la Defensoría del Pueblo, muchos padres les dan todo lo que sus hijos piden, sin medir consecuencias, ya que la ostentación, a la que también hace referencia Luis Jaime Cruz, provoca que las personas se conviertan en ‘blanco’ fácil de los asaltantes.
“Apañar a hijos o amigos cuando sabés que roban o hacen algo incorrecto de gravedad, te convierte en delincuente sin delito, pero te predispone a cometer un delito sin que tengás una valoración de lo bueno y lo malo”, acotó Valverde.
Indiferencia y cosas robadas
“Los hechos delictivos en los barrios son cometidos por hijos y vecinos de la gente que vive allí”, aseguró Guillermo Dávalos, que pide de la población más compromiso en la contención de la ola delictiva.
De igual forma el líder cívico Castedo reclama por la indiferencia de la gente y reclama mayor compromiso para encarar una lucha conjunta. “Si vemos esas cosas y no hacemos nada o peor, nos beneficiamos de ello, somos parte de la cadena del delito”, argumentó la sicóloga Prado.
Para el taxista Carlos Herrera y la comerciante Ayda Pinaya, lo que hace que siga habiendo asaltos en la permisividad en la venta de los objetos robados. “Los maleantes saben dónde pueden vender lo que le quitan a otras personas”, indicó el conductor, pero pidió más presencia policial.
No obstante, tanto Herrera como Pinaya admiten que no confían en la Policía
PUNTO POR PUNTO
OSTENTACIÓN EXAGERADA
La gente muestra todo lo que tiene sin temores.
Inversión de valores
Las malas actitudes ciudadanas son vistas como buenas.
Exceso de bebidas alcohólicas
Los puntos de venta y consumo tienen poco control.
Falta de acción vecinal
La gente no asume un compromiso de manera conjunta.
Tolerancia a las infracciones
Poca censura a las conductas equivocadas de la población.
Orientación equivocada
Se asocia erróneamente el número de policías con más seguridad ciudadana
Malas actitudes
La venta de objetos robados es vista como un negocio.
Cultura de la violencia
La población vive en una permanente actitud de violencia.
El aporte del estado para dar seguridad
1 En nuestra capital se instalaron más de 130 cámaras que la Policía monitoriza y que han permitido arrestar a más de 3.000 personas involucradas en hechos delictivos.
2 Desde finales de mayo de este año, el Gobierno dotó a la Policía cruceña de dos helicópteros para coadyuvar en las tareas de seguridad en la capital.
3 A mediados de este año el Gobierno envió a nuestra capital cerca de 500 policías, para sumar a los cerca a 7.000 uniformados que trabajan en nuestro departamento.