Bolivia, junto a Venezuela, Cuba y Nicaragua durante la última década, han establecido un eje favorable a los intereses de Irán en América Latina, todo bajo el interés compartido de desafiar geopolíticamente a los Estados Unidos de América, el interés manifiesto de Irán de extender su zona de influencia en América Latina viene desde los tiempos del radical islamita Mahmud Ahmadinejad, quien visitó a Evo Morales en Bolivia, concretamente el Chapare en el año 2009, al igual que Evo visitó Irán, donde pronunció un discurso radicalmente anti occidental.
En el año 2018 el entonces ministro de Defensa visita Teherán junto con el comandante del Ejército, Almirante Yamil Borda, y a su vuelta declaran que no existe ningún acuerdo militar con Irán, en el año 2019 en la Escuela Militar de Ingeniería, se firma un memorándum de entendimiento entre los cancilleres de ambas naciones y finalmente en julio del 2023 se firma un acuerdo de cooperación militar entre ambas naciones.
La penetración iraní en Bolivia, se ha acrecentado en los años que el MAS ha estado en el Gobierno, tienen un Instituto de estudios del Islam, medios de comunicación como el canal de TV Abya Yala y presencia permanente de altas autoridades iraníes en Bolivia.
¿Qué es Irán para el mundo? Es un país que apoya activamente actividades terroristas a nivel mundial (Hezbulah Libanés, Yihad Islámica, Hezbulah Iraquí etc.), es un régimen que abusa y viola sistemáticamente los derechos humanos, viola leyes y normas internacionales, persigue disidentes, margina minorías étnicas, discrimina mujeres, usa excesivamente la pena de muerte incluyendo menores y criminalizando a quienes no están de acuerdo con su régimen, es una dictadura islámica de las más radicales.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Su órgano militar represivo más fuerte y con presencia internacional, es el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) cuyo principal objetivo es «la continuación de la revolución islámica en el extranjero», para la comunidad internacional, Estados Unidos y la Unión Europea, Irán es un estado patrocinador del terrorismo.
Las relaciones internacionales de los Estados tienen componentes jurídicos, políticos, económicos, culturales e incluso se deben complementar elementos de carácter religioso, ideológico y cultural, ningún país debe tener una política internacional que vaya en contra de sus intereses y que no cuide su seguridad y amplíe sus mercados.
¿Beneficia a Bolivia un acuerdo militar con Irán? o ¿nuestra política internacional está determinada por intereses de otros países?
La tendencia de Irán a expandir sus tentáculos en América Latina es más fuerte y manifiesta desde el año 2005, dicho periodo coincidió con la época dorada del chavismo producto de los altos precios del petróleo, que despilfarraba el dinero de los venezolanos en acciones, anti-Estados Unidos, una de las acciones más relevantes fue el abrirles las puertas a grupos terroristas arropados por Teherán como Hezbullah.
Un informe del American Enterpise Institute for Public Policy Research afirma que Hezbollah » utiliza el hemisferio occidental como base de operaciones y recaudación de fondos para librar una guerra asimétrica contra Estados Unidos, y otros gobiernos antiestadounidenses de la región han facilitado esa expansión abriéndole los brazos a Hezbollah y a Irán» y esos estados son Cuba, Bolivia Nicaragua y lógicamente Venezuela.
Bolivia está haciendo todos los esfuerzos en ingresar a un grupo de países que son catalogados como «dictaduras» por los organismos internacionales, y de la cual, inexplicablemente Bolivia no lo hacen formar parte.
Quien entiende al MAS concreta una relación política y militar con Irán y están mendigando créditos a los organismos que ellos llaman del «imperio» Fondo Monetario Internacional, BID y Banco Mundial, a los cuales los radicales islámicos han jurado destruir.
Estamos en un proceso de involución, de ser un país que atraía inversiones extranjeras, había conseguido preferencias arancelarias con EEUU y la Unión Europea, se proyectaba como el corazón energético de Sudamérica, estaba dentro del proyecto de corredor bioceánico para integrar todo el cono sur, la dictadura de Evo – Arce, está haciendo todos los esfuerzos para que la comunidad internacional nos considere un país de riesgo, con cero inversión extranjera, con más represión a sus ciudadanos, con relaciones peligrosas con sus propios vecinos, ya incomodamos a Argentina, la cual no olvida el cruel atentado de la AMIA en 1994, ordenado directamente por Irán, a Chile con el contrabando robo de vehículos y la droga, y a Perú, cuya intervención descarada de Evo financiando los conflictos que se sucedieron tras el fallido golpe de estado de Pedro Castillo, Brasil es más condescendiente por Lula y no es cómodo para Paraguay el tráfico de drogas procedente de Bolivia por su país. Nos estamos quedando sin amigos en el vecindario.
Para quienes creemos en la libertad, en la democracia y en la justicia, solo existe un justificativo de esta errada política internacional, están apurando los pasos para consolidar su dictadura, se alían con los gobiernos que pueden asesorarlos en represión, en control de la sociedad, pero nuestras ansias de libertad son mayores, estoy seguro que más temprano que tarde, lograremos revertir esta situación y volveremos a colocar a Bolivia en el concierto de las naciones más respetadas del planeta.
El país andino, junto a Venezuela, Nicaragua y Cuba, ha terminado estableciendo durante la última década y media una suerte de eje favorable a los intereses de la nación persa en la región. Todo ello bajo el interés compartido de desafiar geopolíticamente a los Estados Unidos de América.
La tendencia de Irán a expandir sus tentáculos en la región es especialmente manifiesta desde los tiempos en los que el radical islamista Mahmud Ahmadineyad estuvo en el poder (2005-2013).
Dicho período coincidió además con la era dorada del chavismo en Venezuela donde, con grandes ingresos provenientes de la exportación de petróleo, el fallecido dictador venezolano Hugo Chávez desplegó un repertorio de acciones destinadas a incomodar a los Estados Unidos.
Entre ellas quizá la más alarmante fue la cancha abierta dada a grupos terroristas aupados por el dinero y las motivaciones de Teherán, tales como el Hezbolá.
Un antiguo informe del American Enterpise Institute for Public Policy Research afirma que Hezbolá «utiliza el hemisferio occidental como base de operaciones y de recaudación de fondos para librar una guerra asimétrica contra Estados Unidos. Hugo Chávez en Venezuela y otros gobiernos antiestadounidenses de la región han facilitado esa expansión abriéndoles los brazos a Hezbolá y a Irán».
Las relaciones internacionales tienen un núcleo de componentes jurídicos, políticos y económicos, así como diplomáticos, sociales y culturales, e incluso deben contemplarse los elementos de carácter religioso, ideológico, axiológico e idiosincrásico.
La Política Internacional trata sobre el mundo en que vivimos, los desafíos que enfrentamos, el poder y las luchas, y las oportunidades y los obstáculos para las relaciones entre pueblos, sociedades, estados, organizaciones.
Guido Añez Moscoso
Fuente: Eju.tv