El artículo -que se suma a otros como el que publicara la revista OGlobo de Brasil- daña la imagen del país y la credibilidad del Gobierno.
Una nota de opinión publicada el lunes en el portal de The Wall Street Journal sostenía que Bolivia podría ser el «próximo Afganistán, por las relaciones del Gobierno de Evo Morales con Irán y la supuesta presencia en Bolivia de grupos extremistas de África que estarían trabajando en el circuito del narcotráfico y harían del país «un centro del crimen organizado y un refugio para los terroristas.
El artículo (escrito por la periodista, columnista y editorialista norteamericana Mary OGrady) también menciona que «el presidente boliviano, Evo Morales, que también preside la confederación de productores de coca, y el vicepresidente Álvaro García Linera, un exmilitante del Ejército Guerrillero Túpac Katari, empezaron a construir un narco-Estado represivo cuando llegaron al poder en 2006.
La información sobre los esfuerzos del país en el marco de la lucha antidrogas y los avances en este mismo camino, reconocidos por las Naciones Unidas y otros países, no fueron tomados en cuenta por la publicación.
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El artículo -que se encuentra en la versión digital de este diario neoyorkino- demuestra desconocimiento de la realidad del país y un malintencionado uso de ciertos hechos que son mostrados por la periodista estadounidense como señales inequívocas de conexiones oscuras en las relaciones internacionales del país con el narcotráfico y el terrorismo.
La estrecha relación de Bolivia con Irán -que ha sido criticada por este medio como innecesaria- no da lugar a que se estigmatice al país como el epicentro del terrorismo internacional; ni las recientes informaciones sobre el incremento de cultivos de coca da lugar a que se lo etiquete como un «narco Estado.
Este tipo de periodismo denota ligereza e irresponsabilidad. El artículo -que se suma a otros como el que publicara en su momento la revista OGlobo de Brasil- daña la imagen del país y afecta la credibilidad de su Gobierno.
Lamentablemente, este tipo de comentarios tienen su origen en las contradicciones de las propias políticas gubernamentales en la lucha contra el narcotráfico, como por ejemplo en el tema de los cultivos de la hoja de coca -y la tardanza en divulgar los resultados del informe sobre éstos que es demandada incluso por organismos internacionales-, y el incompatible liderazgo de los productores de coca por parte del Jefe de Estado.
Asimismo, muestran la necesidad de replantear las alianzas controvertidas con algunos países que, como en el caso de Irán, mantienen una imagen adversa a la democracia y el respeto de los derechos humanos.
Fuente: paginasiete.bo