Susana Seleme Antelo
Los busca como aguja en un pajar, el gobierno de Evo Morales, mientras su desesperación crece porque no los encuentra. La dificultad de encontrarlos no es porque estén escondidos en un pajar o en Cantalapiedra, sino porque sencillamente no existieron ni existen.
Pero como el sainete terrorista-separatista ha hecho aguas hace rato, las citaciones del fiscal Sosa se convirtieron en chacota y no hay como justificar el asesinato con premeditación y alevosía de tres individuos, en abril de 2009, el sainete continua.
Por eso sigue buscando terroristas sin la más mínina consideración a su condición política: es el gobierno de Bolivia, y no el de una jauría de sabuesos en busca de presas para mostrar trofeos. Es tanta su necesidad de justificar aquellos asesinatos, como la de distraer a la opinión publica, que ahora trae y hace aparecer como caído del cielo, otro testigo clave, tres meses después de aquellos sucesos. Se trata de un desaliñado periodista español, cuyo nombre ni vale la pena recordar, porque flaco favor le hace a la profesión y a la ética periodista, máxime si además estuvo preso por narcotráfico. ¡Vaya ficha!
Según el aparecido periodista español, él anduvo tras las huellas de Jorge Rosza durante 14 años. Y es hoy, precisamente tres meses después de asesinado Rosza, quien obviamente no puede afirmar ni negar nada, que viene este ‘tío’ –así dicen los españoles- a hablar hasta por los codos y a contarnos ‘cuentos masistas’, que los cuentos chinos merecen respeto.
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Qué pena que algunos medios de comunicación y periodistas, le hubieran dado cobertura como si sus credenciales –¿alguien las solicitó?- valieran alguna credibilidad. Y qué pena la falta de olfato periodístico, para no darse cuenta que ésta es otra tomadura de pelo del gobierno. Porque a este ‘tío’ lo trajeron los operadores políticos del MAS, como parece que también trajeron a Rosza, por interpósita persona.
¿Cómo podemos hacerle entender al gobierno que la sociedad boliviana no es una sociedad de subnormales, una manera elegante de decir idiotas? Sus miembros no somos ni subnormales ni idiotas, pero que crea que lo somos es otra forma de menospreciar la inteligencia colectiva, individual y los ‘saberes’ -esos de los que tanto les gusta hablar a los ‘descolonizadores’- de quienes no somos naciones sino apenas otras “colectividades interculturales”.
Sin embargo, hete aquí que su mentada ‘descolonización’, con curso y todo para ‘descolonizar’ la función pública, no ha sido coordinada con los políticos de operaciones encubiertas y no santas, como la de montar un andamiaje terrorista para desacreditar a la oposición cruceña. Sino ¿cómo explicar que para poner el tema en el tapete, nuevamente, se traen nada menos que un ‘tío’ español, hijo de la conquista y la colonización, a la que tanto abominan? ¡Que desliz!
Reitero que aquí no hubo terrorismo. Sin embargo, cuando las agresiones de los agresores son tan feroces, como fueron la campaña contra la autonomía, contra la dirigencia política y cívica, las amenzas y el cerco a Santa Cruz, la historia concede a los agredidos el derecho a responder, no necesariamente con violencia. Así está escrito y así lo dicen respetables pacifistas.
Si la respuesta cruceña hubiese sido la autodefensa, eso no es violencia ni terrorismo. Por lo tanto, sería bueno que el gobierno deje de buscar terroristas, porque no los encontrará.