“Habla de guerra híbrida y es lo que está implementando el Gobierno, la guerra judicial», afirmó el jefe del MAS
eju.tv
Baldwin Montero Plaza / La Paz
El presidente del Movimiento Al Socialismo (MAS) Evo Morales no cesa en sus ataques contra su exministro de Economía y delfín político, el presidente Luis Arce Catacora. Tras haberlo calificado como el principal protector del narcotráfico y la corrupción, promotor del divisionismo en las organizaciones sociales, traidor del denominado proceso de cambio por haberse “derechizado” y mentiroso, este domingo dijo que aplica la guerra híbrida contra su partido y que incluso piensa en un golpe militar.
Lo hizo durante su programa dominical en Radio Kausachun Coca, donde además volvió a señalar que el jefe de Estado actúa como un “tarajchi” (Persona que abusa de la hospitalidad ajena y se apropia de los bienes de su benefactor).
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Al referirse a un reciente discurso de Arce en el que planteó la necesidad de “un nuevo modelo de liderazgo militar” para contrarrestar tácticas y amenazas “híbridas”, dijo que esto “es muy sospechoso, cero que es un golpe de estado militar que están pensando. Dejar el “Estado a manos de los militares”.
En cuanto a la guerra híbrida, que es una teoría de la estrategia militar en el que se utilizan toda clase de medios y procedimientos convencionales o cualquier otro método irregular contra un adversario, dijo que eso lo que hace el gobierno de Arce en su afán de proscribir al MAS.
“Habla de guerra híbrida y es lo que está implementando el Gobierno, la guerra judicial. En este momento en Tribunal Supremo Electoral está implementando la guerra híbrida bajo orden del Gobierno, bajo instrucción del Gobierno. Si no hay Plan Cóndor, golpe militar, golpe judicial, golpe legal”, afirmó.
Este sábado, durante su discurso en la graduación de Institutos de Formación Colegio Militar, en Cochabamba, el presidente Arce señaló: “Necesitamos un nuevo modelo de liderazgo militar, una fortalecida razón de ser militar, que integre el único modelo de defensa a la acción directa (…) El paradigma de guerra moderna demanda un cambio de nuestros patrones de defensa y una revisión profunda de nuestra doctrina militar de defensa del Estado”.
Explicó que ahora las invasiones ya no son territoriales sino tienen nuevas características que avanzan atacando “la mente y el corazón de los pueblos”, con “revoluciones de color, ataques blandos”, intentos de golpes, que buscan afectar la democracia y gobernabilidad.