De esa manera forzada, las autonomías para las comunidades indígena originaria campesinas se incorporan al paquete de ofertas electorales lanzado por el Gobierno del MAS…
La del domingo 2 de agosto pasado no fue una conmemoración cualquiera por el Día del Indio, ya que vino con un “decretazo” bajo el brazo que pondrá a correr a los indígenas del país con un plazo perentorio de 21 días, a partir de la fecha, para que aquellos municipios que pretenden acceder a la “autonomía indígena originaria campesina” efectúen los trámites que les permitan realizar un referéndum el 6 de diciembre próximo, fecha marcada para las elecciones generales.
El anuncio en tal sentido fue oficializado por el propio presidente del “Estado Plurinacional”, Evo Morales Ayma, en un nutrido acto celebrado en Camiri al que llegaron numerosos representantes de los pueblos originarios de Bolivia y de otras naciones, lo que supone —dicho sea de paso— una fuerte erogación en diversos gastos que seguramente no se habrá hecho del bolsillo de los concurrentes, sino de las arcas estatales que para esta clase de movimientos sí que dan abasto suficiente.
La premura de la disposición tiene que ver con la necesidad de conseguir hasta el 24 de este mes luz verde del Ministerio de Autonomías para aquellos municipios que busquen acceder a la “descentralización indígena”, a través de una consulta simultánea a los comicios de diciembre y que es el único acto autorizado por la Ley Electoral Transitoria.
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De esa manera forzada, las autonomías para las comunidades indígena originaria y campesinas del país se incorporan al “paquete” de ofertas electorales lanzado por el Gobierno del MAS con el objeto de asegurar la continuidad de Evo Morales Ayma en el poder, al que el Mandatario dijo haber llegado para quedarse 500 años. Unas autonomías que el mismo Presidente rechazó tajantemente y hasta votó contra ellas y de las que ahora se pretende convertir en su más decidido y entusiasta abanderado, aunque distorsionando las que consiguieron cuatro regiones de Bolivia y que ya deberían estar en vigencia.
En plena y acelerada campaña proselitista, el Jefe de Estado no ha tenido escrúpulos de ninguna clase para ampliar dádivas y granjerías, especialmente a sectores ciudadanos que potencialmente le favorecerían con su voto en zonas densamente pobladas, como El Alto y las laderas de la hoyada paceña, donde se ha comprometido la rebaja de tarifas hasta en un 50 por ciento para la instalación de agua potable y alcantarillado. Pero la “perla” de las ofertas apunta a los recién casados. El Presidente Evo se ha tomado muy a pecho el dicho popular de que "el casado casa quiere" y sin mucho pensarlo comprometerá recursos estatales para “apadrinar” el techo de vaya a saberse cuántos tórtolos en el país tienen resuelto unir sus vidas.
Se dice que en tiempos de campaña por votos todo vale, todo es posible. Hasta ver muertos acarreando adobes…