Con su fotografía, código QR, su registro y todos los datos necesarios, Ful y Huesos se convirtieron este martes en los primeros canes de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) en recibir sus matrículas universitarias, las cuales los reconocen como parte de la familia de la casa de estudios y les permite acceder a servicios y atención veterinaria gratuita.

La entrega de los documentos se hizo en medio de una fiesta. Este es un símbolo del cariño a estas mascotas que ha adoptado la comunidad universitaria y que se replicará en cada uno de los canes que fueron rescatados en las diferentes carreras y facultades, como un regalo adelanto por San Roque, que se recuerda este miércoles.

 

“Aquí hay una política institucional, la carrera de Veterinaria tiene que cumplir su rol al interior de la universidad que, en este caso, es hacer el catastro, el registro los perritos y animalitos para darles atención dentro de nuestra propia familia, de nuestra casa universitaria”, expresó el rector de la UMSA, Óscar Heredia.

UMSA

Además de las tareas cotidianas de estudios, personal y estudiantes han ido con el paso de los años rescatando y cuidado de perros que llegaron por azares del destino en busca de refugio hasta las instalaciones. Así se ha formado una familia.

Uno de los más recordados en el monoblock es Galo; el can que estuvo por más de una década como compañero fiel de la familia de la UMSA y que se jubiló recientemente. Él fue uno de los invitados especiales este martes, en que se hizo el acto de entrega de matrículas universitarias caninas.

“Galo es un perro grande, blanquito, un símbolo universitario; después fue adoptado para que sea cuidado en una casa de una persona de la familia universitaria”.

FULITO

Ahora es el turno de Ful. Él también se irá con una persona que lo amará y cuidará en casa, es momento de su jubilación, pero en la UMSA siempre tendrá su hogar y prueba de eso es la matrícula que le dieron este martes.

“Ya tiene 10 años de vida, cinco años dentro de la universidad y va a ser adoptado también por un integrante de la familia universitaria; para que pueda cuidarlo porque tiene ya edad, ese es el homenaje que le estamos haciendo a Ful”.

Ahora como fiel guardián y compañero se queda Huesos, otro de los canes ya matriculados. Su historia comenzó triste, pero en la universidad paceña encontró un hogar y una familia, que lo cuidan con cariño.

HUESOS

“Se está quedando el Huesos, que llegó totalmente raquítico, gracias a Dios los perros que se identifican con nosotros tienen una fortaleza importante”, dijo Heredia.

De a poco, todos los perros que se han integrado a la universidad recibirán sus matrículas. El acto de regalo adelantado por San Roque también contó con reconocimientos a aquel personal que saca tiempo de sus obligaciones diarias para cuidar y dar cariño a las mascotas adoptadas.

“Nosotros tenemos 13 facultades y 54 carreras y aproximadamente 50 institutos, donde están administrativos, estudiantes y docentes que ven algún perrito que ingresa a la universidad y le dan alimento, le dan su agüita, los cuidan; en ese sentido nosotros creemos que la caridad empieza por casa; hay que empezar a registrar a los propios y darles una atención a través de la carrera de Veterinaria”.