A un mes de la denuncia de pederastia hay un cura tras las rejas y 23 investigados


Fuente: El Deber

Ivan Alejandro Paredes



 

Un mes atrás se conoció el escándalo más áspero que vive la Iglesia católica en Bolivia. Diario de un cura pederasta: ‘Hice daño a demasiados, fue un reportaje publicado por diario El País de España el 29 de abril y desde esa fecha los casos de abusos en el clero empezaron a salir a la luz.

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Hoy, existen más de 200 víctimas, un cura tras las rejas, otro que salió del país y 23 sacerdotes denunciados e investigados. Incluso, un enviado del papa Francisco llegó a Bolivia para dar asesoramiento jurídico a la jerarquía católica.

El País de España publicó parte del diario de Alfonso Pedrajas, un sacerdote español -conocido como padre Pica-, en el que el cura admitió que entre los años 70 y 80 abusó y violó de al menos 85 niños y adolescentes en Bolivia. El religioso ahora está muerto.

Pero la denuncia en contra del padre Pica es solo la punta del iceberg de muchos más casos de pederastia cometidos por miembros de la Iglesia Católica en Bolivia.

Los nombres de otros sacerdotes van saliendo a la luz. La justicia investiga supuestos encubridores y la Fiscalía indaga en diferentes puntos del país.

El padre boliviano Milton Murillo era párroco de la iglesia de San Roque, en la ciudad de Tarija, hasta el miércoles 17 de mayo. Ese día, el sacerdote, miembro de la congregación de las Carmelitas, fue aprehendido por presuntamente haber abusado sexualmente de exseminaristas hace una década en la sede de Gobierno. La justicia dispuso su detención preventiva por tres meses en el penal de Morros Blancos. Se presume que gozó de impunidad por años debido a que sus superiores, entre ellos el religioso Garvin Grech, encubrieron sus delitos.

Precisamente Grech, tras conocer esta noticia, salió del país. El sacerdote también cumplía su misión en Tarija y se presume que ahora esté en Argentina. La Policía Boliviana pidió a sus colegas argentinos colaborar en la búsqueda del sacerdote.

Otros casos

Así hay otros casos de curas envueltos en denuncias de pederastia. Está el de un obispo auxiliar de Sucre (1976-1982), del arzobispo coadjutor de La Paz (1986-1987) y secretario de la Conferencia Episcopal Boliviana, el jesuita español Alejandro Mestre Descals (+), quien murió en 1988. También de Eduardo Revich (+), un sacerdote boliviano que, durante siete años, fue responsable de un internado en el municipio chuquisaqueño de Icla. Al menos 40 personas, tres mayores de edad y 37 niños, lo acusaron de abuso sexual.

En 2007 se destapó otro escándalo. Fue acusado el sacerdote de origen uruguayo Juan José Santana Trinidad, párroco del municipio de Tapacarí (Cochabamba), por violencia sexual contra 30 niños de un internado.

Y así hay otros casos más. El Gobierno maneja la cifra de 23 sacerdotes acusados e investigados por pederastia, aunque la Iglesia dijo que hay 12 indagados.

“Como Procuraduría estamos interviniendo en uno de los casos de mayor revuelo a nivel nacional. Hasta ayer (21 de mayo) eran 23 los nombres de sacerdotes implicados en la pederastia en el país, donde hay violaciones incluso a niños pequeños de entre 6 y 12 años de edad”, informó Wilfredo Chávez, procurador del Estado.

Sobre las víctimas, el Gobierno maneja que más de 200 personas fueron víctimas de sacerdotes pederastas. No todos oficializaron sus denuncias, pero se habilitaron en varias entidades conductos para que los afectados puedan oficializar sus demandas contra los religiosos.

La Fiscalía recibió al menos ocho denuncias de presuntos abusos cometidos por religiosos. El fiscal general, Juan Lanchipa, dijo que las denuncias se presentaron en las ciudades de La Paz, Cochabamba, Tarija y Santa Cruz.

Dentro del escándalo llegó al país Jordi Bartomeu, enviado del papa Francisco para que asesore jurídicamente a la Iglesia boliviana en estos casos de pederastia.