A través de un pronunciamiento, la alcaldesa de El Puente, Sara Armella, en el departamento de Tarija, exigió a la diócesis de esa región la suspensión del párroco Jorge L. M. V., conocido como padre “Coco”, por estar vinculado con denuncias de acoso sexual contra universitarias.

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Los presuntos delitos sexuales se hicieron públicos en marzo de 2021. Fue a través de la página de Facebook de “El confesionario UCB” donde se publicó la primera denuncia contra el sacerdote.

De acuerdo con el relato de la víctima y de otras cinco más, que aparecieron al conocer de la primera denuncia, Coco las amenazaba y las chantajeaba con sus postulaciones a becas universitarias.

Tras las denuncias, la Iglesia Católica emitió un comunicado que oficializaba la suspensión temporal del sacerdote mientras se realicen los actos investigativos.

En la Universidad Católica Boliviana (UCB) también le iniciaron un proceso administrativo y tres meses después lo suspendieron de forma definitiva.

Sin embargo, seis meses después, Jorge M. V. fue restituido a sus funciones como sacerdote y destinado al municipio de El Puente.

“Hemos conocido de las acusaciones (de acoso y abuso sexual) a través de las redes sociales y justamente (Coco) ha sido destinado como párroco a nuestro municipio. Es por eso que hemos emitido un pronunciamiento público pidiendo se lo suspenda de sus actividades religiosas”, informó Armella a La Razón.

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RECLAMOS

Tras los reclamos de activistas, el obispo de la Diócesis de Tarija, monseñor Jorge Saldías, afirmó que el padre Coco regresó a cumplir funciones en el sacerdocio porque, según las investigaciones del Ministerio Público, fue liberado de las acusaciones.

“Hace unos días hemos tenido una reunión con el mismo padre Coco y él nos ha mostrado la documentación donde el Ministerio Público ha rechazado las acusaciones que se le han hecho, dijo él que fue por falta de pruebas y que no se presentó una denuncia formal”, dijo la alcaldesa.

El padre Coco cumple sus funciones en la parroquia de El Puente desde hace un año y dos meses. Tras el escándalo por pederastia del cura Alfonso Pedrajas, existe susceptibilidad sobre su misión en la región.